Licenciado en Estudios Orientales. Posgrado en Negocios y Comercio de Asia Pacífico e India. Política Internacional; extremismo religioso.

Hace cosa de 3 meses se confirmaba el primer caso de COVID-19 en América del Sur; más concretamente Brasil. En los últimos 90 días el continente americano se ha convertido en el foco del virus, mientras que el resto del mundo transita el declive de sus curvas de contagio.

Allá por el 27 de febrero, cuando el COVID-19 no parecía una amenaza directa tanto para el público como para la gran mayoría de gobiernos, se detectó el primer caso en la región. Un hombre de Sao Paulo se había infectado en un viaje de negocios en Lombardía. Menos de un mes después la Argentina iniciaba su Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, del cual no sale aún completamente.

Pasamos de “es un resfrío” o “no va a llegar al país” a la pandemia más grande de los últimos 100 años. Quizá un poco por la confianza en las medidas sanitarias que podrían imponerse desde los gobiernos o la falta de datos reales por parte del gobierno chino. El virus era mucho más contagioso que los informes iniciales determinaron y una vez que el Coronavirus llegó a Italia el infierno se desató. Hoy tenemos más de 5,4 millones de infectados y 350.000 muertos según los análisis de la Universidad Johns Hopkins.

Los dos focos de mayor cantidad de infectados en el mundo se encuentran en territorio americano: Los Estados Unidos con 1,7 millones de casos confirmados y Brasil con casi 400.000. En las muertes Estados Unidos también lidera con más de 100.000, y Brasil permanece 6to a nivel mundial con 25.000. El resto de la región no presenta números tan complejos, pero todavía está en tendencia ascendente la curva de contagios, por lo que se estima que lo peor aún no ha pasado.

Aunque no tan impresionantes en números totales, la cantidad de contagios por millón de países como Perú (4.038) y Chile (4.080) también generan preocupación en la región y plantean plazos en tiempo superiores al tránsito de la enfermedad en Europa y Asia. No obstante, Ecuador mantiene el promedio más alto de muertes por millón de personas (182), más de 60 por encima de Brasil y 140 muertos por millón más que Chile. Según la OMS hoy Lationamérica es el centro de la pandemia global y concentra más casos que Europa y Estados Unidos juntos. Caso aparte es el venezolano, del que se tiene poca información oficial y se estiman mayor cantidad de infectados.

Mientras países como Corea del Sur han comenzado y China, de los primeros en ser afectados, apuntan por un inicio del ciclo lectivo con millones volviendo a las escuelas, del otro lado del globo volver a salir de la calle parece algo lejano. Que estos países, que parecen estar casi libres de pandemia, no nos engañen: están teniendo picos de reinfección. Corea del Sur, quizá el ejemplo a seguir de cómo un país debe atacar el virus con menos de 270 fallecidos, ha tenido su rebrote más grande en los últimos 49 días. Algo parecido pasa con Australia, el país está abandonando la cuarentena pero confirmó su fallecido más joven de los 103 que dejó el COVID-19: un hombre de 30 años en Queensland. Al día de reabrir las escuelas, dos volvieron a cerrar por alumnos con el virus.

El distanciamiento social no termina con el levantamiento de la cuarentena y pasar el pico de contagios no es motivo de cantar victoria. El virus seguirá presente en nuestras vidas hasta que una vacuna se haga presente. Aunque el foco del corto plazo estará en la reactivación económica, ya con la crisis sanitaria limitada por las nuevas obras de infraestructura para contener a los contagiados.

Algo peculiar es el caso japonés, que propone un subsidio para quiénes visiten el país para hacer turismo, legando a financiar algo de 20.000 yenes diarios ( U$S185) entre restoranes, hoteles y locales. El turismo es la industria más golpeada de Japón, la tercer economía mundial, y sumado a la suspensión de los Juegos Olímpicos (otro gran generador de visitantes) ponen al sector en gran riesgo. El proyecto demandaría 1,8 billones de dólares como parte de un paquete de emergencia.

Desde el lado europeo, otro país con fuerte vinculación al turismo como España, evalúa la estrategia común para la reapertura del turismo y los protocolos que tendrá la Unión Europea para el tránsito de personas. Se estima que el turismo intereuropeo no contará con advertencias para el 15 de junio, pudiendo operar durante la temporada de verano. El protocolo, determinaría si los visitantes de un país pueden visitar España al concentrar menos de cierta cantidad de infectados cada 100.000 habitantes.

El futuro aún no se vislumbra complejo desde lo sanitario en América Latina y en el resto del mundo ya vemos cuáles serán los desafíos a futuro para recomponer la economía. Pensemos que nuestro país tendrá una baja aproximada del 12% del PBI en este año, por lo que serán necesarias medidas eficaces y rápidas para, una vez iniciada la tendencia descendente de casos de infectados, reactivar un país en plena crisis.

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