Periodista de la ciudad de Ushuaia.

“Sonrisas Congeladas» es una fundación que realiza intervenciones artísticas en el Hospital Regional de Ushuaia. A través del encuentro con el otro favorecemos el proceso Salud-Enfermedad-Atención-Cuidado movilizando emociones mediante el juego, la improvisación, la espontaneidad, la música y la técnica del Clown”. Así lo define Gonzalo Montiel quien preside la Fundación. 


A pocos días de que está ONG (organización no gubernamental) cumpla 9 años, Montiel nos cuenta los detalles de cómo nació este proyecto que se afianzó, con el correr de los años, en la comunidad fueguina.  
“El grupo nació el 30 de mayo del 2013 siendo el día de Donante de Órganos, donde desde el programa radial “Sana Sana” y el televisivo “Prevención y Salud”, se acompañó la campaña denominada Payasoles, realizada por la agrupación “Madres del Dolor” de Buenos Aires, en conjunto con payamédicos. La acción consistía en entregar soles en el obelisco y en diferentes ciudades del país” detalló. 


En este contexto, “me pregunté por qué en nuestra provincia no había algo así y comencé a interiorizarme sobre el tema. A fines del año 2013 realizamos una capacitación con la Fundación de Patch Adams sobre cómo ser un payaso hospitalario y concretamos nuestra primera intervención el 24 de diciembre de ese mismo año”. 


Los payasos hospitalarios emplean diversas propuestas a través del juego, pero también acompañan acciones destinadas a la prevención de la salud.
En el año 2017 los integrantes de la Fundación “Sonrisas Congeladas” junto a la agrupación de payasos hospitalarios de la ciudad de Río Grande, trabajaron en un proyecto de ley que le brindaría un marco legal a su actividad. En diciembre de ese mismo año la legislatura provincial aprobó el proyecto y sancionó la Ley N° 1.207 que incorpora en el ámbito del Sistema de Salud de la Provincia de Tierra del Fuego, la labor del Payaso de Hospital. Pero no fue hasta fines del año pasado que la Ley entró en vigencia, luego del trabajo de reglamentación que llevaron a cabo ellos mismos y el logro de una matrícula para los payasos hospitalarios. 
Por otra parte, Gonzalo Montiel explicó cómo se trabaja con el equipo médico de las instituciones hospitalarias, “nosotros tratamos de ser parte del equipo de salud y no solo una agrupación que realiza una intervención y se va. Tratamos de generar charlas y vínculos con los profesionales para ver de qué manera abordar a un paciente, desde nuestro lugar, o cómo asistimos a un paciente domiciliario; esto llevó mucho tiempo y todavía seguimos trabajándolo”. 


Asimismo, recordó sus primeros inicios “fue muy duro, era explicar y mostrar lo que hacíamos. Luego los profesionales entendieron que podíamos abordar distintas patologías y enfermedades y acompañar a cada una de las personas para que su estadía en el hospital sea más amena”. 
Realizando un balance de estos 9 años de trabajo, Montiel indicó que “el desafío fue enorme, esta profesión es muy joven, pero nos unimos y logramos normativas que regulen nuestra tarea. Pudimos adaptarnos a nuestra provincia y sus problemáticas y ganarnos nuestro lugar en las áreas de salud” concluyó.

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