Encontramos infinidad de destinos alrededor del mundo, pero hay algunos de ellos muy especiales, no lo digo yo, lo dice el turista que ha tenido la oportunidad de conocer estos lugares, pues Taormina es uno de esta regla, he conocido una basta cantidad de ciudades pero no todas me han llegado como este pequeño pueblo de 10000 habitantes, ubicado en la costa este de la isla de Sicilia, en la provincia de Mesina. Casi al límite de la provincia de Catania y localizado sobre el monte Tauro, a unos 200 metros de altitud, su característica más notable es extenderse en un balcón sobre el mar, frente al volcán Etna. Es una ciudad medieval de incalculable valor histórico, esto se debe a sus vestigios culturales que fueron dejando huellas las diferentes civilizaciones que han conquistado dicho destino a lo largo de los siglos, hablamos de Griegos, de Romanos, de la época Bizantina hasta árabes. Imaginense la riqueza que encontramos reflejado en su arquitectura, su diseño urbano hasta ruinas que datan hace miles de años.
En cuanto al clima, es un destino con veranos muy calurosos, promedio de 40 grados, en cambio, durante primavera y otoño pasa a ser mucho mas suave.
Luego de esta breve introducción, en mi caso particular, llegué en bus desde Catania, gran ciudad industrial, ubicada a tan solo 60 km, el camino se recorre a través de la autopista, por tal motivo es directo, pero, debemos tener en cuenta que Taormina se eleva a 200 metros sobre el nivel del mar, por ende, o te preparas para subir las escaleras que te llevan allí o te tomas un periférico por un precio módico y llegas con toda la respiración y tranquilidad del mundo. Hay varias consideraciones a tener en cuenta, posee un centro histórico muy importante que surge en el siglo XIX, este centro es peatonal, no estando permitida la entrada del vehículos, excepto residentes y vehículos autorizados, que quiero decir, se recorre íntegramente caminando, dato no menor.
Luego, según mi experiencia, el destino se divide en este famoso centro y la playa, por lo cual primero haría la parte cultural para luego dedicarme al ocio frente al mar. Cuando llegamos a la cima, accedemos a la calle principal, Corso Umberto. Esta calle está atravesada por la Porta Catania y la Porta Messina; puertas que pertenecían a la antigua muralla de la ciudad. Sin embargo, aunque la distancia entre una puerta y otra no es significativa, los detalles decorativos y el propio barullo de la ciudad hacen que la camines a paso tortuga, eso si, mucha paciencia porque la cantidad de turistas que te encontras ahí no lo podes creer.
Existen dos grandes puntos de referencia en la trama urbana de la ciudad: la plaza donde se erige el simple Duomo di Taormina, junto a una coqueta fuente de cuatro caños, ambas de un color blanco brillante; y la piazza IX Aprile (plaza 9 de Abril), a la que se entra por un magnífico tercer arco o puerta, y donde la belleza y luminosidad de Taormina suben de nivel; al igual que el poder adquisitivo de los turistas más pudientes que deciden sentarse en las caras terrazas de la plaza. Los bares que se localizan en ese sector son carísimos, pero vale la pena aunque sea un cafecito para contemplar el paisaje. Así mismo, tengas el bolsillo que tengas, siempre vas a poder quedarte en la enorme balconada hacia la bahía Giardini-Naxos y el Etna, un auténtico regalo para los sentidos. Y es para mi, donde podes sacar la foto mas significativa y llevarnos en recuerdo a casa, ahí justo en su mirador lleno de Santa Ritas de color fucsia intenso, imposible olvidar.
Llegando a Porta Messina encontramos otra de las atracciones mas conocidas, el Teatro Antico di Taormina, es impresionante, claramente por su diseño griego en su estado puro, su vista es impecable directo al volcán Etna y a la ciudad Gairdini-Naxos. Imperdible, si vas en verano tenes la chance de ver algún espectáculo nocturno.
Para que tengan una idea, el recorrido total, al que llamo cultural, llevó al menos 3 horas, todo a pie como bien les expliqué. Es ahí cuando tomamos el periférico para descender los 200 metros hacia el mar, y ahí encontrar una de las mejores playas de toda Europa, Isla Bella, la flora y fauna del lugar son preciosas. Y si queres y sabes, podes bucear para observar los tesoros que se esconden bajo las aguas cristalinas. El lugar es soñado, completa la visita a la ciudad de una manera perfecta, tenes servicio de playa, reposeras y hasta duchas. Otra de las opciones de playa es la de Recanati, muy cerca de ahí, es una playa mas grande, abierta al mar, con muchos restaurantes y obviamente con mas movida que la anterior, pero tenes las dos opciones para elegir de acuerdo a lo que uno busque, si tranquilidad o mas activa con gente y movimiento.
En resumen, este destino está en mi top ten, es un lugar mágico, con encanto, con historia, la gente te recibe con los brazos abiertos, la gastronomia por las nubes de rico, y coronado con una playa excepcional. Gracias Taormina por recibirme tan esplendidamente!
