Hoy vamos a recorrer una ciudad mágica desde cualquier punto de vista, hablo de Marrakech, antigua ciudad imperial en el oeste de Marruecos y un importante centro económico con mezquitas, palacios y jardines. Cuenta con 1.545.541 habitantes y se ubica al pie del Atlas, a 466mts sobre el nivel del mar. Posee numerosos monumentos patrimonio de la Humanidad. Es, junto a Mequinez, Fez y Rabat, una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos. Fue fundada en 1062 por los almorávides y fue la capital del Imperio Almorávide y Almohade. La ciudad posee el mercado tradicional (Zoco) más grande del país y una de las plazas más concurridas de África y del mundo, Djemaa el Fna. Conocida como la “Ciudad Roja” por el color rojo-ocre de sus edificios, esta ciudad tiene en su fantástica Medina un caótico entramado de callecitas que te llevan por sus rincones y sus interminables zocos, regalando momentos que estoy segura, se volverán inolvidables.
Hay que tener en cuenta que Marrakech es la ciudad más visitada de Marruecos y que probablemente, durante tu visita, encontrarás mucho turismo, llegando incluso a resultar un tanto agobiante si estás en la hora pico en los lugares más visitados como el zoco. Es por ese motivo que te recomiendo organizar bien los días que vas a pasar en la ciudad y las visitas para poder disfrutar su verdadera esencia. Pese a que la ciudad tiene infinidad de atractivos, si es tu primera vez te recomiendo invertir un mínimo de dos días y evitar los meses de más calor de verano (julio y agosto) durante los que se pueden llegar a alcanzar temperaturas superiores a los 40 grados. Si tenes más tiempo, podes hacer alguna excursión a la ciudad costera de Essaouira o pasar una noche viendo las estrellas en el desierto de Merzouga o Zagora.
A continuación te detallo los atractivos esenciales a la hora de visitar esta enigmática ciudad.
La Plaza Jemaa el Fna es el centro neurálgico de Marrakech ya que todas las rutas por la antigua Medina terminan o empiezan en esta plaza. Además de ser el corazón, es un lugar con una magia especial, que invita a visitarlo en varios momentos del día ya que cambia constantemente. No es raro encontrarte por la mañana animales varios, encantadores de serpientes o vendedores de jugos naturales de naranja, mientras que por la noche la plaza se transforma totalmente, llenándose de puestos de comida. Una alternativa para tener un buen primer contacto con la Medina y la Plaza Jemaa el Fna es reservar un free tour, como siempre les recomiendo con guía en español y 3 horas de duración.
Entrar en la Medersa Ben Youssef, la escuela musulmana más grande de Marruecos, es una de las mejores cosas que ver y hacer, sin ninguna duda. Esta antigua escuela musulmana de estudios superiores construida en el siglo XIV enamora a primera vista cuando entras en su patio central presidido por una increíble lámpara de hierro y observas con calma todos los detalles de las paredes cubiertas de paneles de cedro, estuco y mármol hechos a mano, además de arcos y muros decorados con azulejos. En su máximo apogeo, 800 estudiantes memorizaban el Corán en sus 130 austeras celdas hasta su cierre, en el año 1960 y actualmente es uno de los lugares que visitar en Marrakech más imprescindibles.
Encontrar las Tumbas Saadís en la Medina, es un poco complicado, por lo que no me extraña que estas tumbas que datan del siglo XVI no se descubrieran hasta el año 1917. Para acceder a ellas tenes que recorrer un estrecho pasadizo, situado en el lado derecho de la mezquita Moulay El Yazid, cerca de la gran puerta Bab Agnaou. Una vez en el complejo funerario te recomiendo acercarte al mausoleo de la Sala de las Doce Columnas que tiene doce columnas de mármol blanco sosteniendo una cúpula de madera de cedro hecha a mano que es una verdadera obra de arte. La Sala de los Tres Nichos y la Sala de Mirhab se encuentran al lado, pero son más chicas y no tan decoradas, aunque por supuesto, también merecen una visita. En todas descansan miembros de la Dinastía Saadí mientras que en los jardines hay más de 100 tumbas de sirvientes y soldados decoradas con mosaicos.
Perderse, regatear, comprar o incluso enojarse un poco, son algunas de las reglas que tenes que tener claras antes de entrar en el Zoco además de ser uno de los mejores consejos para viajar a Marrakech. En plena Medina y entrando por el lateral norte de la Plaza Jamaa el Fna te metes en un laberinto de callecitas llenas de tiendas y algún que otro puesto de comida, que harán las delicias a los amantes de las compras. Es importante saber que en el zoco podes encontrar infinidad de cosas: desde los típicos farolitos de metal, babuchas, juegos de té, especias, frutos secos, hasta ropa. Otro pintoresco lugar es la Plaza de las Especies (Rahba Kedima) repleta de puestos de venta de especies de mil colores y aromas en la que además podes encontrar dibujantes de henna natural.
Existen muchísimos lugares para recorrer en esta gran ciudad, lo tiene todo, cultura, historia, religión, gastronomía milenaria, productos artesanales exclusivos, la semana que viene, les seguiré contando de esta atrapante ciudad con muchísimo potencial para el visitante. Gracias Marrakech!
