La palabra venganza siempre encierra connotaciones negativas ya que remite a una acción con la que una persona agravia o agrede a otra responsable de un hecho anterior.
El enojo profundo y aletargado llevan a que este se convierta en un deseo de venganza alimentado y creciente dentro de los patrones de conducta intransigente y desequilibrados.
La literatura lo ha tomado desde siempre como un elemento dramático cercano al odio pero diferenciado del castigo. Este último supone una acción institucionalizada, pero la venganza acarrea una cuestión personal, emocional y hasta placentera.
Así nadie escapa a la tentación de utilizarla como tema desde los clásicos griegos y romanos, pasando por la Biblia, “Otelo” de Shakespeare o “Las mil y una noches”.
“El Conde de Montecristo” de Alejandro Dumas es una obra clásica que fue publicada en 1944 y presenta la vida de Edmond Dantés quien es estimado por todos. Se encuentra comprometido con una bella joven (Mercedes). Pero esa vida perfecta despierta envidia en su supuesto amigo Fernand Mondego y su vecino Caderousse. Así junto a Danglars (el tesorero del barco del cual Dantés se hará cargo como capitán) escriben una carta acusándolo de traición, por ello es enviado a prisión por el resto de su vida. Allí conoce a Faria (un sacerdote italiano) quien además de enseñarle historia, idiomas y filosofía le revela la existencia de un gran tesoro ubicado en la isla de Montecristo. Dantés logra escapar de su encierro, simulando estar muerto. Allí se desata su vuelta, la búsqueda del tesoro y su gran venganza hacia todos aquellos que lograron encarcelarlo.
“El túnel” de Ernesto Sabato. Esta novela fue publicada en 1948 y relata como Juan Pablo Castel cuenta las causas que lo llevaron a cometer un crimen por el cual está recluido. Sus confesiones nos llevan en retrospectiva a observar como se cruzaron los caminos de este pintor y de María Iribarne, quien visita una exposición de este y queda absorta ante el cuadro “La Maternidad”. Los temas que afronta el libro son el amor absoluto, la soledad, la incomunicación y la desesperanza. Un túnel colmado de sombras, drama y suspenso.
“Carrie” de Stephen King. Esta novela de terror e intriga se convirtió también en un film de culto dentro de su género. Fue el primer texto de Stephen King publicado en 1974. Su estructura está basada en la narrativa tradicional y el estilo epistolar la completa (periódicos, artículos y extractos de libros escritos por los testigos de los hechos). Así relata la vida de Carrie, una chica que sabe que no es igual al resto de sus compañeros. Sus poderes telequinéticos la alejan del mundo social y los episodios de hostigamiento la llevan a desatar una verdadera venganza no solo para sus compañeros y compañeras, sino para el pueblo en general. Aunque no es la única que posee un plan de venganza Chris también idea uno que sale a la perfección y desencadena la furia de Carrie.
Este libro fue censurado en las escuelas de Estados Unidos y prohibido en Finlandia. Gran cantidad de editoriales se negaron a publicar la novela, ya que en la década de los setenta se consideraba que la ciencia ficción o las utopías negativas no tenían éxito en las ventas. Pero Carrie White, esa chica tímida y acomplejada inundó la carrera de Stephen King.
Leer sobre la venganza puede generar o no empatía con el personaje que decide encontrar una salida a su situación simplemente poniendo como objeto de su ira a los que fueron artífices de su propia desdicha.
Cuando Castel mata a María en “El túnel” de Ernesto Sabato dice: “Temblando empuñé el cuchillo y abrí la puerta. Y cuando ella me miró con sus ojos alucinados, yo estaba de pie, en el vano de la puerta. Me acerqué a su cama y cuando estuve a su lado, me dijo tristemente: – ¿Qué vas a hacer, Juan Pablo?
Poniendo mi mano izquierda sobre sus cabellos, le respondí: – Tengo que matarte, María. Me has dejado solo”.
