Hace algunas semanas, mientras observábamos el debate de diputados por la Ciudad de Buenos Aires, teorizamos sobre las posibilidades de tener una metodología similar en la provincia, siempre con el objetivo de sumar instancias para escuchar plataformas y fortalecer el proceso democráticos.
Aníbal Rachid, conductor del programa Controversias, tomó el guante de este tan necesario mecanismo e impulsó el formato por primera vez en la provincia este jueves por la noche. Con la idea inicial de contar con todos los candidatos que se medirán en las elecciones legislativas generales, el resultado final quedó opacado, no por el conductor o el formato en sí, sino por los dos grandes ausentes: Carolina Yutrovic y Héctor “Tito” Stefani.
La sorpresa de la noche fueron los que no se presentaron. Ni la candidata del Frente de Todos ni el de Juntos por el Cambio decidieron pasar por el piso de Canal 11 de Ushuaia a medirse con sus rivales Liliana “Chispita” Fadul, Javier Giordano, Samuel Muñoz Letizia y Daniel Barría. Quizá la diferencia entre los dos que obtendrán las bancas es amplia con respecto a los partidos más pequeños, pero pegar el faltazo habla de sentir que hay más para perder que para ganar a la hora de hablar y debatir, algo que no es buena señal cuando el cargo que ostentarán los diputados consiste justamente en eso.
Quien capitalizó las ausencias de los dos candidatos principales fue la representante de Somos Fueguinos, Liliana “Chispita” Fadul. Aprovechando su experiencia e historia como dirigente provincial, “Chispita” sacó a relucir sus mejores armas, en un intento de seguir creciendo como tercer alternativa, ya no tanto con la mirada puesta al domingo 14, sino hacia 2023 con una rejuvenecida relevancia política.
Sacando a los ausentes, el debate que se extendió a lo largo de dos horas contó con varias categorías a recorrer, tales como Trabajo, Educación, Seguridad y Justicia, Salud y Ley 19.640 así como una instancia donde los candidatos debatieron entre sí de modo libre.
Si analizamos el debate con una mirada general, vemos que los candidatos presentes se enfocaron en marcar los errores de las alianzas mayoritarias y, con el correr de las dos horas, entraron en confianza para empezar a presentar sus plataformas. Mientras que se notó bastante cómodos con el formato a Giordano y Muñoz Letizia, Barría sufrió un poco con el sistema de réplica, eligiendo no utilizarlo en la mayoría de los bloques temáticos.
Fadul quizá fue la más punzante en el debate, apuntando en repetidas veces contra los ausentes Stefani y Yutrovic, pero a la hora del debate libre, todos aprovecharon para darles un “palito”. Uno de los puntos álgidos también fue la 19.640, donde todos los candidatos coincidieron en una necesidad de una perspectiva más provincial, criticando la decisión del decreto de generar un Comité con presencia nacional exclusiva.
En el balance, sacando algún cruce entre Muñoz Letizia y Giordano por su vínculo con la alianza FORJA, donde el representante del MPF se desmarcó rápidamente de Villegas y Urquiza, no hubo grandes cruces. Parece que la lógica de los partidos más independientes es la misma: el problema es cuando desde Nación, sea cual sea el partido, toman decisiones verticales.
¿Hubo ganador en el debate? Lo cierto es que no hubo grandes ganadores ni ganadoras: gran parte del público, entre los que me incluyo, esperaba ver un choque de las dos fuerzas principales a nivel político provincial y, si bien fue interesante escuchar las plataformas de los partidos de tinte más independiente, nos dejó con sabor a poco.
Mientras vemos que tanto la Ciudad de Buenos Aires como la Provincia de Buenos Aires pudieron parar al lado a candidatos como Santilli y Tolosa Paz, así como Vidal y Santoro, en la provincia parece que los “puentes” en Tierra del Fuego no están tendidos como para compartir un espacio y quedar “vulnerable” a lo que el otro pueda preguntar. Quizá fue miedo de quedar en evidencia, quizás un problema de agendas, pero deja mucho que desear la actitud de quiénes representarán muy probablemente a la provincia por los próximos cuatro años en la Honorable Cámara de Diputados. Si no hay capacidad de diálogo y de exponerse a situaciones donde se presenten posturas diversas: ¿Qué van a hacer cuando les toque velar por los intereses de los fueguinos?.
