Desde las elecciones de Convencionales hace algo de un mes, podríamos decir que la ciudad de Ushuaia atravesó una especie de “sabático” en lo que refiere a política. Ahora, ya terminadas las actividades culturales y shows de la Noche Más Larga, la agenda de la reforma a la Carta Orgánica vuelve a ganar impulso y será la semana que viene en donde se generen definiciones para dar inicio al debate entre los convencionales.
Tratando de ahondar en las diversas posiciones que se presentarán a lo largo de este proceso de reforma, desde El Copérnico consultamos a las y los convencionales electos sobre algunos de los artículos que más debate podrían acarrear.
En líneas generales, podríamos decir que hay tres bloques de opinión con respecto a la posibilidad de realizar modificaciones a la Carta Orgánica. Desde el oficialismo de Más Ushuaia, que contará con 5 bancas, vemos una posición de reformismo integral, donde son varios los frentes de cambios propuestos. En un camino más intermedio aparecen las dos bancas de Juntos por el Cambio y la de Republicanos Unidos, que detectan cierta necesidad de cambio en las formas, pero parecen tener como objetivo no aumentar el gasto político. En la otra punta del péndulo político aparecen espacios como el de Liliana Fadul y Javier Branca, que además de calificar como inoportuna la modificación a la Carta Orgánica, no parecen predispuestos a la reforma de por sí y, en caso de haber modificaciones, serán los que presentarán mayor detracción a la hora de votar.
Incógnitas aparte son el Movimiento Popular Fueguino con Mónica Urquiza, de quien no obtuvimos respuesta, y el espacio de FORJA representado por Fernando Oyarzún, que se mostró cauto pero abierto al diálogo. No obstante, uno podría inferir que este último podría mostrarse más cercano al bloque mayoritario oficialista, mientras que la vicegobernadora podría ser el voto de desempate en mucho de los casos.
Realizadas estas aclaraciones previas, pasemos a las preguntas:
¿Cuáles considera que podrían ser los artículos de mayor importancia a modificar?
Por el lado del oficialismo, Laura Avila destacó que “todos son importantes, porque clarifican y ordenan las normativas que hacen a la identidad de las y los ushuaienses, en sus derechos, sus garantías, así como en cómo la gestión responderá a sus problemas concretos”.
Distinta es la postura de Juntos por el Cambio, donde Ramiro Requejado recalca que “la Carta Orgánica es moderna y no creemos que necesite grandes modificaciones. Entendemos que hay que sostener las cuestiones que la hicieron un ejemplo en su momento, como la participación ciudadana, la doble lectura, las cuestiones de control. Podemos modificar las formas pero no lo espíritu de lo que representa”.
Agustín Coto, de Republicanos Unidos, hace foco en una cuestión: “frenar el gasto público y político”. Para ello, el convencional del espacio liberal remarca que “daremos las discusiones en búsqueda de consensos, siempre y cuando no signifique un aumento del gasto y con el objetivo de defender el sistema de contrapesos y controles que presenta el Estado”.
Es en la posición de Javier Branca donde encontramos acentuada la falta de mérito para la reforma: “No había necesidad ciudadana de modificación de la Carta Orgánica, ni de los clubes, sindicatos, cooperativas, iglesias. Nadie reclama o se siente asfixiado por la Carta Orgánica, por lo tanto no hay ningún artículo que tenga mayor importancia para modificar”.
En el caso del espacio que comanda Liliana “Chispita” Fadul vale aclarar que ante las preguntas realizadas, nos refirieron hacia su plataforma de campaña. Parece que debe ser mucho el trabajo que la doctora y sus colaboradores enfrentan en el análisis de los artículos a debatir. Desde este medio no queremos ser malpensados y elucubrar que quizás la poca voluntad a expresar su posición pasa por el intento frustrado de la ex-diputada de hacerse con la presidencia de la Convencional, algo que según revelan desde la “interna” no le habría gustado nada.
Volviendo a las posiciones, la plataforma de Somos Fueguinos recalca que “no existe real necesidad de proceder a la reforma de la Carta Orgánica Municipal” aludiendo que el texto “refleja los valores y principios constitucionales que para nosotros deben continuar rigiendo la organización social”. La postura se entiende, cuando pensamos que dos de los tres representantes que estarán presentes en esta discusión fueron parte integral de la previa Convencional Constituyente hace 20 años.
Cerrando las opiniones, Oyarzún recalcó que “desde Unidos por Ushuaia consideramos que esta es una oportunidad para proponer nuevas ideas tendientes a enriquecer la Carta Orgánica Municipal y en eso enfocamos nuestro trabajo”.
¿Cuál es su postura ante la posible incorporación de la figura de la viceintendencia?
Adentrándonos en terreno más político, la viceintendencia no parece contar con grandes apoyos. Quitando al oficialismo, donde Avila remarcó que es una figura presente en varias provincias, destacando que “de hecho varios de los actuales artículos de la Carta Orgánica fueron tomados de la de Córdoba, donde está presente la figura de la viceintendencia”. Si bien las funciones varían según la concejal, lo importante pasa por “instaurar una figura que agilice la tarea del intendente y el Concejo, llevando soluciones rápidas a los vecinos y vecinas”.
Coto por su parte no entiende qué beneficios acarrearía esta figura: “es una institución que no veo en qué términos significaría beneficiosa para la sociedad local”. Aunque en las antípodas de posiciones políticas, Branca parece seguir la misma línea “esto sería nutrir ese enorme ejército de supuestos representantes. No garantiza derechos ni mayor representatividad pero si más gastos a la ciudadanía. Estoy en desacuerdo con la burocracia del gobierno que luego se cuida los intereses entre sí y se distancia de las vivencias cotidianas y las necesidades de la comunidad”. De “Chispita”, si bien no contestó la pregunta, podemos esperar algo en esta línea.
Requejado, aunque en términos más dialoguistas, sostiene la misma línea: los beneficios que podría brindar la figura quedan eclipsados ante los recursos que costaría. “tenemos que cuidar los recursos del estado. Incorporar más cargos políticos con más asesores y más infraestructura no es algo que veamos como necesario. Hoy el funcionamiento del Concejo Deliberante con su presidente da un reemplazo al intendente en caso de licencia”.
Desde Unidos por Ushuaia Fernando Oyarzún hace hincapié en que “reducir la propuesta de los 106 artículos a solo temas de debate estrictamente políticos es faltarle el respeto a los vecinos”. Sin entrar en la discusión de si el término política aplica a todos los ámbitos de la vida organizada en sociedad, parece que desde el sector FORJA estarán abiertos al debate de todas las propuestas, sin presentar una opinión tangible antes de los debates.
¿Qué opina sobre la ampliación de la cantidad de miembros electos del Concejo Deliberante?
En otro de los artículos de clave política que podrían ser de amplio debate, las posiciones son variadas y los matices que encontramos en los que no podrían estar a favor de la propuesta también.
Desde Más Ushuaia la convencional y concejal Avila destaca que “es algo que está en nuestra Constitución, que una vez superados los 50.000 habitantes el Concejo podrá incrementarse por cada 10.000 habitantes. El Censo nos dará una certeza de cuántos y cuántas somos, pudiendo definir cuántos nuevos concejales corresponde”. La posición, se justifica en que “una mayor cantidad de concejales genera mayor y mejor representación de los vecinos y vecinas, así como de cada territorio de nuestra ciudad. Es importante que haya más voces en donde estén y estemos todos representados y representadas”.
Requejado, retomando la posición de la pregunta anterior, destaca que “no es determinante seguir incorporando cargos políticos que signifiquen una mayor cantidad de asesores, oficinas e infraestructura. Hoy el Concejo está sobredimensionado, gastando recursos casi sin sentido, con 20 o 22 asesores por concejal. Hace 20 años se sesionaba tres veces por mes y hoy no se llega a una, sosteniendo esa misma cantidad de concejales y asesores. Creemos que el concejo que está tiene que funcionar bien”. No obstante, el representante de Juntos por el Cambio cree que “podríamos dejar escrito hacia el futuro que superada cierta cantidad de habitantes, se incorpore un concejal cada cierto número a definir. Hoy no es necesario un concejal cada 20.000 habitantes, cuando hay ciudades que los tienen cada 60.000 o 70.000”.
Coto toma el guante de esta idea de flexibilidad y redobla la apuesta: “la Carta Orgánica debería establecer un mecanismo flexible que establezca la cantidad de concejales según los habitantes y no de forma taxativa. Ampliar me parece una cuestión interesante para el debate y válida si es en pos de mayor representatividad, siempre y cuando no signifique un aumento del gasto. Para ello, entiendo que establecido un tope al presupuesto del Concejo Deliberante, podría ser una cuestión a discutir”.
Branca por su parte, destaca que “siguiendo la línea antes expresada, no es el momento de ampliar el Concejo. Hay otras necesidades”.
¿Cuál es su posición ante la incorporación de paridad y el consecuente cambio del sistema de preferencias?
La paridad de género en el Concejo es otro tema de largo debate y, quizás, donde encontramos interpretaciones más diversas. Avila, una de las pioneras en este reclamo, recalcó que “es un tema fundamental para el avance de nuestra ciudad, pero además es necesario que la Carta tenga perspectiva de género, que va más allá de la simple paridad, es lograr que se tomen en cuenta y se superen las limitaciones que el patriarcado impone. Queremos una Carta Orgánica más democrática, que nos incluya a todos y todas”.
Para ello, según la concejal, “hay distintas herramientas que debemos discutir y consensuar en el marco de las sesiones” refiriéndose a posibles modificaciones a la conformación de las listas, la forma de distribución de bancas. No obstante, desde Más Ushuaia sostienen que “no tenemos objeción al sistema de preferencias, es un sistema que tiene más de 20 años y con el que el vecino y la vecina ya está familiarizado”.
Desde el espacio que lidera Javier Branca entienden que “por un lado la paridad ya está consagrada en el marco normativo con la composición de listas”. Para el concejal, “quiénes proponen la modificación no han hecho más que pronunciar el título, no han esbozado ninguna idea o propuesta de modificación”.
Republicanos Unidos, en cierta medida, observa un panorama similar: “la cuestión de las preferencias no entra en esta reforma. Hoy tenemos un doble criterio, preferencias y paridad, lo que genera un problema técnico. No es algo sobre lo que podemos dar discusión por como fue convocada la reforma” declaró Coto.
En Juntos por el Cambio la posición es más intermedia. Si bien “entendemos que es algo que se tiene que tratar y es importantísimo que esté, no creo que la elección en el caso de preferencias sea la responsable. Por un lado está la paridad en el Estado, algo que tiene que quedar reflejado en la Carta Orgánica, por el otro sistema de votación. No creo que la boleta única que algunos proponen asegure paridad. Hay que sostener este método de preferencias innovador que tiene la ciudad” subrayó Requejado.
¿Hay algún artículo que le gustaría modificar?
Finalizando, consultamos a las y los convencionales si hay algún artículo en particular que les gustaría modificar. Como destacamos previamente, Somos Fueguinos nos refirió como respuesta monolítica a su plataforma de campaña, en donde la propuesta es la oposición a la propuesta, en un giro irónico tan propio de la política fueguina.
Por el lado de Si, Ushuaia, el espacio representado por Javier Branca tampoco obtuvimos una respuesta clara, algo que se entiende en la línea antes planteada por el concejal: la reforma es innecesaria.
Juntos por el Cambio, con Ramiro Requejado a la cabeza, fue de los primero que habló de una incorporación concreta: “como artículo a modificar y que generaría un cambio interesante para bien es incorporar el ballotage en la elección para intendente. Hoy solamente es una vuelta y el intendente puede salir elegido con el 20% como pasó con la primer elección de Walter Vuoto. Entendemos que habría que incorporar esta segunda vuelta para legitimar la figura del intendente”.
Agustín Coto, siguiendo esa misma línea, también nos ofreció una posible modificación a la Carta Orgánica. “Nos gustaría discutir el piso de integración para la elección de concejales, que hoy está en el 5%, así como poner un tope al presupuesto del Concejo Deliberante para frenar el incremento del gasto público y político”.
Desde el oficialismo, Laura Avila detalló que “la idea de nuestro espacio es discutir todos los artículos que el Concejo ha dispuesto, buscando la mejor redacción posible para que conformemos una mejor Carta Orgánica. Estamos dispuestos a escuchar todas las voces, tanto de constituyentes como de vecinos y vecinas para determinar qué artículos y en qué extensión pueden o deber ser modificados”.
Como inferimos previamente, parece haber tres frentes ideológicos ante la reforma de la Carta Orgánica. Con 5 bancas Más Ushuaia, y probablemente una alianza implícita con Unidos por Ushuaia, parece dispuesto a modificaciones profundas que van más allá de las formas o el ocasional retoque, apuntando a un debate extenso y comprensivo de los 106 artículos propuestos.
Por otro lado aparecen las reformas más puntuales y con el ojo puesto en evitar el incremento del gasto político en los espacios de Juntos por el Cambio, con dos bancas, y Republicanos Unidos con una, que podríamos decir tienen una percepción similar de la realidad que atraviesa la ciudad y su funcionamiento político.
A estas tres bancas se le podrían sumar otras 4 en la negativa por las reformas. El vínculo en posición ante la reforma de Somos Fueguinos con tres bancas y Si, Ushuaia con una, probablemente lidere la avanzada en contra de las propuestas del oficialismo y otros espacios.
En el limbo queda una banca, que seguramente tendrá el voto decisivo para que las propuestas se aprueben o no, en Mónica Urquiza . La vicegobernadora ejercerá un poco la función de pivote entre los reformistas y conservadores, dirimiendo dependiendo de quién termine ejerciendo la presidencia.
Falta poco para comenzar, pero a primera vista vemos que no parecen ser muchos los puntos de consenso común entre todos los partidos políticos y la disputa política será intensa de principio a fin.