Profesional de enseñanza primaria. Docente en contextos de encierro. Representante docente JCyD. Directora jubilada.

Patricia Highsmith (19-01-21, Texas, Estados Unidos, 04-02-21, Locarno, Suiza) fue una escritora un tanto excéntrica. No solo los gatos eran su compañía predilecta, también los caracoles. Acaso su literatura de la misma manera andaba lento, pero su forma original construía historias donde cualquiera puede pasar de ser una persona común y corriente a un asesino serial. Así “Extraños en un tren” (1950) fue su primera publicación. Alfred Hitchcock un año después adaptó su guion y se convirtió en un suceso cinematográfico.

Esta novela psicológica nos acerca a la idea del crimen planificado porque sí, sin móvil alguno. Elaboración, ejecución sin motivación. Solo desconocidos en un tren, con dudas, vivencias, inquietudes que desatan con la ayuda del whisky y pasan de una situación cotidiana a un crimen que llevará a otro y así sucesivamente. 

El crimen perfecto con una coartada indestructible y magistral estará a cargo de Guy, un tenista frustrado y un sociópata multimillonario, Charles Bruno. Cada uno tenía sus disgustos con ciertas personas. Guy viajaba para pedirle el divorcio a Miriam (la cual ha engañado a su marido, pero está embarazada) ya había rechazado una propuesta anterior de divorcio, ahora cree que lo aceptará aunque reconoce que ella es una persona difícil y enredada.

Bruno odia a su padre.  Así se intercambiarán las potenciales víctimas. Guy rechazará la alocada proposición, pero Bruno sí cumplirá con el trato. Las exigencias de él hacia Guy atormentarán su vida. El derrumbe se instalará poderosamente. Aunque nada los conecta y sus estrategias parecen ser perfectas. Suspenso, tensión, juegos psicológicos e intriga.

En 1952, Highsmith publicó “Carol” (originalmente fue publicado con el nombre de “El precio de la sal”) bajo el seudónimo de Claire Morgan. Esta es una historia de amor entre dos mujeres. Therese trabaja como vendedora en un enorme y distinguido negocio. Carol es su ocasional clienta. Su estilo y elegancia deslumbran a Therese. Ambas transitan etapas dificultosas: un novio celoso, un divorcio en puerta, problemas económicos y laborales. Un viaje juntas después de entablar una amistad, dejará al descubierto el amor.

Si pensaron en el año en el cual fue escrita esta novela por Patricia Highsmith, es sutil y cuidadosa a la hora de describir el romance, sin embargo se revela que la relación entre ellas no es solo de carácter espiritual.

Aquí la autora parece dejar a un lado el suspenso, pero los perfiles psicológicos de sus personajes siguen estando presentes y aportando pistas al lector sobre la forma y el fondo que alcanzará la historia. Solo resta decir: “vivan los finales felices, aunque sea por esta vez y en una novela”.

Patricia Highsmith llegó a la literatura dejando de lado las investigaciones policiales y poniendo el acento en la elaboración y la ejecución del plan criminal. Se volvió millonaria y famosa gracias a una serie de novelas protagonizadas por Tom Riply, un falsificafor talentoso, embaucador de alta sociedad, esmerado y cuidadoso asesino. Aunque los selectos círculos literarios de Estados Unidos le dieron la espalda, quizás por ello saltaba de editorial en editorial. Habitualmente trastocar los límites tiene su precio y ella lo sabía.

Graham Greene (Reino Unido, 1904, Suiza 1991) dijo sobre ella:”Patricia Highsmith no es la poeta del miedo, sino del recelo…”

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here