Profesional de enseñanza primaria. Docente en contextos de encierro. Representante docente JCyD. Directora jubilada.

Era un ducho observador y retrataba como nadie lo común, lo corriente, lo frecuente.

Su vida se compone de datos biográficos y en otra buena parte de descripciones de castillos en el aire.

Nació en Alemania en 1920 pero su familia emigró a Estados Unidos a causa de los problemas económicos que dejó la guerra. Así llegó a los suburbios de Los Ángeles.

Escribir lo ayudó a escapar de la violencia doméstica que sufría a manos de su padre. Las bibliotecas se convirtieron en un amparo buscado. Mientras escribía, trabajaba en el servicio de correo de Estados Unidos, recién en 1969 a los cuarenta y nueve años de edad consiguió vivir de la literatura.

“Cartero” define genialmente el realismo sucio y el movimiento literario de los años setenta dentro del mundo de las letras de Estados Unidos.

Sus historias siempre comienzan con una desgracia y finalizan peor aún.

En esta obra cuenta los sucesos que envuelven a su álter ego Henry Chinaski, representante de sus aventuras semi-biográficas donde él y el autor comparten un cúmulo de vicios. Bebe sin descanso, encarna sueños de frustración, cosifica a la mujer, abusa del tabaco, ama apostar en las carreras de caballos y muchos condimentos más.

Chinaski, al igual que Bukoswski, odian ese trabajo de cartero que los lleva a los lugares más inseguros de la ciudad, donde los perros formaran ejércitos para perseguirlo. Todo el tiempo piensa que esto es pasajero pero tardará más de once años en despegarse de ese empleo. Yendo y viniendo entre las apuestas y las continuas borracheras se conforma con poco. La indecisión y sus consecuencias cruzan la vida del protagonista. Un hombre sin futuro que no espera nada y no va a ningún sitio.

“Pulp” fue su última obra. Contra todos los pronósticos Charles Bukowski falleció en 1994, acompañado de una cuantiosa producción literaria y gran popularidad.

En este libro no aparece como personaje principal Chinaski. El detective protagonista es Nick Belane, que mantiene los mismos vicios de su álter ego y el propio Bukowski. La historia cuenta que una clienta nueva, la Sra. Muerte, parece hacer revivir el negocio detectivesco de Nick, el cual se encontraba algo desmadejado. El caso supone la búsqueda de Céline, quien frecuenta las librerías buscando las primeras ediciones de los textos de Faulkner.  Así los casos extrañamente se suceden unos a otros: aparece un marido, el cual sospecha que su mujer le es infiel (Cindy Bass) y necesita pruebas de ellos. Otro viejo conocido le pide que busque a Gorrión Rojo y un caballero que embellece a los cadáveres quiere deshacerse de una extraterrestre alocada que lo acosa. Todos los casos van encadenándose de manera disparatada e ilógica. Se unen lo concreto y lo surrealista.

Se cree que esta obra no es otra cosa que una parodia basada en la película de Tarantino, “Pulp Fiction”.

Fue duramente criticado y fielmente adorado, aún lo es. Retrató con la frialdad de un puñal que se clava en el corazón del lector, la pobreza, el sexo, el alcohol, la decadencia y la mediocridad. Todas estas temáticas fueron parte de su propia vida.

Decía sobre su transitar por el mundo que le tocó: “Que triste fueron esos años, tener el deseo y la necesidad de vivir pero no tener la habilidad”.

Chinaski no era su álter ego, era el mismísimo Bukowski.

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