Profesional de enseñanza primaria. Docente en contextos de encierro. Representante docente JCyD. Directora jubilada.

 

Seguro todos sabemos para qué utilizar estas dos palabras.

Refiere a la clave que abre una cueva en el cuento “Alí Babá y los cuarenta ladrones” y forma parte del libro “Las mil y una noches”. Esta frase mágica ocupa el pedestal de las más populares junto a abracadabra (¡Ábrete sésamo/ciérrate sésamo!). Parece que su origen pasó al olvido pero dos teorías aparecen como predominantes.

La primera expone que la palabra sésamo era un término cabalístico que representa “el nombre de los cielos”.

La segunda expresa que el sésamo estaba conectado a las prácticas mágicas de Babilonia donde se utilizaba aceite de sésamo.

Así queda esta duda aún sin resolver.

“Las mil y una noches” es una de las obras más populares de la literatura universal. En este texto aparecen personajes reales vinculados con seres fantásticos. Recopila cuentos y leyendas procedentes de la cultura persa, árabe e hindú. Su transmisión fue de carácter oral y se desconoce a ciencia cierta quien fue su autor. Aunque las opiniones son disímiles los estudiosos estiman que su origen es más antiguo aún y está basado en el libro de “Las mil leyendas” de origen persa. Igualmente existen una amplia variedad de versiones de este texto, a lo largo del tiempo se le han quitado e incorporado narraciones.

Scheherezade (se encuentran infinitas versiones de su nombre escrito de manera diversa y significa “hija de la ciudad”) es la narradora y personaje principal de este compendio. Cuenta la leyenda que Shariar (significa “dueño de la ciudad” parece que desde sus nombres estaban predestinados a la historia que iban a vivir) ,el sultán, encontró a su esposa siéndole infiel por lo cual mandó a ejecutarla inmediatamente. Desde entonces su razón se nubló y cada nuevo día desposaba a una doncella diferente, pero cuando el amanecer llegaba la mandaba matar. El pueblo comenzaba a sentir temor por la vida de sus hijas. Así Scheherezade pidió a su padre que la dejara casar con el sultán. Ella era muy astuta y noche tras noche luego de iniciar un relato en la primera de ellas posponía este para poder prolongar su vida, de allí que las historias se entrelacen. El hilo conductor de estos relatos hace que finalmente Shariar humanice su corazón.

Se cree que el primer traductor y compilador de estas historias traducidas al árabe, es supuestamente Abuadd-Allah Muhammed el-Gahshigar, quien vivió en el siglo IX. 

Se supone que la historia de Scheherezade fue agregada a su inicio en el siglo XIV. Pero se tradujo por primera vez en 1704 y la versión escrita estuvo en francés, ya que Antoine Galland realizó una adaptación y purificación del texto donde quitó los adulterios y hechos de sangre (que por cierto abundaban en la estructura inicial).

Sin embargo la traducción que alcanzó mayor popularidad fue la de Richard Francis Burton, un militar y explorador amante de la cultura africana.

Pronto comenzó un atroz debate entre los estudiosos acerca del origen de la obra.Por un lado estaban los que apoyaban la teoría del origen hindú, suponían que este texto había nacido de un compendio de cuentos en sánscrito que se habían extraviado. Por otra parte se encontraban los que mantenían la teoría paleoirania, que estudiaron e investigaron sobre la existencia de ciertos relatos medievales que apuntan a la hipótesis del origen persa.

En resumen, los conocedores están de acuerdo actualmente en que la recopilación de cuentos reconoce diversos orígenes y estos componentes heterogéneos fueron aglutinados en un solo relato.También pudo comprobarse que la redacción concluyente de todo este material no es más que la obra de varios autores.

Sin dudarlo, podemos decir que las historias más conocidas, que también han contado con adaptaciones cinematográficas son: Historia de Simbad (o Sinbad según las diferentes versiones) el marino, Historia de Aladino y la lámpara mágica (o maravillosa en otras ediciones) e Historia de Alí Babá y los cuarenta ladrones.

El título de la obra remite no estrictamente a que está compuesto por mil narraciones, sino que ese número en las antiguas culturas simbolizaba el infinito.

La interrelación de su forma podría graficarse como una infinita cantidad de círculos que se cierran, se abren y pasan de una historia a otra.Esto se suele llamar cadena ya que une varias narraciones que no presentan relación aparente con la historia principal.

Sin duda el propósito de los relatos es de adoctrinar moralmente a modo de una verdadera lección para los que vendrán.

Una historia cada noche para renacer cada día.Sheherezade fue audaz y valiente y sus relatos movían los hilos del egoísmo, la magia, la aventura, la violencia, la envidia, la humildad, el amor, la compasión, la astucia y el engaño. Engarzaba historias pequeñas que aparentemente no tenían nada que ver pero noche a noche el relato y el suspenso se convertían en todo un arte. Esto delimita porque las historias de “Las mil y una noches” están unidas a la pulsión de vida. La literatura juega un papel posible a la hora de mantenerse vivo y en libertad.

Sus escenarios diversos: India, Arabia y Persia contaban sobre mundos donde todo  quedaba alejado y la intriga sobrevenía. Sin embargo al final de la obra podemos afirmar que nos sorprenderán un conglomerado de cuentos de diferentes países pero con una ambientación claramente árabe.

Así se abre una nueva puerta a culturas diversas y desconocidas. 

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