Director del Observatorio de Políticas para la Economía Nacional (OPEN). Fueguino

El 10 de diciembre, como es de público conocimiento, asumió el nuevo presidente de nuestro país, Alberto Fernández. En su discurso de asunción en el Congreso se refirió a los ejes rectores que van a direccionar su gestión. Entre los grandes temas tratados, estuvieron los relacionados a la mejora en los debates institucionales, la necesidad de superar la grieta que separa a los argentinos, la discusión respecto al Poder Judicial y, la economía. 

Bajo el lema: “solidaridad en la emergencia”, Fernández apuntó a ordenar las prioridades económicas con foco en lo urgente y enfatizó sobre la necesidad de comenzar a solucionar las demandas de los sectores más postergados. En este sentido, se hizo un fuerte hincapié en el Plan Integral Argentina Contra el Hambre, una ambiciosa iniciativa para terminar con el hambre en nuestro país que busca paliar los números de la economía a cierre de este año. Fernández señaló que, según estadísticas oficiales, 1 de cada 2 niños se encuentra en situación de pobreza, el 30% de los jóvenes no accede a un trabajo, la tasa de desocupación actual es la más alta desde el 2006, y la inflación es la más alta desde 1991, entre otras preocupantes variables.

Por otro lado, y teniendo en cuenta la situación antes descripta, el Presidente anunció que se rediscutirá el presupuesto para el año 2020 en los próximos meses, luego de la negociación con el FMI y en sintonía con las prioridades del nuevo gobierno nacional, clarificando así que no el Estado no operará con la lógica de gasto del gobierno previo.

Otro de los importantes anuncios realizados fue el de la imperiosa necesidad de generar un plan de viviendas para subsanar la delicada situación del hábitat en nuestro país. En este sentido la creación del Ministerio de Hábitat y Vivienda a cargo de María Eugenia Bielsa tendrá la tarea de atender un enorme déficit en este aspecto. 

Respecto a la deuda, la definición fue muy clara: la voluntad de pagar existe, pero no existe la capacidad de pago. Por ende, Fernández aclaró que es prioritario que el país crezca, que se robustezca el mercado interno y que se potencien las exportaciones para lograr así un volumen de producción, y un dinamismo que permita acercarnos a condiciones favorables para el pago de la deuda.

En esta senda se destacó el rol de nuestro país en su inserción con el resto del mundo. Aquí jugará un papel central Felipe Solá, el cual fue destacado por el presidente como un Canciller que buscará generar nuevos compromisos comerciales primeramente con el Mercosur como prioridad y luego a nivel general. Se intentará fortalecer a la región para lograr tener mayor peso a la hora de negociar con otras zonas del mundo.

Al día siguiente, el flamante ministro de economía, Martin Guzmán, reforzó las palabras del presidente al considerar que en el 2020 no puede haber un ajuste fiscal dado que esto generaría una nueva caída en los niveles de producción de nuestra economía, haciendo más inviable aun el pago de la deuda externa. Por ello, anunció un aumento en las Asignaciones Universales por Hijos y las jubilaciones justamente para brindar algún tipo de contención a dos de los sectores más golpeados en los últimos años.

En definitiva, estos próximos meses serán intensos en trabajo y a contrarreloj para el área económica del nuevo gobierno, más aún teniendo en cuenta la necesidad de aprobar el presupuesto del año que viene. La premisa es ordenar la economía en el plano externo e interno para comenzar a crecer. El tiempo apremia más que nunca y generar consensos claros entre sectores heterogéneos puede ser la clave para comenzar a revertir esta situación.

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