Profesional de enseñanza primaria. Docente en contextos de encierro. Representante docente JCyD. Directora jubilada.

“Durante medio siglo la poesía fue el paraíso del tonto solemne hasta que vine yo y me instalé con mi montaña rusa”. Nicanor Parra.

Nicanor Parra no solo fue un poeta de avanzada, dentro de sus múltiples pasiones, aunque resulta contrapuesto; aparecen la matemática y la física.

Proveniente de una familia de clase media, con varios hijos (entre ellos la reconocida compositora y cantora popular Violeta Parra) procuró explorar varios horizontes.

Nació en Chile en 1914 y a los dieciocho años comenzó su carrera universitaria como profesor de matemática y física.

Las letras y los números se adueñaron de toda su vida.

Este poeta chileno, sin duda ocupa un lugar destacado junto a Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Vicente Huidobro.

Su escritura estuvo influenciada, durante su juventud, por Federico García Lorca y posteriormente por Whitman, para luego de su paso por la Universidad de Oxford crear lo que denominó con el título de “Poemas y antipoemas”, publicado en 1954.

Por aquellos tiempos, se hablaba también de la antipintura y la antinovela.

Se cree que la antipoesía es una contracorriente de la poesía que caracterizó la obra de Pablo Neruda.

Parra buscó quitar de sus escritos el carácter solemne de los versos, apelando al desconcierto, lo cotidiano y lo irónico. Se acercó al lenguaje usual apegado a la realidad.

Estableció el encuentro de la comunicación pura, dejando de lado lo convencional y absurdo.

“Poemas y antipoemas” consta de tres partes, en la primera se nota una influencia romántica en el escritor, en la segunda prevalecen las expresiones a cerca de la desesperanza, de lo real.

El poema Autorretrato evidencia la amargura de un hombre maduro atravesado por la deshumanización del sistema que se apodera de sus ideales. Sin embargo se lo dirige a los jóvenes pensando quizás en un soplo de aire fresco para que se produzca un cambio.

“Sin embargo yo fui como ustedes,/ Joven, lleno de bellos ideales,/Soñé fundiendo el cobre/ Y limando las caras del diamante:/ Aquí me tienen hoy/ Detrás de este mesón inconformable/ Embrutecido por el sonsonete/ De las quinientas horas semanales” ( Cuarta estrofa del poema Autorretrato de Nicanor Parra).

De esta forma se abre su intimidad y la vivencia como maestro. Dolor e injusticia.

Para finalizar, en la tercera parte aparecen los antipoemas que modificaron la forma y el fondo de la poesía. Solo por citar un ejemplo, en Los vicios del mundo moderno, presenta al hombre como el personaje antagónico y a la naturaleza como el verdadero protagonista mutilado por la descarnada destrucción.

“Los industriales modernos sufren a veces el efecto de la atmósfera envenenada,/ Junto a la máquinas de tejer suelen caer enfermos del espantoso mal del sueño/ Que los transforma a la larga en especies de ángeles”

En el año 2018 se fue Nicanor Parra a seguir inventando una poesía desafiante, transgresora y contracultural desde el paraíso que ya no es para tontos ni solemnes.

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