Periodista de Tierra del Fuego.

Aunque la política fueguina hable de la gestión y trabajar sin pensar en el próximo proceso electoral, 2023 se presenta como una carrera contrarreloj donde todos los partidos planifican su estrategia para alcanzar la gobernación y las intendencias. Con tres espacios políticos predominantes en el PJ, Juntos por el Cambio y la alianza FORJA-MPF nos preguntamos ¿Quién es quién en esta carrera hacia los comicios del año que viene?.

Partido Justicialista: la búsqueda de una victoria absoluta en la isla

Aunque quedó cerca en 2019, el PJ volverá a la carga en la búsqueda de hacerse con todos los cargos electivos presentes en la provincia. Hoy, con presencia en las tres intendencias, parece que la figurita difícil pasa por la gobernación. Hace no tanto, el senador Matías Rodríguez se candidateaba a gobernador. La estrategia, aparecía un poco para sacarle la marca a su socio político Walter Vuoto de cara a la reforma de la Carta Orgánica, otro poco buscando instalar su imagen en la comunidad que a pesar de sus años en Buenos Aires no lo identifica tanto como a otras figuras del espacio.

Ahora, con la Convencional finalizada y la nueva Carta Magna en Ushuaia, es Vuoto quién vuelve al centro del escenario, pensando en dar ese salto lógico desde el estamento municipal hacia el provincial. En el mismo cáliz, Juan Carlos Pino declara que “no vamos a ser la segunda fuerza de nadie”.

Pino, un histórico dentro del PJ que ha sabido mantenerse vigente a diferencia de otros, apoya el proyecto de una Tierra del Fuego puramente peronista, dando lugar a un vacío en la intendencia que le permitiría cumplir su sueño de ser el jefe del ejecutivo capitalino.

La verticalidad del peronismo y las experiencias no tan positivas en las elecciones donde se presentaron “separados”, parecen indicar que el espacio se encolumnará bajo el ungido por la dirigencia nacional, tratando de tomar aquel bastión que perdieron en 2019 ante el binomio FORJA-MPF.

Juntos por el Cambio: aprovechar el contexto nacional y “dar el batacazo”

Como pasó con el senador Rodríguez, Pablo Blanco fue otra de las figuras candidateadas a gobernador hace no tanto. En el caso de Blanco, podríamos decir que fue “lanzado” por otros más que postulado por sí mismo, pero ni lerdo ni perezoso, el senador aprovechó la jugada para continuar posicionando a la oposición. Ahora, es “Tito” Stefani quién tira el guante y dice “yo también quiero ser”. A ciencia cierta, la mayor ventaja de Juntos por el Cambio es su mayor debilidad: no están gestionando.

Si bien ser oposición permite aprovechar los errores o tropiezos de la gestión nacional, que no son pocos, no deja mucho margen a mostrar una plataforma de trabajo hacia futuro. La gestión de Mauricio Macri como presidente está lejos de ser tomada como positiva en la isla, pero ahora las comparaciones con los cuatro años de Alberto Fernández abren la puerta a otras posibilidades. Con poco que perder y mucho por ganar, JxC puede capitalizar el descontento de la sociedad con el manejo de la economía e intentar ser la sorpresa en Tierra del Fuego el año que viene.

FORJA-MPF: ¿Quién será la acompañante en la fórmula por la reelección?

El gobernador Gustavo Melella parece ser otro número puesto en el camino electoral, donde buscará su reelección como mandatario provincial. La gran incógnita deriva de la figura de la vicegobernación. Mientras desde algunos sectores del Movimiento Popular Fueguino sostienen que todo seguirá igual, los rumores de la incorporación de una parte del peronismo histórico con Myriam Martínez vienen dando vuelta hace meses y le permitiría al gobernador ganar apoyos en el PJ al sumar a la vicepresidente del partido en la provincia.

El rol de Mónica Urquiza hoy parece atado a qué sucederá en la carrera por la intendencia: si Vuoto efectivamente opta por recurrir a la Justicia en búsqueda de un tercer mandato, uno intuiría que la referente del MPF intentará seguir en la fórmula a la gobernación. En un escenario alternativo, donde el hoy intendente de Ushuaia pelee la gobernación, Urquiza podría intentar medirse con Pino o hasta alguna mujer del riñón del vuotismo por el título de ser la primera intendente.

El ambiente en el Movimiento Popular Fueguino está bastante caldeado, con cruces y declaraciones fuertes en la ciudad de Ushuaia. La interna del partido en la capital podría ser también un punto de inflexión para las aspiraciones de Urquiza. Del otro lado del Garibaldi, la casa está más que en orden con la figura del legislador Damián “Loli” Löffler al mando del espacio.

Mientras las intendencias de Tolhuin y Río Grande parece tener el camino más resuelto con un claro intento de reelección de parte de Daniel Harrington y Martín Pérez, la situación en Ushuaia es más fluida. Las y los candidatos a intendente alteran las posibles fórmulas a la gobernación y viceversa, haciendo las posibles alianzas aún más frágiles de lo normal.

Como cuarta en discordia en la carrera por el ejecutivo de la ciudad de Ushuaia aparece Liliana “Chispita” Fadul, que seguramente buscará ese tan ansiado sueño de ser jefa comunal. El regreso de Somos Fueguinos a la primera plana política también le podría permitir armar una lista para la Legislatura que asegure algunas bancas, más pensando en sus resultados electorales para la Convención. Aunque más en el marco teórico que en el práctico, nunca se puede descartar una alianza de “Chispita” con Juntos por el Cambio. Si bien nunca pasó y es altamente improbable, sería la combinación que podría romper con cualquier predicción para los comicios.

Aunque falta mucho para marzo de 2023, la inestabilidad política a nivel nacional impulsa una serie de reordenamientos y reevaluaciones de los aliados y contendientes políticos en Buenos Aires, algo que repercute también en la provincia. Al final del día, y a pesar de hablar mucho de federalismo, buena parte de las decisiones sobre quiénes serán los candidatos pasarán por Buenos Aires, al menos en lo que refiere a las alianzas políticas más importantes.

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