Periodista de Tierra del Fuego.

Con las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias al caer, así como la correspondiente veda, las y los candidatas inician un proceso de reflexión sobre cómo se ha trabajado en la campaña y esperan ansiosos si los resultados estarán cerca de sus expectativas.

Los nombres ya los hemos repasados en los diversos artículos analizando la temática: en resumen habrá una lista oficialista con la legisladora Freites a la cabeza, el espacio liberal de Milei con Pauli, “Chispita” desde un partido plenamente provincial y el plato fuerte será la interna de Juntos por el Cambio, no solo a nivel nacional con Larreta vs Bullrich, sino con sus representantes Rubinos y Frigerio respectivamente.

De buenas a primeras, quitando la definición de internas antes mencionada, la elección define poco y nada para la ciudadanía. Es cierto que hay varios espacios que presentan lista y buscarán pasar ese famoso piso del 1.5% para participar de las generales, pero la realidad es que en términos de representación nada cambiará en los posibles nombres para las bancas, sino que será una herramienta de financiamiento para estos partidos de menor volumen.

Las PASO al fin y al cabo, se han convertido en una especie de encuesta o “termómetro” que nos indica de forma más precisa como responde el electorado a las propuestas o gestiones del último período. Para el gobierno nacional, y sus representantes en todas las provincias, será una prueba de fuego para ver si la figura de Massa logró desprenderse de la del presidente Fernández, así como validar el acompañamiento a un proyecto político que bien podría ser una montaña rusa con la cantidad de altibajos que ha atravesado desde sus inicios en 2003 con Néstor Kirchner.

Para el sector de Javier Milei las PASO también definen muchas cosas. No obstante de obtener buenos resultados en la provincia y conseguir bancas en diversos estamentos legislativos, a los liberales no les ha ido del todo bien en muchas de las provincias donde el tour Milei arrasó con grandes multitudes. Ahora es el turno de saber si las posibilidades del economista para la presidencia son más un sueño alimentado por una extremadamente presente base en las redes sociales, o simplemente la falta de figuras conocidas le jugó una mala pasada en los distritos que han atravesado elecciones.

Juntos por el Cambio, tanto a nivel provincial como nacional, diría que no mira más allá de este domingo. Aunque parece haber más diferencias en los porcentajes hoy entre ambos candidatos, tanto Bullrich como Larreta saben que el “partido chivo” es este. La campaña para el ganador será más de capitalizar los desaciertos del oficialismo que otra cosa, que sin dejar de tener sus complejidades, contará con todo el aparato político del espacio: no por esos famosos “pactos de caballeros” a los que aludía Macri, sino por la simple necesidad de volver a ser gestión .

A nivel provincial, la interna además de interna, es una antítesis de dos paradigmas en la forma de hacer política. Oscar Rubinos, representante del jefe porteño en la isla, llega como un candidato de unidad de una variedad de espacios que componen Juntos por el Cambio, catapultado a la acción por los recientes fracasos del partido. Federico Frigerio por otra parte, busca asegurarse 4 años más en una diputación que pasó sin pena ni gloria tanto en lo político como en lo electoral: teniendo como última anotación en su derrotero la paliza que recibió junto a Pablo Blanco por la gobernación. Si bien nadie esperaba que ganasen, ser superados por “Tito” Stefani que fue por fuera de la coalición supuso un duro golpe.

Podríamos decir entonces, que la fragmentación de Juntos por el Cambio derivada del accionar del binomio Frigerio-Blanco es una de las principales causas de los últimos resultados negativos en las urnas. Sin sus principales figuras y el arrastre que suponen se perdieron bancas en la Legislatura y se estuvo lejos en todas las carreras por los ejecutivos. La consecuencia de este período de, podríamos llamarla transición política, es la creación de un nuevo frente interno que viene a proponer esa idea de coalición que también le resultó al espacio en 2015. Así, aparecen Oscar Rubinos, Dolores “Loly” Moreno y Lisandro García Vieyra como una alternativa para el o la votante que se identifica con el espacio pero no encontraba representación en los últimos comicios transitados.

Si tuviese que dar una apreciación personal, creo que este domingo el gran protagonista no será otro que el voto en blanco. Lo vimos en mayo, donde fue segundo en varios casos, también en otros distritos que fueron a las urnas. Ahora, por la propia lógica de las PASO, donde las listas deben superar ese umbral del 1,5%, los votos en blanco no se perderán “inflando” los resultados de los ganadores, sino que presentarán el síntoma a una peligrosa enfermedad: la apatía política.

El fenómeno no es exclusivo a la Argentina, pero se ha vuelto muchísimo más presente en los últimos años. La gente, que ve su situación deteriorarse con el correr de los años, no encuentra respuestas reales a sus problemas por parte de la política, por lo que opta por entregar el sobre vacío. Si el voto nulo es una medida activa contra las y los candidatos que forman parte del proceso electivo, el voto en blanco sería la reacción pasiva: “me da igual” o algo mucho peor “para qué elegir si mi voto no importa”.

De la apatía por la política convencional y los partidos hegemónicos aparecieron los outsiders o foráneos como respuesta. Ejemplos, y de todo tipo, sobran: Trump en Estados Unidos era un empresario con un reality show que fue completamente disrruptivo a un proceso electoral completamente bipartidario, Zelenski en Ucrani pasó de actor a presidente en quizás uno de los períodos más complejos del país. La versión local sería Milei: el economista era un panelista reconocido como un personaje de la farándula que se enojaba con el contexto del país en los programas de la noche y hoy aparece como tercer fuerza política en un país que realmente nunca ha tenido un espacio liberal por fuera de la UCEDE y algunas alianzas posteriores.

El domingo puede traer muchas sorpresas en cuánto a resultados y quiénes serán las y los candidatos que competirán por las tres bancas en Diputados en la Provincia, así como la presidencia a nivel nacional. Pero también, dejará resultados que deberán ser examinados con profunda autocrítica a nivel general: ¿Se siente representada la ciudadanía por esta forma de hacer política?. 

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here