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Hoy vamos a recorrer una ciudad de cuento de hadas, conocida como la joya de Flandes, Brujas, capital de la provincia de Flandes Occidental. Se localiza en el extremo noroeste de Bélgica a 90 km de la capital, Bruselas, cuenta en su núcleo urbano con una población de 117 000 habitantes. Su nombre proviene del germánico occidental «Bryggia» («puentes», «muelles», «atracaderos»). Es interesante destacar que, en el neerlandés, “brug” significa «puente», y que esta ciudad ostenta como nombre el plural de esta palabra, debido a la gran cantidad de puentes que esta ciudad alberga.

Sin dudas, lo que todos conocemos de este lugar son las postales de ensueño que podemos apreciar cuando un viajero sube a la red, en la televisión, documentales y revistas. El mayor atractivo de Brujas es su casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2000. ​ Aunque en gran parte ha sido reconstruido, dicho centro urbano es uno de los más grandes atractivos europeos, ya que mantiene intactas las estructuras. Al igual que Ámsterdam, Gotemburgo y Hamburgo, entre otras, Brujas es conocida como “la Venecia del norte”, debido a la gran cantidad de canales que atraviesan la ciudad y a la belleza de los mismos.

En este tipo de destinos es imposible no hablar un poco de su historia, por ejemplo, un dato curioso para contarles, Felipe el Hermoso, Rey de Francia, se la arrebató al Conde de Flandes. En 1302 se inició una revuelta contra los invasores franceses con el nombre de «torcedores de lengua», los habitantes de Brujas, mataron a 1.400 franceses en una noche. Después se convirtió en un gran puerto al que llegaban mercancías de toda Europa. A finales del siglo XV, cuando el Zwin se desecó inexplicablemente, la ciudad perdió importancia a favor de Amberes. Gracias a la construcción del puerto de Zeebrugge, unido a Brujas por un canal, volvió a recuperar su actividad.

Como siempre, les recomiendo comenzar los con free tours en la plaza principal, es fácil reconocer a los guías, siempre tiene paraguas colorados, este tour gratis, generalmente tiene una duración de 3hs y se realiza a pie, lo que destaco, es la manera en que los guías te van relatando la historia del lugar, enlazando el pasado con el presente y la impronta arquitectónica que quedó en el lugar.

Luego del tour que nos deja en Grote Markt o Plaza Mayor es el corazón de Brujas, esta plaza, rodeada de edificios medievales con pintorescas fachadas, sobresale la Torre Campanario Belfort, la cual te deja con la boca abierta, en el próximo párrafo te cuento bien de que se trata. Merece la pena sentarse y tomar una buena cerveza artesanal en alguna de las terrazas de esta plaza mientras observas el ajetreo diario de turistas y la estatua en honor a los héroes locales Jan Breydel y Pieter De Koninck, situada en el centro. Después de la visita puedes dar una vuelta por alguna de las calles comerciales de los alrededores como la Sint-Jakobsstraat repleta de cafés y tiendas.

Muy cerca encontramos, como les había adelantado, El Belfort, una torre campanario de más de 80 metros de altura, es uno de los símbolos y lugares que visitar en Brujas más famosos. Desde esta torre de estilo gótico del siglo XIII, disfrutas de unas fantásticas vistas del centro histórico y la ciudad, aunque no olvides que para llegar a lo alto, donde se encuentran las famosas 47 campanas del carillón, solo es necesario subir los 366 escalones. Alrededor de la torres se encuentran alguno de los mejores restaurantes donde comer en Brujas como el Soup y el In Den Wittenkop, perfecto para probar los típicos mejillones con patatas fritas.

Infaltable, El Museo Groeninge, situado en una zona tranquila del centro histórico, es el museo más importante de Brujas. Durante alrededor de una hora te transportas a varios siglos de la mejor pintura belga y sus grandes maestros viendo algunas de sus obras más famosas como la “Virgen con el canónigo Van der Paele” de Jan van Eyck, el “Tríptico de Guillaume Moreel” de Memling o “Muerte de la Virgen” de Hugo van der Goes, entre otras muchas. Luego tenemos El Museo Memling, situado en el antiguo Hospital de San Juan, es uno de los más antiguos de Europa y tiene un interior muy lindo en el que podes visitar la farmacia, las salas del hospital y sobre todo, una antigua capilla donde se conservan 6 fantásticas pinturas del artista Hans Memling.

Otro de los atractivos imperdibles es La Iglesia de Nuestra Señora de Brujas o Vrouwekerk es la segunda torre de ladrillo más alta del mundo. Este edificio de estilo gótico con una torre de ladrillo de más de 120 metros maravilla por albergar en su interior la Madonna de mármol del gran maestro italiano Miguel Ángel.

Seguimos por la Catedral de San Salvador, la iglesia más antigua de Brujas, tiene una torre de 100 metros de altura del siglo XII coronada por una aguja gótica. En el interior se encuentran varias obras de arte en forma de tapices, sillas de madera del siglo XVI, esculturas, tumbas, pinturas y un bonito altar.

Otra zona favorita de Brujas es la peatonal Groenerei, conocida como el muelle verde por el color de sus aguas y la vegetación que brota a orillas del canal. Desde este paseo arbolado tenes unas vistas increíbles de los viejos puentes Meebrug y Peerdenbrug, de la Iglesia de Notre Dame y de la Torre Belfort, además de estar rodeado de b edificios flamencos a ambos lados del canal como la Casa del Pelícano (De Pelikaan), un antiguo hospital construido en el año 1714.

Pasear en bote por los canales turístico, sí. Los canales son los verdaderos protagonistas de Brujas y no hay mejor manera de verlos que desde un paseo en bote. Se los recomiendo 100%, es otra manera de recorrer la ciudad con una perspectiva única.

Por último, como en toda Bélgica, Brujas también destaca por la cerveza y el chocolate artesanal. Una de las cervecerías más reconocidas para visitar es De Halve Maan, la fábrica de la cerveza Brugse Zot, una de las más famosas de la ciudad. De hecho, si queres conocer mas sobre el tema, hay hasta un museo dedicado a la cerveza. Lo mismo pasa con el chocolate, primero, tenes tiendas para degustar las veces que quieras hasta un Museo del Chocolate.

Este destino te deslumbra por donde lo mires, sus canales, su escenografía de la Edad Media, su cultura, te transporta a un mundo de hadas, mágico, perfecto, sin dudas hay miles de razones para no perderte esta ciudad encantadora. Gracias Brujas!!

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