Periodista de Tierra del Fuego.

Esta semana es clave para resolver los conflictos gremiales para el gobierno de la provincia. Con ATE en alerta y movilización por no estar conforme con la primera oferta del ejecutivo, y los docentes aún a la espera. Si bien hubo un acercamiento y se mantiene el diálogo, aún no se define la cuestión salarial, más allá de la propuesta que envió el ejecutivo para volver a legalizar el salario.

Dentro del ejecutivo hay confianza en que se avance en la conversaciones que se llevan adelante con los “popes” de los sindicatos y en las paritarias para poder llegar a un acuerdo medianamente “razonable” según plantean desde la casa de gobierno y hay confianza en la cintura política del gobernador para que esto se resuelva rápido.

Si bien Melella mientras estaba a cargo de la intendencia de Río Grande no tuvo mayores inconvenientes con los empleados municipales, y cuando se presentaron los destrabó rápidamente, ahora se enfrenta con sectores distintos. Tal es el caso del SUTEF y los gremios que representan a los trabajadores de la provincia como ATSA o los profesionales. 

Es verdad también, que los acuerdos para llegar a la gobernación con los gremios le permite un cierto aire para las negociaciones. Pero a muy pocos días del inicio del ciclo lectivo (el 2 de marzo), hay una mezcla de esperanza e incertidumbre en los trabajadores por saber que porcentaje de aumento ofrece el gobierno.

También para los sindicatos se torna difícil acordar. El jefe de Gabinete Agustín Tita, cada vez que tiene la oportunidad plantea la buena voluntad de las partes para el diálogo pero no deja de hacer referencia a lo flacas que están las arcas del estado provincial.

¿Podrá Melella cerrar los acuerdos salariales y de esta manera cumplir con gran parte de los ciudadanos que confiaron en él y lo llevaron a ocupar el primer lugar en la gobernación?.

¿Será – como dicen sus allegados – el que entre en la última reunión y con cintura política calme las aguas y pueda navegar en mar sereno los próximos meses?.

Y los gremios que trabajaron mucho en la campaña, ¿le darán el aire necesario para que pueda ordenar la economía y así poder cumplir?.

¿Y los trabajadores? ¿Le pedirán a sus representantes en las asambleas que hagan cumplir las promesas en campaña? ¿o le darán a los secretarios generales la potestad para manejar los tiempos según necesite el gobierno?.

Todo esto debería resolverse en los próximos días para que puedan empezar las clases con cierta normalidad y seguramente seguir trabajando en el mejoramiento salarial que ambas partes están de acuerdo que hay que hacer.

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