Un niño salvaje por definición es aquel que ha vivido fuera de la sociedad por un período prolongado de tiempo. Son frecuentes los casos que aparecen en las primeras planas de los diarios y cuentan historias donde lo accidental, lo fortuito y el abandono juegan un papel predominante. La literatura ha explotado este tema desde el misterio, la aventura, la magia (es muy atrayente para las infancias hablar con un oso, cantar canciones pegadizas en la selva, hacerse amigo de todo tipo de animales salvajes, etc.).
Rómulo y Remo no solo fueron gemelos, fueron los fundadores de la mítica Roma (se cree que fue fundada en el siglo VII a C.). La leyenda cuenta que el rey Numitor fue destronado por su hermano Amulio. Este mató a todos los hijos varones de su hermano. Su hija Rea Silvia debió convertirse en sacerdotisa y nunca tendría hijos. Sin embargo Marte, el dios de la guerra la poseyó y Silvia tuvo dos hijos (Rómulo y Remo); sabía que a ellos les esperaba la muerte a manos de su tío, por ello los colocó en una canasta que quedó a la deriva en el río Tíber hasta que una loba los halló y los amamantó. Más tarde un pastor y su esposa encontraron a los niños y los tomaron bajo su tutela.
Rudyard Kipling nació en Bombay (India Británica) en 1865, él es el creador del “El libro de la selva” (originalmente llamado “El libro de las Tierras Vírgenes”, el cual fue publicado en el año 1894), allí Mowgli era recogido por una manada de lobos. Ese “cachorro humano” tendrá educación y protección al lado de Baloo, el oso. Esta colección de relatos ha derribado fronteras y analizado las costumbres humanas y la “ley de la selva”. Mowgli se encuentra ante el desafío de elegir frente a los diferentes códigos morales del hombre y los animales.
Otro relato popular de un niño salvaje es “Tarzán de los monos”, su publicación vió la luz por primera vez en 1912 en una revista “pulp” llamada The All Story. Su autor fue Edgar Rice Burroughs, quien escribió más de veinticuatro novelas sobre Tarzán. El mundo literario le ha sacado partido ampliamente editando más de cuarenta libros con diferentes historias y distintos autores al original. Tarzán encajaba en el molde de héroe, sus aventuras, su espíritu valiente y conciliador tenía todo lo que un super- hombre necesitaba. Ni hablar del suceso que provocó en la pantalla grande.
Si hiciéramos un juego de competencias podríamos confeccionar un inventario de características humanas y otras del ser animal, pero también nos podríamos preguntar con curiosidad ¿qué nos define como “seres humanos”?, ¿qué comprende el instinto animal?,¿ qué hace que nuestra vida sea humana?,¿seríamos precisos y justos si definiéramos lo instintivo?, ¿tendríamos que incluir el proceso de socialización?, ¿existe hoy la humanización del animal?,¿y la animalización del ser humano?
Hoy se sabe que el caso de Amanda y Kamala (rescatadas en 1920 y hecho público en 1926 en Calcuta, India) las cuales vivían con una manada de lobos; sus ojos eran diferentes (además de todas las características humanas innatas y características físicas que se encontraban bloqueadas al momento de su hallazgo) poseían un resplandor de color azul. Durante el día se encontraban en un período de somnolencia, pero la noche hacía que pudieran ver en la oscuridad, tal como con los gatos, o los perros…. y los lobos. Sus cuerpos, sus rasgos, su comportamiento tenían una fuerte apariencia animal. Su humanidad había mutado. Las niñas no eran lobas, pero se habían apropiado de los hábitos de sus compañeros protectores.
La especie humana está incluida en la clase de mamíferos dentro del orden de los primates. Pero el ser humano es una construcción social, producto de las situaciones que coexisten.