Profesional de enseñanza primaria. Docente en contextos de encierro. Representante docente JCyD. Directora jubilada.

El primero de marzo de este año, falleció en Nicaragua, Ernesto Cardenal. En su funeral, realizado en Managua, los seguidores de Daniel Ortega (actual presidente de Nicaragua) y Rosario Murillo (esposa y vice de Ortega) lo llamaron traidor y lo compararon con los comandantes que abandonaron la dirección del Frente Sandinista de Liberación.

Había nacido en 1925 en Granada. Pertenecía a una familia acaudalada de esa ciudad nicaragüense. Creció en la llamada Casa de los Leones y así la describe: ”Era una casa de dos pisos, y no son muchas en Granada las casas de dos pisos. En aquella provinciana y semialdeana Granada, la casa era casi un palacio; y digo casi, conste, porque no era palacio. No era palacio, pero sí el segundo edificio más elegante de Granada. El primero era la casa de mi abuelo, frente a la plaza central, junto a la catedral.” (Fragmento extraído del libro “Vida perdida: Memorias I de Ernesto Cardenal).

Su familia le había impuesto el Derecho como carrera para él, pero el sacerdocio, la revolución y la poesía desbordaron su vida.

Juan Pablo II en 1983 lo había apartado de sus funciones sacerdotales debido a su fuerte compromiso a la denominada “Teología de la Liberación”. Poco antes de su muerte el Papa Francisco lo facultó nuevamente para ejercer el sacerdocio.

Fue además Ministro de Cultura durante la revolución sandinista (1979), pero también el mas ferviente crítico de los excesos de Ortega y Murillo hacia el fin de sus días.

Quizás su libro “El Evangelio en Solentiname” (1977) conjugue lo mejor de lo político y lo poético de sus acciones. Lo biográfico y lo testimonial van desde  “Apocalipsis en Solentiname” escrito por Julio Cortázar donde cuenta su paso por la comunidad emplazada en una isla del lago Nicaragua hasta “Oración por Marylin Monroe” donde Cardenal pide por el alma de esta mujer “pecadora” y la envuelve con palabras de ternura y empatía hacia ella. Aunque en sus versos también se pregunta acerca de aquellas estructuras sociales y morales establecidas estrictamente por la sociedad machista. La misma que demoniza a la mujer y enaltecer el poder (económico y social) del hombre. Un adelantado para su época. Muestra a Dios como un ser indeterminado, paternal, ejerciendo una teología contemplativa.

En 2009 recibió el premio Pablo Neruda de Poesía y en el mismo año fue galardonado con el premio Reina Sofía de la Poesía Iberoamericana.

Su obra “Cántico Cósmico” aparece como un encadenamiento que pudo vincular temas tan dispares como la vida mística (en su obra sacerdotal), la teoría del Bing Bang, el amor hacia los animales, los crímenes de Managua y sus recuerdos mas íntimos.

“Epigramas” une un compendio de versos cortos que recorre un camino que va desde 1950 a 1957. En esta poesía no solo aparece el amor dirigido a una mujer, también se presenta la crítica hacia el régimen de Anastasio Somoza en Nicaragua.

Solo su poética distinguida, comprometida y divergente eran capaces de combinar aspectos, aparentemente, tan distantes.

“Ni pordioseros, ni prostitución, ni políticos. / Claro, no hay libertad mientras haya ricos/ mientras haya libertad de explotar a otros/ libertad de robarle a los demás/ mientras haya clases no hay libertad.

No hemos nacido para ser peones/ ni para ser patrones/ sino para ser hermanos/ sino para ser hermanos hemos nacido” (Fragmento de la poesía Canto Nacional).

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