Lic en Turismo. Viajera por opción. Políglota Especialista en Viajes de Grupos e Incentivos por más de 15 años.

Esta semana continuamos con el hermoso recorrido por Marrakech, conocimos un poco de la identidad de la ciudad a través de su cultura, arquitectura, sus locales típicos y hoy seguiremos visitando en profundidad sus atractivos turísticos más destacados.

Siguiendo el mismo recorrido, nos encontramos con Mellah o el antiguo barrio judío, una de las zonas menos visitadas de la Medina, pero también uno de los lugares que ver en Marrakech más interesantes. La creación de este barrio se remonta al siglo XVI con la expulsión de muchos hebreos de la península ibérica ordenada por los reyes de España y Portugal, lo que ocasionó la emigración y formación de una de las comunidades judías más grandes de Europa en esta zona. Aunque ahora su presencia es testimonial, aún se conserva alguna sinagoga como la Al Azama, que junto al cementerio judío son dos de sus principales atractivos. Para acceder tenes que llegar hasta la Plaza des Ferblantiers, puerta de entrada al barrio. Sus calles no están llenas de tiendas como las del Zoco pero sí que hay buenos mercados y los precios son más baratos que en el resto de la Medina.

Riads

Continuamos con los riads de Marrakech, son pequeños y antiguos palacios árabes con un precioso patio interior que se han adaptado como hoteles. Estos edificios los recomiendo al máximo para pasar la noche en la medina de Marrakech ya que disfrutas de placeres como el sonido de la fuente del patio, el olor de las plantas, las vistas de la Medina desde la terraza mientras tomas un té de menta, la hospitalidad árabe, los desayunos tradicionales y la tranquilidad de sus pocas habitaciones, cosas que te aseguro, se quedan para siempre en la memoria. Te alojes o no en uno de ellos, también te aconsejo ir a cenar a algún riad famoso como Dar Cherifa o visitar la Casa Tiskiwin, un antiguo riad convertido en museo.

Muralla de Medina

Los Jardines Majorelle, localizados fuera de la Medina, son los más lindos de la ciudad. Estos jardines botánicos diseñados por el artista francés Jacques Majorelle fueron adquiridos en 1980 por el gurú de la moda Yves Saint Laurent y a día de hoy son un pequeño oasis para desconectar de la estresante Marrakech y refugiarte del calor sentado debajo la sombra de sus árboles. El jardín tiene especies de todo el mundo, desde cactus, bambú y plantas acuáticas hasta cocoteros y bananeros además de fuentes, lagos y edificios de color azul hacen que hacen que el conjunto sea realmente bonito y fotogénico, siendo también uno de los lugares más visitados de la ciudad.

La Medina está rodeada por una impresionante muralla de 15 kilómetros que separa su parte más antigua de los nuevos barrios y que se ha convertido en otro de los lugares que ver en Marrakech. Construida en arcilla y adobe tiene una altura de unos 10 metros y tiene 10 impresionantes puertas de entrada entre las que destaca la Puerta de Bab Agnaou del siglo XII, decorada con bajorrelieves y piedra verde de Gueliz.

La Mezquita Koutoubia también conocida como “minarete de los libreros”, por la gran biblioteca y los puestos de manuscritos que la rodeaban antiguamente, es uno de los edificios inconfundibles de la silueta de Marrakech gracias a su minarete de 66 metros de altura. Es la mezquita más importante que ver en Marrakech y una de las más grandes del mundo árabe. Además se encuentra muy cerca de la Plaza Jamaa el Fna y podes verla desde las terrazas de muchos restaurantes y de los riads de alrededor, desde donde podes sacar buenas fotos de la medina con el minarete sobresaliendo en el horizonte. Recordá que como en el resto de mezquitas de la ciudad está prohibida la entrada a los no musulmanes, aunque merece la pena acercarse cuando empiezan las llamadas a la oración para ver el ambiente de los alrededores.

El Palacio de la Bahía que fue construido a finales del siglo XIX para ser el palacio más espectacular del mundo. Este conjunto de edificios y jardines realizados en estilo árabe ocupan 8 hectáreas y entre sus lugares más destacados está el harén, con un estanque en el patio central rodeado de las habitaciones de las concubinas.

El Palacio Badi

El Palacio Badi fue construido a finales del siglo XVI por el sultán Ahmed al-Mansour para celebrar la victoria sobre el ejército portugués en la Batalla de los Tres Reyes. Esta edificación, ubicada a pocos metros de la Plaza Djemaa el Fna, se encuentra totalmente en ruinas por lo que sólo conserva un patio interno lleno de naranjos y algunos muros sobre los que se tienen hermosas vistas tanto de Marrakech como del Atlas. Al llegar al Palacio y ver las dimensiones de su patio es posible apreciar la magnitud de este edificio, a pesar de que quede muy poco de su época de esplendor. Visitar el museo y caminar por las ruinas es una experiencia sumamente enriquecedora, que te lleva a reconstruir en tu imaginación la grandeza de tiempos pasados. Para que la visita la optimices, recomiendo, realizar el recorrido junto a un guía experto que pueda brindar toda la información que necesitas.

Este destino nos llevó a soñar desde lo más profundo de la cultura árabe, con su presencia por todos lados, desde la comida, los museos, las mezquitas y especialmente su gente, siempre cálida recibiendo al turista con una sonrisa sincera, gracias Marrakech.

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here