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Este destino tan fascinante, se ubica en el fondo de una pequeña bahía de la Costa Dálmata, tiene una forma muy cerrada, rodeada por elevados acantilados. En ocasiones llamada como el fiordo mas extenso del sur de Europa unos 30 km aproximadamente que se adentran a la tierra. En si, es una pequeña ciudad de piedra, rodeada por cinco kilómetros de muralla y vigilada por la montaña de San Giovanni, a lo alto podemos observar su fortaleza como toda ciudad amurallada.

Un dato de color de la Republica de Montenegro, donde se encuentra esta ciudad, a pesar de ser un país pequeño podemos decir que tiene gente muy alta; sus habitantes son los que más miden detrás los holandeses, con una media de 1,82 metros en hombres y mujeres.

Si de historia hablamos, Kotor ha sido refugio de barcos y flotas desde la antigüedad. La Replublica de Venecia la fortificó para defenderla de los ataques del Impero Otomano. Continuó como base naval del Imperio Austrohungaro hasta la desaparición de este en 1919.

Mirador de la Bahía

La manera más fácil de llegar es volando a Dubrovnik; aunque Tivat cuenta con aeropuerto no tiene tantas frecuencias de vuelo. En menos de una hora y por una ruta preciosa que la bordea se llega a la bahía. En mi caso particular, fue en Crucero, la llegada al lugar fue sorprendente, recuerdo levantarme a las 6.00 am para observar la llegada a Kotor, el sol saliente, ese fiordo super estrecho que les mencioné anteriormente, rodeada de montañas y su vegetación inalcanzable, era un cuento de Hadas, me sentí la persona más feliz del mundo. Comencé mi caminata en la ciudad vieja, totalmente amurallada, silenciosa, sus calles y plazas serpenteantes. Les confieso que tuve bastante miedo al recorrer estas callecitas sin personas, sin movimiento, recordando una película de terror que se desarrollaba en Europa del Este, nada que ver con la locación pero me llevó a esa historia, con decirles que salí de la parte amurallada y esperé que venga mas gente para sentirme mas segura, una pavada pero así fue. Cuando retomé la visita, ya con todos los locales abiertos, les cuento que su casco medieval es hermoso, con varias iglesias de estilo romano, incluida la Catedral de San Trifón, en estado puro, su conservación es impecable, tengamos en cuenta que data del siglo XII. Toda esta zona fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Podemos ver la herencia veneciana en la mayoría de las construcciones tales como fachadas, escudos y en rinconcitos de la ciudad. Me informaron que la mejor foto de la bahía se podía sacar subiendo la ladera de la montaña que justamente resguarda al casco antiguo, ahí mismo encontramos el parque nacional Lovcen con infinidad de miradores donde todo parece una maqueta realizada a la perfección, fue asi que tuve mi mejor fotografía, el paisaje te quitaba la respiración, eso si, tenes que tener algo de estado para subir todos esos escalones y por supuesto calzado cómodo.

Isla Gospa Od Skrpjela

Sin dudas, para recorrer toda su bahía es indispensable alquilar una lancha, en este caso, viajé sola, pero sin ser lenta ni perezosa, me acerqué a una pareja que justo le estaba consultando el precio para alquilarla y les dije que yo también podía aportar para abaratar la tarifa de la embarcación, y asi fue, nos embarcamos por 2 horas, recorriendo de punta a punta la zona, un paseo soñado, postales por doquier. La persona que nos iba llevando también nos hacía de guía, bajamos a dos pequeñas islas , una artificial llamada Gospa od Skrpjela, formada a partir de rocas y restos de viejos barcos hundidos trasportados por la gente. En la isla existe una tradición conocida con el nombre de Felsenwerfens que consiste en que el día 22 de julio de cada año la gente conmemora la construcción de la isla arrojando piedras al mar, lo que hace que la superficie vaya aumentando poco a poco. Aquí se destaca una iglesia construida en 1632 para sustituir a la anterior, y en 1979 pasó a formar parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.  A poca distancia encontramos el Islote Sveti Dorde, a diferencia de la isla antes mencionada, esta es natural. Posee un monasterio benedictino del siglo XII, dedicado a San Jorge y su antiguo cementerio de la vieja nobleza de la zona. Luego de deambular por el mar, cruzamos a Perast, este lugar cuenta con la arquitectura barroca mejor conservada del adriático, tiene pocas casas y la mayoría son palacios barrocos que contaban con su propio templo, para que tengan una idea, hay unos 20 y el mismo número de iglesias barrocas y ortodoxas. Dicen que comprar aca un palacio es como comprar un penthouse en New York. Si hablamos de población, cuenta con tan solo 349 habitantes nada a comparación de todo lo que ofrece el lugar. Sus restaurantes y bares se encuentran de cara a la bahía, donde podes disfrutar de un exquisito trago combinado con un paisaje de ensueño.

Perast

Este viaje forma parte del libro de los lugares mágicos con brillo propio, fue quedar anonadada, paso a paso, recorriendo la naturaleza, conectándome con su cultura e imaginándome su historia que hoy se ve en la impronta del lugar, gracias Kotor por abrirme tus puertas!

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