Director del Observatorio de Políticas para la Economía Nacional (OPEN). Fueguino

Durante esta semana se conocieron los números finales del 2019 en cuanto al desempeño de la industria y la construcción. Por otro lado, se publicó el relevamiento de expectativas de mercado correspondiente a enero del 2020. En definitiva, estos días fueron clarificadores respecto a cómo está parada la economía y cómo evolucionan las perspectivas a futuro, en espera de que se clarifique la estrategia de negociación de la deuda y así, conocer cuál será el plan económico del gobierno nacional para los próximos años.

Para empezar, el desempeño de la industria en diciembre fue ambivalente. En algunos sectores se comenzó a ver una leve mejoría, y otros continuaron en caída libre. Por citar algunos ejemplos, la producción de alimentos, bebidas y tabaco creció en un 7% con respecto a diciembre de 2018, lo mismo sucede con el rubro “madera, papel y ediciones”, y con la fabricación de muebles (en este caso un crecimiento del 3,6%). Ahora, en la producción de automotores, la sangría parece no detenerse con una caída dramática del 14,7% respecto a diciembre de 2018. A su vez, la otra mala noticia es en el rubro de “Productos de meta, maquinaria y equipo” con una baja del 6%. Por otro lado, en el acumulado total del 2019 con respecto al 2018, los números no dan lugar a dudas: 2019 fue un año muy negativo para la producción industrial, en donde todos los sectores importantes tuvieron caídas que van desde lo preocupante hasta lo alarmante. El rubro de automóviles nuevamente vuelve a dar la nota con un desplome del 24,1%, la producción de televisores, aparatos de comunicación e informáticos tuvo también una pronunciada baja del 21,2%, y la fabricación de prendas de vestir sufrió una merma del 9,7%, por citar algunos casos ejemplificadores.

Un dato que podría llegar a animar la situación general es que durante el mes de diciembre hubo un tímido crecimiento del 1,1% respecto a noviembre del mismo año. Sin embargo, y totalizando todos los rubros industriales, la actividad se contrajo en 2019, con respecto a 2018, en un 6,4%.

Si en el apartado industrial existen algunos pequeños brotes verdes durante el final del 2019 (más allá del panorama asolador), no ocurre lo mismo con el sector de la construcción, donde todo es debacle. Una caída del 6,4% con respecto a diciembre de 2018 y un desplome del 7,9% en el acumulado anual reflejan la situación de un sector en una profunda crisis, vinculada linealmente con la situación general macroeconómica de nuestro país. Esta realidad tiene su obvio correlato en la cantidad de trabajadores en el sector, que muestra una baja del 4,4% en el acumulado del 2019 con respecto al mismo acumulado del año anterior.

Más allá de este punto de partida para el 2020, las expectativas para el futuro siguen mejorando. Enero fue el cuarto mes consecutivo de mejora en las perspectivas inflacionarias según el relevamiento de expectativas de mercado del Banco Central. Se espera, para final del 2020, una inflación acumulada anual de un 41,7%, leve pero sostenidamente más baja que la esperada en septiembre que era de 42,9%. A su vez, la visión respecto al devenir de la actividad económica para este año mejoró también por cuarto mes consecutivo, levemente, aunque todavía se espera una caída. El dato llamativo es que hay mayor optimismo para 2021 revirtiendo así una imagen que se venía desmejorando durante 5 meses consecutivos, esperando de esta forma un crecimiento del 1,7% para dicho año.

En definitiva, el 2019 no cerró de la mejor manera, la incertidumbre con respecto a la renegociación de la deuda aun no permite que las expectativas despeguen y la economía nacional está en vilo hasta que lleguen esas definiciones. Los brotes verdes levemente comienzan a aparecer, pero todavía parece muy pronto para determinar el devenir de las principales variables macro. Las bajas en las tasas de interés y la construcción de herramientas para redinamizar al sector de las Pymes pueden llegar a ser una clave importante para revertir la caída en 2019, sobre todo en el aspecto del empleo en donde este sector contrata en una importante proporción.   


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