El mundo está constantemente en cambio; cada día estamos más conectados y pasamos más tiempo en el mundo virtual; también así se han ido reconvirtiendo los deportes. Hace 10 años los esports eran algo marginal y completamente amateur: hoy son una industria multimillonaria que tiene presencia (en mayor o menor medida) en casi todo el globo.
¿Qué son los esports?
Como cualquier otra actividad contra otros, sea grupal o individual, surge la competencia. Desde que aparecieron los videojuegos siempre hubo un mejor puntaje, un récord o alguna forma de demostrar que se es el mejor. Con las mejoras en conectividad y el acceso masivo a internet el desafío pasó de ser el mejor en el barrio o ciudad a ser el mejor del mundo. Hoy los atletas virtuales cuentan con régimenes de entrenamiento, dietas y prácticas pautadas, como cualquier otro profesional.
¿Cuánto gana un gamer?
Depende del juego en el que se desempeñe, la organización en la que participe y que tan bien posicionado esté con respecto a sus pares (no cobra lo mismo Messi, que un jugador promedio en Europa, ni que uno en Argentina). Las ligas mejor pagas están concentradas en Estados Unidos y Europa, que cuentan con los recursos de producción y comercialización para hacer las ligas rentables. Vamos a tomar tres ejemplos:
League of Legends (juego MOBA, héroes con diversas habilidades se enfrentan a fin de destruir la torre enemiga, 5 contra 5) jugador promedio: 105.000 USD anuales.
CS-GO (juego de disparos que enfrenta 5 contra 5, un equipo planta y defiende una bomba, el otro ataca y desarma la misma). jugador promedio: 100.000 USD anuales.
Overwatch (juego que combina disparos con habilidades especiales, enfrentando 6 contra 6 para cumplir diversos objetivos). El mínimo es de 60.000 USD anuales, el promedio se estima cerca de los 100.000 USD.
A su vez, la mayoría de las ligas proveen a sus jugadores de alojamiento (casas o complejos de departamentos para los atletas) así como los periféricos necesarios para el desarrollo de su actividad (mouse, teclado, computadoras, monitores). Los jugadores además cuentan con parte del premio de los torneos que disputen; por ejmplo una vez al año la liga de Overwatch reparte algo así como 3 millones de dólares en premios. La de League of Legends en su torneo más importante 5 millones. CS-GO cuenta con una gran variedad de torneos que reparten decenas de miles de dólares y su torneo más importante ronda el millón. Como dato anecdótico: el juego Dota 2 cuenta con el mayor premio, que ronda el año pasado rondó los 25 millones.
¿Cómo se ven estos torneos?
Ahora ya más instalados algunos son transmitidos por canales de televisión como TBS, pero principalmente son vistos en vivo a través de la plataforma Twitch.tv hoy parte del grupo Amazon. La plataforma permite ver en vivo una transmisión y está centrada principalmente al mundo de los videojuegos. Cualquier individuo mayor de 14 años puede transmitir y es una gran fuente de ingresos para unas cuantas personalidades de la red.
Con cientos de miles de visitas en vivo en el mundo (excepto China que cuenta con su propia plataforma y las visitas varían alrededor del millón de espectadores) es el mejor lugar para ver esports o gamers en general. Twitch genera acuerdos de exclusividad con estas ligas (firmó hace unos meses uno con la Liga de Overwatch por 90 millones USD por la exclusividad de la transmisión por dos años).
Twitch no sólo nos permite ver, sino interactuar con otros espectadores y donar entre otras cosas. El espectador ya no es pasivo, sino que se busca formas de incentivar su participación en el espectáculo (premios en monedas del juego, cosméticos especiales, etc). Elementos que ligas como la NFL y la NBA empiezan a revaluar ante la baja del rating en sus partidos; muchos de los nuevos dueños de franquicias de esports son dueños de equipos deportivos convencionales:
Dan Gilbert (dueño de los Cleveland Cavaliers es socio en 100 Thieves, parte de la liga de League of Legends).
Shaquille O’Neal, RickFox son algunas de las ex estrellas de la NBA que participan en esports.
La familia Kraft (dueña, entre otras cosas, de los Patriots de Nueva Inglaterra en la NFL) tiene una franquicia en la liga de Overwatch.
Y así podríamos seguir todo el día. Los dueños de franquicias deportivas convencionales tienen la estructura y el dinero para financiar estos emprendimientos, mientras los dueños de la era amateur entienden el negocio, tienen la marca y saben cómo manejar a sus atletas. Hoy por hoy la relación es simbiótica, unos tienen el conocimiento técnico y los otros los recursos. Los esports crecen a pasos agigantados y atrapan más a las generaciones jóvenes en USA y Europa que los deportes de siempre. Al parecer ambos lados pueden aprender un poco del otro y permitirle a ligas como la NBA y la NFL insertarse de lleno en el siglo XXI para no perder mercado.
