Desde Taiwán, con escala en Buenos Aires, llegó este bocado asiático que se está apoderando de nuestros paladares por su versatilidad, exquisitez y sencillez. Los baos son una especie de panes cocinados al vapor, muy esponjoso, sin corteza, muy blancos y se suelen comer calientes. Su peculiaridad reside en su forma pequeña, ovalada y doblada por la mitad. Tradicionalmente se rellenan de carne o de verduras, pero actualmente los chefs occidentales están innovando, no solamente en las variadas propuestas de relleno, sino también con la preparación de la masa.
Un pan cocinado al vapor en un país como el nuestro, de gran tradición panadera, con enormes hornos de leña parece incompatible. Sin embargo de a poco se está haciendo un lugar en los paladares argentinos. Los pioneros en ofrecerlos en Buenos Aires fueron los cocineros de los restaurantes del Barrio Chino. Los baos se elaboran con harina de trigo, levadura, agua, leche, azúcar y aceite vegetal, aunque siempre puede haber algunas variantes. Algunos supermercados chinos ofrecen una opción congelada para quienes no tienen las herramientas o no saben cocinar al vapor.
Estos bocados son apreciados por todos aquellos enamorados de la gastronomía saludable ya que al cocinar la masa al vapor, se prescinde del aceite y se mantienen intactos los nutrientes naturales de todos los ingredientes. Su secreto reside fundamentalmente en la suavidad del pan y su toque dulce y muy fácil de preparar.
GUA BAO
El sandwich típico taiwanés se llama Gua Bao y tiene algunos ingredientes infaltables: el bao esponjoso al vapor, estofado de cerdo con salsa de soja y anís, cilantro fresco, maní triturado crocante, vegetales agridulces y salsa picante. Su expansión viene ligada a la moda del street food. En Asia, estos minibocados se compran en los puestos callejeros para comer con las manos, y están al alcance de cualquiera. Si bien el tradicional es con cerdo, existen innumerables variedades en su relleno. Se consiguen con camarones, langostinos y todo tipo de mariscos, propios de la cocina taiwanesa, pero también adaptaciones locales con carne de ternera o pollo. Los imaginamos con huevos poché, con alioli, con salsas mexicanas. Las combinaciones son infinitas y el único límite es el propio paladar. Toma nota y empieza a preparar tus propios baos.
Ingredientes (para 4 pancitos)
25 gr de agua
6 gr de levadura fresca
2 gr de polvo de hornear
125 gr harina
10 gr de azúcar
45gr de leche
12 gr de aceite de girasol
1 gr de sal
Preparación:
Mezclar la levadura fresca con agua tibia. Retirar. Hacer un volcán con la harina, el polvo de hornear, el azúcar y la sal y en el centro poner los ingredientes líquidos como la leche, el aceite y la levadura disuelta previamente en el agua. Amasar hasta obtener una masa lisa y suave. Dejar reposar la masa durante 1 hora en un bol cubierto con papel film (agujerear el film para que la masa respire y fermente). Transcurrida la hora, volver a amasar y formas bolas de 30 a 60 gramos que estiraremos con el palo en forma ovalada. Untar la superficie con un poco de aceite y plegar (de esta manera se evita que se peguen los pliegues al cocer). Dejar reposar 30 minutos. Preparar una olla con agua hirviendo, poner en cada piso de la vaporera papel vegetal y encima la masa sin que se toquen. Taparla y dejar hervir durante 5 minutos. Una vez cocidos, dejar reposar unos minutos en la vaporera para que no se desinflen.