Quizás la noticia más relevante del ciclo de noticias fueguino en los últimos años y la más esperada por la población en general. La extensión del subrégimen industrial hasta 2038, 15 años adicionales a los 2 restantes, movilizó al arco político fueguino involucrando diputados, senadores, intendentes y al gobernador de la Provincia, Gustavo Melella, acompañando al presidente Alberto Fernández y varios ministros de su gabinete. ¿Cómo se gestó el acuerdo y quiénes fueron los ganadores en la toma de la decisión?.
La noticia de la extensión del subrégimen industrial, conocido como la Ley 19.640, si bien era un secreto a voces entrado el fin de semana, se extendió como un incendio en los medios locales y nacionales. Como es más que entendible, todos deberíamos haber leído o escuchado que su extensión será de 15 años, alcanzado al menos hasta el 2038, con posibilidad de extenderse por 15 años más para las empresas que cumplan con los requisitos establecidos por el Gobierno Nacional en el decreto. No obstante, bastante análisis político se puede hacer del acto de presentación y del anuncio del ministro Matías Kulfas de la creación de un fondo para la ampliación de la matriz productiva, donde las empresas que usufructúen este beneficio deberán invertir en obras de infraestructura productiva y la ampliación de dicha matriz.
“Una imagen dice más que mil palabras” y la foto del anuncio lo deja claro. A la misma altura, o quizás más, quedaron encolumnados el gobernador Gustavo Melella y el intendente de Ushuaia Walter Vuoto. Si bien Martín Pérez, intendente de Río Grande, participó de la mesa y habló, dicha posición se explica en la preeminencia de la ciudad del norte de la provincia en el sector industrial. La presencia de Vuoto demuestra que el vínculo del hoy presidente del Partido Justicialista provincial y la vicepresidenta es fuerte, haciendo que a la hora de pensar en Tierra del Fuego desde la Rosada su nombre aparezca en el mismo orden que el del gobernador. Si bien la pax justicialista electoral se mantiene, queda claro que cuando los dos están presentes uno siempre busca identificar los gestos de los dirigentes nacionales buscando más o menos cercanía con uno o con otro.
La extensión del subrégimen también habla de una interna gubernamental: si tenemos que hablar de más a favor de la medida y menos los cristinistas ocuparían el primer lugar mientras que los albertistas el segundo. No es novedad que Kulfas no es un fanático del área aduanera especial en la isla, si bien suavizó su postura en buena medida al asumir el cargo de ministro de Desarrollo Productivo. Que hubo concesiones salta a la vista, sean la cantidad de años (pensemos que Manaos tendrá su subrégimen hasta 2073), el establecimiento de un sistema de extensión automática por 15 años para la empresas en cumplimiento del acuerdo, la creación de un fondo de inversión para diversificar la matriz productiva o los constantes remarques del ministro de explorar otras alternativas productivas. Hablando mal y pronto la postura de Kulfas era un intermedio entre la de Cambiemos que buscaba el cambio de producción al corto plazo y la del sector de los halcones del kirchnerismo que ven las fábricas como la alternativa más efectiva.
Otros que influyó y mucho, aunque no suele ser tapa ni buscado para la foto, fue el senador nacional Matías Rodríguez. El socio por excelencia del intendente Vuoto parece haber sido una pieza clave en la rosca porteña para terminar por cerrar la extensión de la Ley, generando los consensos necesarios para sacarlo antes de las elecciones generales.
Nada es casual en la vida, y mucho menos en la política. Que la extensión del subrégimen se dé a unos meros 26 días del 14 de noviembre habla de un trabajo contrarreloj del arco político oficialista por salir a recuperar los votos perdidos en Tierra del Fuego ante Juntos por el Cambio. Mientras la militancia “patea la calle”, en Buenos Aires ni lentos ni perezosos los diputados y senadores prepararon la cancha para el anuncio. Otro dato no menor será el bono de $40.000 que anunció el presidente Fernández, luego de un acuerdo con el sector empresarial a implementarse en noviembre. La estrategia de poner plata en la calle para buscar calmar el descontento popular posterior a la pandemia y la crisis económica no es solo general. Alguna vez un ex-funcionario provincial me dijo que “las elecciones se ganan en la administración pública y en la puerta de la fábrica”, si se sigue la misma lógica, no sería descabellado ver un crecimiento del Frente de Todos en Río Grande, bastión de los industriales.
Será interesante ver la reglamentación de este fondo de inversiones para la ampliación de la matriz productiva, que según estiman las fuentes oficiales podría rondar los 1.500 millones de USD. De ese monto saldrían obras de infraestructura así como proyectos para la diversificación productiva, a modo de “asegurarse” una contraparte del empresariado ante la extensión del beneficio fiscal.
Esta semana seguramente será una de algarabía tanto para la clase política que logró el acuerdo a nivel nacional para hacerse con la extensión, como para los más de 8.500 trabajadores que dependen de este sector. Si hablamos de ganar o perder, hoy el Frente de Todos se anotó un par de porotos, aunque no todos “aportaron” lo mismo para hacerlos. Con un mes de camino para intentar la remontada y volver a ser el partido predominante en votos en la provincia, la alianza política que componen los ejecutivos en Tierra del Fuego parece ir por mejor camino, a pesar de reclamos de algunos sectores opositores por la corta duración agregada a la Ley 19.640.
Restará obtener más datos oficiales, pero el acto y los discursos nos dejan una sensación del panorama político oficialista y desde dónde se impulsó esta extensión. En esta gran alianza que es el Frente de Todos las posturas son disímiles y las inclinaciones ideológicas heterogéneas. El peronismo hoy ganó una batalla que es causa provincial. No obstante, le queda una guerra por delante, y si bien parece mejor encaminado que en septiembre, todavía hay camino por recorrer y margen tanto para seguir subiendo en intención de voto como para perderla.
El gobierno nacional apostará por la industria fueguina con 15 años de extensión al subrégimen industrial
