Licenciado en Estudios Orientales. Posgrado en Negocios y Comercio de Asia Pacífico e India. Política Internacional; extremismo religioso.

La elección que definirá al presidente de los Estados Unidos será recordada como una llena de polémicas y de largos recuentos, cuando a las 6 am todavía no se ha definido un ganador. Con varios estados claves contando votos, tanto republicanos como demócratas se dan por ganadores, pero la realidad es que cualquiera podría quedarse con la Casa Blanca.

A este momento, Joe Biden cuenta con 238 representantes (recordemos que son necesarios 270 para hacerse con el cargo de presidente), mientras que Donald Trump ronda los 213. Faltan definirse unos 86: Alaska, Nevada, Wisconsin, Michigan, Pennsylvania, Carolina del Norte y Georgia faltan contabilizarse. De todos ellos, sólo en Nevada lidera Biden las proyecciones. Georgia, Carolina del Norte y Wisconsin ya cuentan con más del 90% escrutado, pero el proceso podría extenderse hasta bien entrado el miércoles.

En una elección bastante divisiva como esta, Donald Trump decidió sumar leña al fuego declarando que “esto es un fraude al pueblo americano. Esto es una vergüenza para nuestro país” refiriéndose al freno en los recuentos en estados claves, ya bien entrada la madrugada. Desde la Casa Blanca ya se veían ganadores y consideran que los demócratas están frenando el proceso electoral para no darse por derrotados. Biden, el primero en hablar de los dos candidatos, se mostró confiado en la medianoche, recalcando que habían hecho una buena elección y había buenas posibilidades de ganar.

Sacando la chicana política y acusaciones infundadas de fraude , al menos a este momento, vayamos a los números. Biden necesita 32 electores, si consideramos que los 6 de Nevada ya están ganados, necesitaría dar vuelta 26 escaños. Con una combinación de Wisconsin y Georgia, donde está a 0,3% arriba y 2% respectivamente, le alcanzaría para ganar. En el caso de Trump necesita 57 representantes: Alaska, donde lleva 27 puntos de ventaja le da 3, Michigan, con ventaja de 5, le suma 16 votos electorales, Pennsylvania 20 (tiene ventaja del 13%) y Carolina del Norte 15. El último es el estado más “ajustado” donde lidera por un 1%.

Si pasamos en limpio, los estados que definen el resultado en estas elecciones son Carolina del Norte, Georgia y Wisconsin. Aunque desde el Partido Demócrata se mostraron confiados de ganar Pennsylvania, la ventaja de 13% con el 64% de las mesas escrutadas parecería irreversible.

Recordemos cómo funciona el sistema americano: los estados, divididos en distritos, eligen a un representante, siendo un total de 538 en todo el país. Con 270 electores a favor, uno alcanza la presidencia de los Estados Unidos. En general, los estados tienen una tendencia política marcada: California es históricamente demócrata, Texas republicano, etc. Los estados que suelen ser los swing states o los que definen elecciones son Florida, Ohio, Carolina del Norte, Wisconsin y Minnesota. La campaña suele estar enfocado a estos distritos, y no tanto a los de gran población como California o Nueva York, dado que ya se “espera” cierto resultado de los mismos.

¿Por qué se demoran los resultados? Las elecciones llegan en un momento complejo del mundo. El Covid-19 ha golpeado a todo el mundo, pero en especial a los Estados Unidos. Con 230.000 fallecidos y casi 10 millones de contagiados, muchos votantes optaron por enviar su sufragio adelantado por correo, para evitar contacto con otros y exponerse al virus. Para algunos estados, la gran cantidad de votos anticipados (que llegó a oscilar el 60%), complicó el tema logístico y extendió los recuentos, generando dudas dentro del partido republicano.

Aunque nada está definido, lo cierto es que Trump parece correr con algo de ventaja. Si bien es cierto que Biden necesita ganar menos representantes de los que quedan disponibles, se encuentra por debajo en los resultados en 5 de los 7 estados restantes: sólo gana en Nevada por 2% y en Wisconsin por 0,2%. Sin dar vuelta alguno de los otros estados, quedaría en unos 254 votos electorales de los 270 necesarios. Trump no tiene grandes ventajas en Georgia y Carolina del Norte, indispensables para ganar, pero uno podría decir que Michigan, Alaska y Pennsylvania son casi número puesto. En Wisconsin estamos hablando de menos de 8.000 votos de diferencia entre un candidato y otro. Cada voto cuenta y podría definir la elección.

Esta será recordada como una elección compleja, que dejó un gran grieta en la sociedad americana. Con un cóctel de noticias falsas, acusaciones y ahora una elección donde la justicia podría involucrarse; no parece que ninguno de los dos candidatos dará por concedida la contienda sin un fallo de por medio. En la mayoría de los centros urbanos ya se habían preparado para lo peor: los negocios estaban preparados para posibles disturbios y la Guardia Nacional estaba apostada como “refuerzo” a las policías locales. 

Sin importar el resultado, Estados Unidos deberá iniciar un proceso de reconciliación entre los partidos y las posturas diametralmente opuestas de republicanos y demócratas, si es que quiere un funcionamiento lógico de sus cámaras y chance al debate. 

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