Hoy vamos a recorrer esta bella ciudad, ubicada en el noroeste de España, capital de la provincia de Salamanca, parte de la región de Castilla y León. Su historia se remonta a la época celta y es conocida por su arquitectura ornamental de arenisca y la Universidad de Salamanca. Se fundó en el siglo XII y fue un centro intelectual clave en los siglos XV y XVI. La universidad sigue aportando a la vitalidad de la ciudad con su población de estudiantes internacionales. Tiene una población de 144.436 habitantes.
Si hablamos un poco de los orígenes de la urbe, se remontan a hace unos 2700 años, durante la primera Edad de Hierro, cuando los primeros pobladores de la ciudad se asentaron en el cerro de San Vicente, a la ribera del Tormes. Desde entonces, la metrópoli ha sido testigo del paso de diversos pueblos: vacceos, vetones, romanos, visigodos y musulmanes. Raimundo de Borgoña, yerno del rey Alfonso VI de León, fue el encargado de repoblar la ciudad durante el Medievo y asentar las bases de la Salamanca actual.
En 1988, la ciudad vieja fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Cuenta con un importante patrimonio histórico-arquitectónico. En 2002, fue nombrada, junto con la ciudad belga de Brujas, Capital Europea de la Cultura por el Consejo de la Unión Europea y el Parlamento Europeo. Desde 2003, su Semana Santa está declarada de interés turístico internacional.
Si tengo que definir este destino, podría decir que es una ciudad alegre, universitaria y viva. Se trata de uno de los lugares más turísticos y visitados tanto por españoles y extranjeros, donde podes concurrir en cualquier época del año.
Como siempre les recomiendo, apenas llegan al destino, sugiero realizar el Free tour por todo el caso histórico de la ciudad, el mismo tiene una duración de 3hs y se realiza caminando. No obstante a continuación les detallo los principales atractivos que nos llevan a conocer esta ciudad que tanto nos encanta.
Comenzamos sin dudas, por la Plaza Mayor, centro de la vida social de la ciudad. Comenzó a construirse en 1729 en estilo barroco. Se tardó en edificar más de 26 años, debido a los problemas y litigios que tuvieron con los nobles de la ciudad. Ninguno quería que su casa fuera igual a la casa del vecino. La plaza tiene forma rectangular y toda ella está porticada. Lo más característico es la fachada del reloj o del Ayuntamiento. Está coronada por cuatro esculturas dedicadas a diosas clásicas y es el lugar donde los salmantinos se citan como punto de encuentro. También son curiosos los medallones que decoran los arcos de la plaza. Representan a los reyes de la dinastía borbónica y a personajes ilustres de la ciudad.
Seguimos por uno de los palacios más emblemáticos de la ciudad, la casa de las conchas. Su fachada está decorada con conchas, símbolo heráldico de la familia Pimentel. Se colocaron tras la boda de Juana Pimentel con don Arias Maldonado en 1517. Era una forma de mostrar a la ciudad el ascenso social que conseguía la familia Maldonado con ese matrimonio.
Justo en frente de Casa de las Conchas ves esta imponente iglesia, de la Clerecía, edificada por la Compañía de Jesús. Es de estilo barroco y en la parte superior de su fachada verás una gran escultura dedicada a la reina Margarita de Austria, esposa del rey Felipe III. En su interior se conservan varios retablos en estilo churrigueresco que son excepcionales. Hoy en día es una biblioteca pública. Podes ingresar gratuitamente. En su interior tiene un precioso patio porticado con unos maravillosos arcos salmantinos, un estilo de arquitectura única en el mundo.
Salamanca presume de tener dos catedrales. Cuando comenzaron las obras de la construcción de la nueva catedral en el s.XVI, dejaron la catedral antigua a un lado pensando que algún día la derruirían para ampliar la nueva catedral. Afortunadamente el proyecto no finalizó como esperaban y la catedral vieja de estilo románico se conserva tal como era. No tiene agregados posteriores, lo que la convierte en una de las pocas catedrales que se mantienen fieles a su origen.
También tenemos la Catedral Nueva, está dedicada a Santa María de la Sede y fue construida a lo largo de los siglos XII y XIII. No podes ir y no sentarte en uno de los bancos cercanos al altar y contemplar su retablo: hasta 53 tablas pintadas por el artista Italiano Daniel Delli y un imponente juicio final en la parte más alta.
El Convento de San Esteban es un convento dominico situado en la plaza del Concilio de Trento. Según la tradición, Colón se alojó en este convento (en realidad en el anterior, destruido para construir éste) cuando fue a Salamanca para defender ante los geógrafos de la Universidad la posibilidad de llegar a las Indias navegando hacia Occidente. La portada de la iglesia es uno de los más lindos ejemplos de plateresco, concebida como portada-retablo formando un arco de triunfo. El arquitecto, Rodrigo Gil de Hontañón utilizó una técnica nueva y revolucionaria, ya que solamente se apoya en los muros, en voladizo, sin otros soportes, creando un espacio bastante diáfano que parece sostenerse milagrosamente.
Si hay una institución ligada a Salamanca como uña y carne y por la que se la conoce en el mundo entero esa es su Universidad. Sus ocho siglos la contemplan siendo la más antigua de España y una cuna del saber por la que han pasado alumnos de la talla de Elio Antonio de Nebrija, Francisco de Vitoria, Miguel de Unamuno, Luis de Góngora, Calderón de la Barca, Fray Luis de León o el primer presidente de nuestra democracia, Adolfo Suárez. Situada en la estrecha y encantadora calle Libreros, el Edificio Histórico de la Universidad de Salamanca es otro magnífico ejemplo del plateresco. Su denominada Fachada Rica es una auténtica obra de arte. Una auténtica labor de orfebrería en la piedra de Villamayor donde aparecen, bustos, medallones, animales, elementos vegetales, seres mitológicos y calaveras. Sobre una de estas últimas se esconde la archiconocida rana. Es habitual ver delante de la fachada a decenas de personas buscándola desesperadamente.
Sin dudas es una ciudad que respira historia, cultura y saber, es volver al pasado y recorrer sus leyendas a fondo, su gente abierta al turista hace que sea un placer conocerla con una sonrisa de oreja a oreja, Gracias Salamanca!