Profesional de enseñanza primaria. Docente en contextos de encierro. Representante docente JCyD. Directora jubilada.

El popular texto “El túnel” de Ernesto Sábato fue la primera novela publicada por este autor luego de una serie de ensayos difundidos con anterioridad.

Esta novela de neto carácter psicológico fue publicada en el año 1948 y nos guía por una historia de muerte acompañada por los sentimientos contrapuestos del amor y el odio.

El protagonista (Juan Pablo Castel) trata de exponer las razones por las cuales pierde la cordura y asesina a María Iribarne.

El libro inicia con la confesión abierta del crimen de esta mujer a manos del famoso pintor.

En su argumentación intenta ensayar la compasión de “al menos un lector” ante el delito que ya ha cometido.

Aclara que María lo deslumbró en el marco de una exposición, pero vacila al momento de categorizar dicha relación; aunque ronda la figura de esta mujer hasta llegar al nivel del asedio. Su insistencia obtiene un premio, llevarla a la plaza San Martín, remarcar el dominio pleno de la situación y acentuar las características de la personalidad dubitativa de María. Pero cuando ella le confiesa “cosas” sobre su pasado a él le desagradan y Pablo, entonces piensa, siente y ejecuta su muerte.

Un cuadro, una confesión, una enfermedad y aparentes preferencias desatan la furia.

“Castel pidió un auto prestado y salió para allá. Se dio cuenta que quien vivía en el túnel era él y que María vivía en un mundo fuera del suyo.

Al llegar a la estancia vio que María salió del parque con Hunter tomados del brazo; al caer la noche regresaron y detalladamente observó que la única luz en encenderse era la del cuarto principal, por lo tanto dedujo que dormían juntos. Luego vio que se encendió la luz de otro dormitorio y fue hacia allá. María desconcertada le preguntó qué estaba haciendo ahí y él dijo que la debía matar por haberlo dejado solo”.

Pablo Castel vive en la oscuridad mas inmensa, allí donde los pensamientos cobran vida, allí donde no se puede separar acción de reacción, amor de odio.

Solo prima la posesión y el control.

Ernesto Sábato logra adentrarse en el pensamiento de su protagonista, entiende su dolor pero sabe que se aleja de lo ético y moral. “…en todo caso, había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío”.

Así la vida de Pablo se fracciona en dos túneles. Uno se construye bajo la incomprensión de la sociedad, su aislamiento, su lucha por pertenecer.

El otro túnel es el de María por medio del cual él accede a otros personajes y divisa un atisbo de ilusión que lo acerca a la reconstrucción de su vida.

El miedo, el no lograr relacionarse lo paraliza aunque cree que tomando a María como instrumento logrará modificar lo que él compone como su realidad.

Pero solo es la fantasía que crea en torno a ella.

Sus fantasmas, múltiples manías e insuficiente sensatez conforman su mundo carente de vida social.

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