“Yo escribí mis libros con el oído puesto sobre las palpitaciones de la angustia venezolana” Rómulo Gallegos (Caracas, Venezuela 1884-1969)
Rómulo Gallegos puso el acento de su literatura en la identidad cultural, la soberanía de la naturaleza y la autenticidad del mestizaje. Comenzó a escribir desde muy joven siempre dando marco al criollismo latinoamericano. Su primer libro fue “Los aventureros”, una colección de cuentos y posteriormente creó “La trepadora”, pero quizás con “Doña Bárbara” en el año 1929 llegó su aceptación literaria plena; sobre todo del otro lado del mundo. España lo recibió con los brazos abiertos cuando inició su exilio por causas políticas.
“Doña Bárbara” adquirió trascendencia porque contaba con los condimentos propios que tenía que tener una historia atrapante. Tanto es así que se convirtió en una telenovela de gran éxito. Además fue llevada al cine en México en el año 1943 y como protagonista la tuvo a María Félix, el propio Rómulo Gallegos participó de la adaptación del guion.
En el libro, Doña Bárbara es el personaje principal, una dama rica y poderosa, una verdadera terrateniente la cual maneja todo y a todos, con mano de hierro. Se ha adueñado de las tierras de forma poco clara. Ella representa la barbarie de la llanura salvaje, aunque su carácter frío y déspota (especialmente hacia los hombres) tiene su explicación y ella radica en los inicios de su vida donde el amor quedó trunco y el abuso de un grupo de asaltantes le quitó las esperanzas.
Santos Luzardo representa la luz, la santidad (Rómulo Gallegos captó lo esencial del simbolismo en los nombres de ambos protagonistas, Santos y Bárbara no son elecciones casuales) la civilización, la educación. Es ese hombre que ha acudido a la ciudad en busca del saber, se ha graduado de abogado en la Universidad Central de Venezuela y muestra de forma persistente una profundidad psicológica en sus acciones, demostrando ser en esencia una buena persona. Él no solo es la ley, sino que la representa y la ejerce para defender sus derechos ante una mujer que cree tener el poder de una ley hecha a su medida. Ante estas personalidades antagónicas, los enfrentamientos y reacciones de ambos son inevitables. Pero si algo faltaba en esta novela es Marisela, la hija no deseada de Doña Bárbara y Lorenzo Barquero, la cual vive con su padre. Allí nace el amor entre ella y Santos. Esta niña malcriada y andrajosa muta hacia una jovencita la cual parece florecer. Su cambio simboliza el triunfo del amor, la educación y la justicia. Aunque Doña Bárbara no aprobará tal amorío.
Rómulo Gallegos fue un escritor punzante. El amor por su patria lo llevó a criticar las costumbres, a plantear la fragmentación social, la dicotomía entre la ilustración y lo salvaje. Así delineó pasiones, orden y desequilibrios, pero el interés por la vida de los campesinos de Venezuela siempre apareció como un sello distintivo en su obra.
En el año 1947 fue elegido presidente de la Nación por medio del sufragio universal, directo y secreto. El 15 de febrero de 1948 asumió su cargo. En noviembre del mismo año, el ejército tomó el poder, destituyendo a Gallegos. Finalmente se exilió en Cuba y posteriormente en México. Regresó a su país diez años después. Nunca más participó de la vida política.
Rómulo Gallegos fue un acérrimo defensor de la educación, su fe estaba puesta en que los cambios de las personas estaban basados en el “poder de la educación” como él la llamaba.
Su gobierno fue solo una brisa de aire fresco para su patria o tal vez fue más bien un suspiro imperceptible.
