Desde manualidades, venta de indumentaria, accesorios, productos de belleza; los emprendimientos avanzan cada vez más y se instaló esta nueva modalidad de trabajo. Se comercializa, mayormente, a través de la redes sociales. Su principal ventaja es el ahorro del gasto en un local físico.
Muchos de ellos nacieron como consecuencia de la pandemia y decidieron emprender, los motivos son variados: ser su propio jefe y manejar sus horarios, cumplir un sueño o simplemente generar un ingreso extra. Hoy luego de dos años, algunos de ellos siguen vigentes y se convirtieron en su principal fuente de ingreso.
“Comenzamos a finales del primer año de la pandemia , se trató de un emprendimiento familiar formado por dos hermanas. Nos llevó más o menos 3 meses armar el proyecto que consistía en buscar proveedores mayoristas, a prueba y error considerando gastos de distancia y demás, armado de showroom, donde contratamos mano de obra local para hacer los muebles , armado de Instagram y página web; estas dos últimos nos llevó bastante trabajo por desconocer del tema” detalló una emprendedora dedicada a la venta de indumentaria femenina.
Consultada acerca de cómo se dieron a conocer manifestó que “los primeros clientes fueron allegados y amigas que les fuimos comentando en qué estábamos trabajando y adelantando por fotos los productos y marcas que íbamos a traer. Con el paso de los meses se fue expandiendo a demás personas que les gustó lo que ofrecemos y se sintieron atraídas por la diferencia de precios en relación a un local comercial del centro”.
Con respecto al propósito del proyecto contó que era tener un ingreso extra y como desventaja mencionó la falta de conocimiento en marketing y en finanzas, “porque lleva tiempo que un emprendimiento dé frutos y hay que considerar esto a la hora de emprender” advirtió.
La mayoría comercializan sus productos por redes sociales lo que conlleva a la creación diaria de contenido que requiere cierta frescura buscando generar un ida y vuelta con el comprador para que el emprendimiento tenga más posibilidades de alcanzar el éxito.
Otro de los recursos que utilizan es generar vínculos con sus pares y “asociarse” para realizar una venta conjunta y ofrecer cada una sus productos.
“Lo que hacemos es buscar, por ejemplo, algún emprendimiento con el cual nos identifiquemos, puede ser de accesorios o calzados y lo promocionamos por las redes sociales indicando que un fin de semana estaremos acompañadas y generamos ofertas para que el cliente se sienta más atraído” concluyó.
Críticas a ferias y showrooms
Cabe mencionar que desde la Cámara de Comercio hicieron un fuerte reclamo, en época de pandemia, solicitando al estado que se controle la venta a través de internet y exigiendo «iguales condiciones» entendiendo «que la formación de precio se hace con el pago de alquileres, de tributos y de los empleados en blanco».
Si bien esta fue una critica que se hizo en un momento donde el país era fuertemente golpeado por la pandemia y el sector comercial, al igual que otros rubros, atravesaban una profunda crisis no deja de ser notorio que también este momento fue un impulso para que muchas personas se animaran a «desafiar» esta situación e iniciar su propio camino comercial.