Durante la mañana japonesa del jueves, un hombre de 41 años atacó el edificio del estudio Kyoto Animation. Al grito de “mueran” roció el lugar con gasolina dejando un saldo de 12 hombres y 20 mujeres muertas en el ataque, 35 personas fueron heridas y atendidas en los diversos hospitales. Este ataque es el peor que sufre el país asiático en casi 20 años, quedando por detrás del incendio intencional en Tokyo en 2001, que se cobró la vida de 44 personas. Atrás queda el atentado con gas sarín en el metro de Tokyo allá por 1995, que tuvo 13 víctimas fatales.
Aparentemente el hombre no trabajaba ni trabajó para la compañía, pero varios testigos reportan que hacía referencia a haber sido estafado o plagiado por el estudio. Con el correr de los días y con el sospechoso interrogado, habrá suficiente información para conocer sus motivos. En lo que refiere al crimen la nafta la compró a los alrededores del edificio. El estudio recibía constantes amenazas según su director Hideaki Hatta. El estudio era conocido a nivel internacional y cuenta con una serie en la plataforma Netflix: Violet Evergarden. Kyoto Animation era un lugar distinto dentro de la industria: es la única compañía dentro del rubro que pagaba un sueldo fijo a sus animadores, a diferencia del resto que optan por pagar por trabajo completo.
El mismo jueves el primer ministro Shinzo Abe expresó sus condolencias en la red social Twitter y su falta de palabras ante semejante crimen. La policía contaba con las amenazas que la empresa recibía como parte de un seguimiento.
El incendio que envolvió el edificio de tres pisos ubicado en la zona metropolitana de la ciudad de Kyoto se extendió aproximadamente 5 horas con copiosas cantidades de humo y varias dotaciones de bomberos necesarias para extinguirlo. De los fallecidos gran parte fue encontrada en las escaleras intentando llegar a la azotea para escapar de las profusas llamaradas.