Profesional de enseñanza primaria. Docente en contextos de encierro. Representante docente JCyD. Directora jubilada.

 

¿Quién no ha leído o le han leído “El principito”?

Por su estilo sencillo y directo se lo ha considerado un libro para niños, sin embargo el carácter reflexivo que abre sobre la sociedad, el amor y los hechos cotidianos de la vida,lo han convertido en una narración interesante para todos los públicos.

En “El principito” se relata la historia de un piloto que intenta volver a la vida a su avión averiado en medio del desierto del Sahara y se encuentra con un pequeño príncipe que proviene del asteroide B612. Este le pide con insistencia que le dibuje un cordero. Hasta aquí una historia que se abre, anda y desanda por caminos diversos. Su planeta, el cuidado de una rosa, la búsqueda de un amigo, un viaje que lo lleva a conocer varios planetas y la extraña vida dentro del mundo de los adultos.

Actualmente este libro es el más vendido de Francia en el mundo y posee entre cuatrocientas y quinientas ediciones. Fue publicado en ciento sesenta lenguas diferentes.

Antoine de Saint Exupéry, su autor, cuenta la historia de este pequeño príncipe y su publicación data del 6 de abril de 1943, en su primera edición impresa en Estados Unidos, ya que la segunda guerra mundial impidió que pudiera publicarse en su Francia natal. Antoine nació en Lyón el 29 de junio de 1900 y veinte años después abrazó su amor por la aviación. Así logró ingresar a las fuerzas aéreas francesas donde su audacia y habilidad daban que hablar. Al estallar la segunda guerra mundial en 1939, Saint Exupéry fue destinado al reconocimiento aéreo estratégico y cuando Francia fue vencida buscó refugio en Estados Unidos, donde finalmente publicó “El principito”. El 31 de julio de 1944 su avión se perdió de los radares. Nunca más se supo de él, quedando así librada su propia muerte al romanticismo y el misterio.

Esta obra habla de la incomprensión reinante, los sentimientos de soledad, el volver a las vocaciones pasadas como lo es la de dibujante del aviador de la mano del espíritu de la niñez. Es un relato plagado de metáforas dentro de cada uno de sus veintisiete capítulos. El lector podrá interpretarlos de diversas maneras,la verdad no es única y sus caminos complejos, la realidad se percibe atada a sus disimiles circunstancias. No obstante es una crítica ácida a las cosas que para los ojos de los adultos parecen importantes y hasta imprescindibles. Así en el libro aparecen citas sobre la formación, el uso y la aplicabilidad de los conocimientos relevantes para desarrollar una vida adulta y competitiva según el buen saber y entender de los más grandes. Con cierto sarcasmo expresa: “La geografía,en efecto, me ha servido de mucho; a primera vista podría distinguir perfectamente China de Arizona. Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche”. (El principito).

En pocas palabras, no podremos resistirnos a adorar a “El principito” buscando a un amigo y su forma de ver el mundo; al piloto, un adulto que dejó de lado sus sueños de dibujante para perseguir los propósitos de los mandatos externos; a la rosa, que es objeto de amor y cuidado del principito, tan orgullosa y vanidosa como caprichosa; al zorro, quien enseña valores de amistad y compromiso; del dibujo del cordero y la caja destellando imaginación; al elefante dentro de una boa casi engañosamente un sombrero; al astrónomo, gran descubridor del asteroide hogar del principito al que nadie daba crédito debido a su apariencia; los baobabs, árboles quienes pueden destruir el planeta; a la serpiente, tan enigmática como sabia; al poderoso rey pero benévolo en sus demandas; al borracho, melancólico y atrapado en su circular realidad; al hombre de negocios, demasiado ocupado por sus cuentas, esclavizado por posesiones ridículas; al farolero, quien se entrega de forma autómata a encender y apagar los faroles de su planeta el cual gira tan rápidamente que lo deja exhausto; al geógrafo, un hombre sabio pero que desconoce lo que lo rodea y el valor que posee; al vanidoso, preocupado siempre por la opinión de los demás y los halagos desmedidos. Todos ellos ponen vida y palabra a este relato.

A fin de cuentas este texto va mucho más allá de ser un mero cuento infantil. Descarga con énfasis las reflexiones y los sentimientos que experimenta el principito en su periplo por el Universo. A pesar de ser mundialmente conocido,si aún no lo has leído es agradablemente recomendable tanto para los niños y niñas como para los adultos ya que fomenta la inquietud, la curiosidad, el espíritu crítico, la amistad, el amor y los valores éticos. Quizás más aún podremos reencontrarnos con nuestro niño interior, entrelazado con las relaciones interpersonales, los vínculos, el sentido de la vida, los sentimientos, la búsqueda de la verdad y la justicia,el valor intrínseco del buen vivir y el convivir.

Definitivamente una obra que es un verdadero canal de riqueza filosófica sobre aquellas cosas que tal vez no podemos ver ya que solo miramos y no observamos lo más importante. Lo evidente a veces no lo es tanto.

“He aquí mi gran secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible a los ojos”. (Dijo el zorro al principito).

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