Director del Observatorio de Políticas para la Economía Nacional (OPEN). Fueguino

La empresa GameStop es conocida en EE.UU. por dedicarse a la venta minorista de videojuegos. Tiene cientos de tiendas a lo largo y ancho de dicho país. En los últimos años, por el veloz crecimiento de la venta de juegos digitales en detrimento de los físicos, esta cadena ha perdido volumen de ventas y, en consecuencia, valor de mercado. Incluso, en el apartado que le deja una buena parte de sus ingresos y donde obtiene un margen elevado de ganancias, venta de usados, la demanda ha tendido a achicarse. Esto obligó al cierre de muchas sucursales, recorte de personal e, incluso, un intento frustrado de venta de la empresa, que no tuvo interesados.

Estos factores han impactado en la valoración que tienen los inversores de la bolsa de Wall Street respecto a esta compañía, lo cual llevó a un proceso sostenido de caída en el precio de sus acciones. Al ver esta situación, muchos operadores de bolsa han utilizado los papeles de esta empresa para vender en corto.

¿Qué es vender en corto?

Al hablar de la bolsa de valores, por lo general, se tiende a pensar que una persona realiza una inversión en acciones para tener un rendimiento positivo en un tiempo determinado por la suba del precio de las mismas, impulsado por el buen desempeño en el sector real de la empresa por la cual se apostó.

Sin embargo, existe otro tipo de operatoria, en donde la lógica es totalmente opuesta. Esperar la caída en el precio de las acciones para obtener una ganancia.

¿Cómo funciona?

En palabras sencillas, el operador alquila acciones, a cambio de un interés determinado y de devolverlas a su dueño en un plazo a convenir, y las vende inmediatamente. Luego de esto, espera a que el precio de estos títulos baje y los recompra para así devolverlos a su dueño en el tiempo pactado. La ganancia obtenida es la diferencia entre el precio en que los vendió en primera instancia y el precio en el que los compró más el pago del interés al verdadero dueño. Es decir: Ganancia = Precio de venta – (Precio de recompra + Pago de intereses).

Si se cumplen las expectativas del operador, el precio de recompra será lo suficientemente menor al precio al que vendió las acciones en primera instancia, para poder tener una ganancia neta de pago de intereses.

¿Qué pasa si en lugar de bajar el precio, este sube?

Pasa lo que pasó con el caso de GameStop. Las personas que apostaron a la baja salen perdiendo, y mucho.

¿Cómo sucedió?

Un grupo de Reddit, red social, llamado Wallstreetbets se organizó para comprar de forma masiva acciones de GameStop. Esto le dio impulso a la demanda, y por la lógica misma del mercado, los precios de los títulos de la compañía comenzaron a crecer. Esto genera importantes complicaciones a la operatoria en corto. Recordemos que la condición para que esto funcione es que los precios bajen. Si los mismos suben, las personas que realizan esta dinámica terminan perdiendo, dado que, para devolver las acciones alquiladas, las tienen que recomprar en algún momento. Si el precio en un momento futuro es mayor al inicial, el operador debe poner fondos de su bolsillo para cubrir la diferencia.

Además, se suma un inconveniente adicional. Si los compradores de acciones no desean venderlas, se genera escasez por el lado de la oferta, lo cual también hace que suba el precio. Se combinan entonces, un incremento de la demanda y una retracción de la oferta, las dos con implicancias directas en el crecimiento del valor de los títulos.

Se estima que las pérdidas para las personas que trabajan en corto es de alrededor de 6 mil millones de dólares.

Quizás el monto no es elevado para los valores que maneja Wall Street, pero sin dudas, la organización de muchas personas a través de una red social para castigar a quienes llevan adelante estas prácticas se convirtió en toda una novedad y preocupación para quienes se dedican al sector financiero.

Esto promete no quedarse en un caso aislado, e incluso ya se ha visto la réplica en ciertas empresas (BlackBerry y AMC, por citar ejemplos) y metales preciosos como la plata. Incluso ha habido miedo de que se ensaye la versión criolla de este fenómeno con una empresa de la bolsa argentina.

¿Se puede sacar algo destacable de lo sucedido? Sin dudas. Está claro que con las redes sociales y las mejoras en la comunicación en el siglo XXI se han generado mejores herramientas de coordinación para la gente de a pie y no tan de a pie. Por otro lado, la creciente masificación de espacios como la bolsa de valores, en la que en décadas pasadas solo operaba cierta elite financiera, contribuyeron a que se de este fenómeno y se pueda volver a producir.

Seguramente se tomen acciones legales para evitar estas situaciones, sin embargo, este caso indudablemente queda para la historia, con un poco de romanticismo mediante. Apostar a que vaya mal, nunca salió tan mal.

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