Periodista de Tierra del Fuego.

Hay un partido que tiene la mirada puesta en septiembre, pero no por las PASO: el Movimiento Popular Fueguino. Atrapado en una situación extraña, donde las elecciones a diputados son una mera formalidad, el Movimiento piensa su rearmado de cara al 2023, el sostenimiento de su alianza con FORJA y cuál será el arrastre de Ricardo Garramuño afuera del MPF. ¿Es la lista mopofista una candidatura testimonial?.

Si hablamos de partidos provinciales a nivel nacional, tarde o temprano en la conversación surge el Movimiento Popular Fueguino. Con mucha historia y otros tantos cargos ocupados en el pasado y presente, el Movimiento siempre ha sido una de las tres fuerzas grandes de la provincia junto al Partido Justicialista y un mix entre la Unión Cívica Radical y el CC-ARI, con migración al PSP en el segundo mandato de Fabiana Ríos. El MPF siempre ha tenido representación en los Concejos Deliberantes y en la Legislatura y ha disputado más de una vez las intendencias.

En estas elecciones a medio término, el partido atraviesa un proceso de cambio y reformulación. Con la salida de Garramuño hacia pasturas más verdes en Juntos por el Cambio y una alianza en la gobernación con FORJA, el MPF no tiene un candidato o candidata fuerte, ni tampoco toda su estructura disponible. En el medio, está la interna que buscará llevar a la vicegobernadora Mónica Urquiza y el legislador Villegas a la reelección. Transitando todos estos cambios y ajustes, aparece Javier Giordano acompañado de Gisele Bertotto. Giordano tenía en mente disputar la conducción del partido, pero no habría cumplido el mínimo de 300 avales dentro de los afiliados. Si bien está claro que en la estructura de poder del Movimiento Popular Fueguino hay una clara mayoría que involucra al legislador Villegas y la vicegobernadora Urquiza en Ushuaia, teniendo el bastión de Río Grande bajo el ala de Damián “Loli” Löffler, histórico del recinto legislativo, uno esperaría que la oposición pudiese, al menos, llegar a presentar un esbozo de competencia. Parece que con un acuerdo de por medio, Giordano y Bertotto competirán por una chance de integrar la Cámara de Diputados, aunque en la realidad su candidatura responde a no perder la lista. Si Giordano no pudo convencer a los afiliados con los que trabaja en el día a día ¿Cómo convencerá a un electorado que francamente no lo conoce?.

El MPF, no obstante de no presentar batalla por las dos bancas en juego, estará más que atento a los resultados de las PASO. Para el partido provincial, será importante ver cómo se desempeña el hoy concejal Ricardo Garramuño, analizando si su entrada en Juntos por el Cambio cuenta con arrastre de votos tradicionalmente del Movimiento, más pensando en su apellido y la historia que lo vincula, que en la boleta con la cual se presenta. Por otro lado, será interesante ver la interacción de los mopofistas que apoyaron a Gustavo Melella para la gobernación: ¿acompañarán algunos el proyecto popular y nacional del Frente de Todos? ¿O seguirán a Giordano a pesar de las escasas chances?.

La situación deja a más de un preguntándose ¿por qué presentar una lista si es improbable hacerse con una banca? Como primera medida, el partido siempre se ha destacado por la libertad y amplitud, permitiendo a sus afiliados ser parte del proceso electoral. Por otro, no contar con lista, siendo un espacio político de historia y peso en la provincia, va un poco en contra de la lógica de siempre estar presente sin importar las posibilidades.

Sin nombres fuertes y con buena parte de la estructura partidaria dedicada a las internas y la gestión en la gobernación, podríamos decir que sea cual fuese el resultado, quién recibirá el golpe por la derrota o las felicitaciones por la buena elección será Giordano y su sector, no los legisladores o la vicegobernadora. En la vereda de enfrente, Garramuño, seguramente acompañado por una parte del electorado históricamente mopofista, buscará hacerse un espacio en el frente opositor. Con varios matices claro está, el Movimiento Popular Fueguino tiene “huevos en todas las canastas”. Si bien muy difícilmente ganará algo, la mirada está puesta en 2023 y las elecciones que se vienen son simplemente una circunstancia del momento.

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