¿Cuántas veces, de chicos, escuchamos esta frase en boca de nuestros padres? Ya sea, intentando enseñarnos modales o como recuerdo de infancia cuando nos aburríamos delante del plato de comida. Hoy la frase adquiere otro significado.
Entre la infinidad de ofertas sobre programas de comida que ofrecen los medios, apareció uno muy dinámico y didáctico, que busca poner en evidencia los hábitos alimenticios no demasiado buenos a los que estamos sometidos, involucrando la ciencia, la experimentación y los negocios. Se llama “Dame Veneno”, se emite a través de #0 Movistar de España y lo conduce el Chino Darín. Su tercer programa se llamó Con la comida no se juega.
En él nos enteramos que más de una tercera parte de los alimentos que se producen en nuestro planeta nunca llega a una mesa. Ya sea que se descompongan en el camino o sean desechados por los consumidores en los países ricos, en donde por lo general se compra demasiado y se tira el exceso. Esto se traduce a aproximadamente 1.300 millones de toneladas de alimentos se tiran a la basura. Aparte de las implicaciones sociales, económicas y morales de ese desperdicio —en un mundo donde se calcula que 805 millones de personas se acuestan con hambre cada noche— el costo ambiental de la producción de toda esa comida que termina en la basura es, para nada, sorprendente.
El tema del juego con los alimentos no se agota en estas cifras escandalosas, también se pone en evidencia el engaño y el fraude. El programa desenmascara estafas concernientes a Europa y España en particular, sobre la carne Kobe, tan de moda en la actualidad, el azafrán, supuestamente español, o la trufa. Pero en estas latitudes podemos dar nuestros propios ejemplos al respecto. Aquí se comprobó que algunos productores de leche habían reemplazado la materia grasa de la leche por aceite vegetal. También, el aceite de oliva suele diluirse con versiones de más baja calidad del mismo producto. Hace unos años, salió a la luz un informe donde se reveló que las hamburguesas de ternera vendidas por algunas cadenas de supermercados británicas contenían ADN de caballo y de cerdo, las que eran vendidas como de carne vacuna. La Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones denunció, el año pasado, que en la elaboración de yerba mate existe un exceso de polvo y de palo como estrategia del sector industrial para reducir sus costos. Si bien el Código Alimentario Argentino autoriza la incorporación de hasta un 35% de polvo de palitos de la planta en el producto elaborado, se detectaron sectores de la industria que en la práctica elevaron dicho porcentaje hasta un 50 por ciento. La comida difícilmente podría ser una industria más importante para la humanidad. Todos los seres vivos en el planeta dependemos de ella. Y, sin embargo, una tercera parte de lo que se produce nunca llega a nuestras mesas, y un alto porcentaje de la que llega está adulterada. No sabemos lo que comemos.
La atención de los gobiernos y de la industria debería estar puesta en minimizar los desperdicios y controlar el fraude. Los gobiernos pueden promulgar estándares de seguridad donde no los hay. Mientras que a nivel de los consumidores, las estadísticas de desperdicios se centran en que compramos demasiado y tiramos una buena parte a la basura. Todos podemos poner nuestro grano de arena y juntos hacer una diferencia significativa. Por ejemplo:
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-Compremos sólo los alimentos que necesitemos, para así tirar menos.
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-Aceptemos que el producto puede ser de primera calidad y delicioso, aun si tiene una pequeña imperfección en apariencia.
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-Traigamos a casa la comida que no acabemos de consumir en los restaurantes.
Pequeños cambios pueden producir grandes resultados. Este es un juego serio, todos somos responsables. Los consumidores por dejadez y comodidad. Los gobiernos por omisión de sus funciones y responsabilidades, y las empresas porque la Responsabilidad Social Empresarial debería ser algo más que un apartado que se exhibe en sus sitios web.
Ahora, quiero dejarles una receta muy práctica y simple en la cual podemos reciclar comida. Para que aprovechemos los alimentos del día después, solo tenemos que utilizar la creatividad para transformar una sobra en un nuevo manjar.
Hoy quiero hablarles de la Frittata, del italiano frito, es una especialidad de la cocina italiana similar a la tortilla francesa y que se suele rellenar de diferentes ingredientes tales como carne, vegetales, quesos, setas, etc. Se le añaden condimentos y acompañamientos en su parte superior (similar a una pizza). Se puede preparar similar a la tortilla española.
FRITATTA DE SPAGHETTI CAPRESE
Es un plato italiano napolitano por excelencia, una receta típica útil para «reciclar» la pasta sobrante, para crear fácilmente un almuerzo o cena rápida. Este plato, sustancioso y muy sabroso, también es perfecto para algunas salidas o tal vez como un almuerzo para llevar a la oficina. ¡Les sugiero que combinen un vino tinto con cuerpo para este plato, solo tienen que sacar la pasta de la heladera, batir los huevos y comenzar a crear!
INGREDIENTES
• 500 Grs de spaghetti o tallarines cocidos con o sin salsa (lo que haya sobrado)
• 1 cebolla
• 1 cebolla de verdeo
• 20 gramos de manteca
• sal al gusto
• 8 huevos
• 200 gramos de queso parmesano rallado en hebras
• Pimienta al gusto
• 130 Grs de mozzarella
• 3 tomates peritas
• 40 Grs de albahaca
Paso a paso
Este plato es definitivamente un plato de reciclaje, para comenzar a prepararlo deberían tener disponible un plato de pasta del día anterior. También pueden comenzar desde cero: pongan a hervir el agua para la pasta, tan pronto como haya alcanzado la temperatura ideal, cocinen los spaghetti durante aproximadamente 10 minutos.Luego viertan un poco de aceite y la manteca en una sartén, rehoguen la cebolla picada (lo mejor que pueda). Una vez que la cebolla esté dorada, agreguen la cebolla de verdeo y cocinen 2 minutos más.
Rompan los huevos en un bol y bátanlos bien, agreguen los spaghetti junto con las cebollas rehogadas, el queso parmesano en hebras, sal y pimienta; mezclen todo cuidadosamente hasta que la pasta esté bien integrada con el huevo.
Tomen una sartén, en lo posible de hierro o que pueda ir al horno, calentar bien con un poco de aceite y volcar toda la mezcla. Cocinen por unos 20 minutos a fuego lento y con la tapa; ayudando con la tapa, girar la fritatta y cocinen por otros 10 minutos.
Por último, coloquen por encima de nuestra Fritatta la mozzarella feteada y rodajas de tomate fresco, tapen la sartén hasta que se funda el queso o lleven a horno caliente por 5 minutos. Retiren y coloquen la albahaca cortada en tiras finas por encima, terminar con unas líneas de aceite de oliva.