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Ciudad capital, sin dudas, una de las más pobladas de Dinamarca, localizada en la costa oriental de Seelandia, a tan sólo 28km de Suecia. Con una población de casi 1,5 millones de habitantes, es la ciudad más grande y activa de la península Escandinava. Se trata de una atractiva ciudad de escasa altura, formada por edificios de seis plantas. Los principales lugares de interés cultural e histórico están concentrados en un espacio relativamente chico; en el resto de la ciudad abundan los parques, jardines, fuentes de agua y plazas. Podría definirla como una ciudad cosmopolita, con una variada oferta turística y de espectáculos. Para los amantes de la música y de la fiesta, la ciudad cuenta con una activa vida nocturna, que se alarga hasta altas horas de la madrugada. Si de historia hablamos, podemos decir que fue fundada en el siglo XI en la isla de Seelandia, su situación hizo de ella la capital del país en 1443, además de un centro comercial muy activo. Sufrió varios ataques a lo largo de la historia y fue devastada por dos incendios en 1728 y 1795, por lo que conserva pocos edificios de aquellas épocas.

Para conocer esta hermosa ciudad, recomiendo entre 3 y 4 días para poder tener un pantallazo más que importante del lugar, a mi entender estos son los principales atractivos turísticos.

Quien no reconoce a la Sirenita, es el ícono indiscutible, de bronce que descansa sobre una roca en el puerto a orillas del Báltico. Mide 125 centímetros y pesa 180 kilos. Desde su nacimiento en 1913, creada por Edvard Eriksen, esta curiosa figura, ha pasado por todo tipo de leyendas, actos vandálicos y curiosas anécdotas. La leyenda más escuchada de esta escultura viene de que el autor quería tomar como modelo a una bailarina del Ballet Real de Copenhague, pero como no estaba de acuerdo en posar desnuda tuvo que tomar como referencia a su propia esposa. Una historia un tanto extraña. La idea principal era homenajear el cuento del famoso Andersen, aunque con una versión un poco más gris que la de Disney.

Una de las postales típicas de la ciudad, son las casas de colores a orillas del Canal Nyhavn en pleno centro de la ciudad. Sus terrazas a orillas del canal o sus barcos encallados en el mar hacen de uno de los lugares con más encanto de Copenhague. 

Seguimos por un atractivo muy lúdico, Jardines de Tívoli, con 4 millones de visitantes por año hace que sea un lugar super concurrido, a finales del siglo XIX, el diplomático danés Georg Carstensen convenció al rey Christian VIII de construir un parque de atracciones en Copenhague para que la gente se divirtiera y no pensara en los problemas políticos que tenía la corona. Desde su construcción en 1843, se han convertido en uno de los lugares favoritos de los daneses, ya que combinan su esencia original con las atracciones más modernas. La entrada principal al Tívoli se ha mantenido intacta desde su construcción. Un dato no menor, es el segundo parque de atracciones más antiguo del mundo solo por detrás de Dyrehavsbakken, también en Dinamarca. Llama la atención que incluso los históricos monumentos que rodean al Tívoli, el Ayuntamiento de Copenhague y la Estación Central, son posteriores a este mítico parque de atracciones.

Imposible no perderse el Museo Nacional de Dinamarca, el cual conserva los tesoros vikingos, momias egipcias y objetos de la edad de Bronce. Es el museo más importante del país y recorre la historia y la cultura danesas prácticamente desde sus inicios hasta nuestros días. La mayoría de los objetos expuestos en el museo provienen de la colección privada que el rey Federico III guardaba en su residencia en el siglo XVII. Entre los objetos más valiosos del Museo destacan el carro solar de Trunholm, joyas de la época vikinga y la famosa chica de Egtved. Uno de los tesoros del Museo Nacional eran los cuernos de oro vikingos, que fueron robados en 1802 y sustituidos por una réplica menos valiosa. La colección del museo no solo abarca la historia de Copenhague y Dinamarca, sino que permite a los visitantes viajar a otras culturas del mundo: la Polinesia, el Ártico, Japón, etc.

Siguiendo la línea cultural, destaco La Galería Nacional de Dinamarca, uno de los edificios mas lindos de la ciudad con la colección de arte más importante del país. El museo consta de dos edificios, uno de estilo renacentista y otro moderno, conectados por una galería llena de esculturas y un escenario. Es bastante frecuente que el SMK organice conciertos, exhibiciones de danza o exposiciones puntuales en este espacio. Más de 9.000 pinturas y esculturas conforman la colección de la Galería Nacional de Dinamarca. Muchas de estas obras han sido adquiridas y cedidas por la monarquía danesa a lo largo de los últimos siglos. De esta forma, en el SMK es posible disfrutar del arte danés desde el Renacimiento hasta la Edad Contemporánea.

Por último tenemos el impresionante Palacio Chriatiansborg, residencia real de la monarquía danesa hasta 1794, cuando se mudaron al Palacio de Amalienborg. Hoy en día, Christiansborg es uno de los monumentos más visitados de Copenhague y sigue prestando servicios ocasionales a la Corona. En la actualidad está al servicio del estado. Es la sede del Parlamento de Dinamarca y de los poderes judicial y ejecutivo; lo que convierte en el único edificio del mundo en albergar los tres poderes del Estado.

Cabe destacar que esta ciudad escandinava llena de canales, de una rica cultura ciclista y de una gran economía, es conocida como la ciudad más feliz del mundo. Pero no hay que olvidar que también se destaca sobre todo por su excelente cocina, un magnífico sistema de transporte, impresionantes iglesias y museos, e incluso una comuna hippie. El combo perfecto que siempre les hablo, lo tiene todo, hasta su gente te recibe con los brazos abiertos. Gracias Copenhague.

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