Hoy recorremos un destino muy común entre los argentinos, por mucho tiempo se ha eligido como vacaciones, de hecho tuve la oportunidad de ir varias veces, pero esta vez fue diferente en breve se los contaré.
Cuando hablamos de Playa del Carmen, Riviera Maya, etc, tenemos que pensar como primer punto de acceso el aeropuerto de Cancún, llegan miles de conexiones diarias de todas partes. En esta ocasión volé desde Miami, en tan solo una hora ya estaba en suelo mexicano. Este aeropuerto es uno de los pocos que aún te piden el papelito famoso de migraciones que te sellan al ingreso para luego tener que presentarlo al salir del país. Es decir, hay que guardarlo dentro del pasaporte para no perderlo, es un dato que siempre hay que tener en cuenta. Y también, recuerdo que cuando salís tenés que apretar el botón como si estuvieras en Ezeiza, si te sale rojo, pasas por aduana, si te sale verde, seguís derecho por la salida sin ningún tipo de control. Una vez que salis del lugar, está lleno de traslados que te llevan a las diferentes playas que conforman la Riviera Maya, está muy bueno porque no necesitas reservar con antelación.
En mi caso en particular, íbamos a alojarnos por una semana en un hotel de super lujo dentro de Myakoba, camino a Playa del Carmen a tan solo 45 km de Cancún, es un complejo donde se emplazan varios hoteles lujosos no necesariamente ALL INCLUSIVE. Tiene un ingreso sobre la ruta y de ahí al cabo de 10 minutos llegas al Rosewood Mayakoba Resort, el cual tuve la suerte de conocerlo y probar los servicios del mismo. Es un alojamiento el cual tiene todas sus clases de habitaciones y villas sobre una laguna espectacular llena de canales o sobre la playa. No hay vistas a la ciudad ni nada que se le parezca, algo que nunca había visto. En mi caso particular, me estaban esperando en lancha para llevarme al cuarto que me habían asignado, así como leen, mi trasporte era una lancha, mi habitación era un mega loft de 110 mts2 con piscina propia, experiencia única e irrepetible. Tenía acceso por agua y también por tierra a través de un sendero, el cual te daban una bicicleta para que te muevas en el complejo y puedas también ir a la playa. Otra característica a destacar, entre las opciones gastronómicas que ofrecían, era una terraza comedor, es decir, un restaurant al aire libre, tipo quincho abierto de lujo para 20 personas, anexo a una mega huerta con todas las especies que se te ocurrieran, cosechaban ahí las verduras y te las cocinaban delante tuyo acompañando sabrosas carnes y pescados, muy distinguido para los mas exigentes.
El lugar claramente está emplazado sobre un entorno verde por donde lo mires, una vez que llegabas a la playa, prefería ir siempre en bici, tenías todos los servicios y más, más piscinas, más restaurantes, más tiendas, era el mundo de más y más y más jajajaj, de no creer, digno para ir una vez en la vida y probar estos servicios de alta gama. Si queres podes estar toda la semana ahí sin salir y realizar actividades ahí mismo, pero claramente, tomé un par de excursiones.
Puntualmente hice 3, un paseo en catamarán por Islas Mujeres, donde te llevaban a hacer snorkel, mientras disfrutabas del paseo con todo tipo de bebidas, otra Tulum y alrededores, no fue la mejor época de Tulum con ese mar turquesa que suele tener ya que había mucho sargazo, pero si, tuve la suerte de poder ir a ver las Ruinas de Chichen Itzá, fue una excursión de día completo, agotador diría, pero valió cada minuto de recorrida, allá el calor es muy intenso y no ayuda para el disfrute al momento que tenes que estar al rayo del sol todo el día. Era mi sueño conocerlas, ya había estado en las pirámides de Egipto, en Macchu Picchu y me faltaba completar este triangulo casi amoroso de nuestra antigüedad el cual nadie puede explicar como se construyeron. Estas ruinas están emplazadas en un complejo arqueológico, uno de los mas famosos de México y también del mundo, Patrimonio de la Humanidad declarada por la UNESCO en 1988, este lugar es la imagen mas representativa de los mayas en cuanto a la vida cultura y política de la época, cada construcción denota una característica que nos remonta a ese tiempo, llegó a abarcar 25km2, el centro cultural y administrativo abarcaba unos 6km2, donde convivían entre 50mil y 100mil personas.
Cuando pensamos en Chichen Itzá, se nos viene una gran imagen de la tan conocida pirámide escalonada, es muy raro tenerla en frente, depende de la época del año los rayos de sol la iluminan de una u otra forma, obviamente todo tiene un porqué, se observan sombras en forma de triángulos en fechas especificas del equinoccio solar, el 21 de marzo y el 22 de septiembre estrechamente relacionado con el calendario Maya, muy pro para la época. Otra construcción que cabe destacar en el conjunto de estructuras del gran Juego de Pelota, aunque no lo creas tiene una acústica increíble, vos gritabas y se escuchaba a 100 mts de distancia, otro interrogante mas para descifrar como lo hicieron. Hay mil cosas para contar de Chichen Itzá pero lo importante es la energía increíble que se respira en el lugar, indudablemente todo viajero lo debería tener en su lista. Por mi parte, me llevo la magia y la felicidad de haber tenido la oportunidad de recorrer este lugar mágico e inolvidable.
