Periodista de Tierra del Fuego.

Con los resultados de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias invadiendo cada ciclo de noticias, resulta interesante empezar a mirar más allá de los números e identificar qué nos quiere decir el sufragio de los argentinos y argentinas, especialmente los fueguinos. ¿Quiénes ganaron? ¿Quiénes perdieron? Y, quizás la pregunta más interesante ¿hay posibilidades de revertir las tendencias presentadas en las PASO?.

Primeramente, y siempre hablando con aproximados dado que los resultados definitivos tardarán algunas semanas en hacerse presentes, el gran ganador del domingo no es otro que Héctor “Tito” Stefani. El diputado nacional que busca su reelección aseguró un importante primer paso al vencer a su contrincante, Ricardo Garramuño, por 5.000 sufragios para asegurarse su chance en la contienda electoral de noviembre. La mayoría de las encuestas hablaban de números más cercanos, y hasta los más osados daban a Garramuño por encima, pero el redoble en la campaña en la última semana, más la presencia de la presidente del PRO y ex-ministro de Seguridad, Patricia Bullrich, selló la victoria de “Tito”. Si bien falta mucho para hablar de una victoria o renovación de banca, la cosa parece encaminada para Stefani: cuenta con un 16% propio y quedó como representante de la fuerza más votada con el 36,5%, algo de 3,5 puntos por encima del Frente de Todos. Si el arrastre de votos por frente sigue la lógica, Stefani no sólo podría asegurar 4 años más en el Congreso, sino que ganaría un distrito predominantemente peronista como es Tierra del Fuego. En Juntos por el Cambio se festeja y los halcones vuelan más alto que nunca, después de “desayunarse” a las palomas.

Aquí veo un par de posibles escenarios que potenciaron la figura de Juntos por el Cambio, principalmente de “Tito” Stefani, tratando de entender un resultado que nadie pronosticaba. La Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo puede ser un primer punto. Si bien la provincia es fundamentalmente peronista y fue este espacio el que promovió su aprobación, un porcentaje nada despreciable de su población se oponía y quizá la votación en un proyecto tan importante y tan divisivo como éste, alteró un poco los colores de alianza en las urnas. Otro punto es la crisis económica. En Ushuaia, donde la diferencia a favor de Juntos por el Cambio fue más amplia, quizá la pandemia fue la primer crisis económica que atravesó la ciudad en tiempos modernos. Anteriormente, aunque las cosas no estuviesen bien como en 2001 o 2018/19, el turismo sostenía a flote a una buena parte del empleo privado, con la entrada de dólares por parte de los extranjeros que llegaban al puerto y aeropuerto de la ciudad. Con la cuarentena, este ingreso se vio restringido, sumiendo a la ciudad en una situación nueva para ella. Este descontento general parece ser uno de los puntos donde JxC capitalizó votantes y sacó diferencia. Distinto es el caso de Río Grande, donde las fábricas ya habían visto golpes duros con la recesión del final de mandato de Mauricio Macri y la figura de Cristina y Néstor tiene un peso preponderante.

Quizá el más golpeado de todo el proceso electoral fue Ricardo Garramuño, que abandonó el Movimiento Popular Fueguino para sumarse a la propuesta de la oposición y terminó por quedarse afuera de la contienda electoral. Con una diferencia algo abultada, ahora el interrogante es si los partidarios del “Garrita” seguirán apoyando a Juntos por el Cambio o volverán a las filas del MPF, alterando la balanza de resultados esperados. Si bien Garramuño se mostró dispuesto a trabajar a futuro con el espacio político, también vale mencionar que en ese momento la mayoría de las encuestas lo daban ganador y con algo de margen. Si las sospechas de Stefani eran correctas y Garramuño “no era tan opositor”, quizá una parte de ese 10,5% se vea inyectado donde menos lo esperamos.

En esa misma línea, el Movimiento Popular Fueguino, que evitó jugársela en las elecciones de medio término, pareciese ser de los más golpeados. Mientras todos los otros partidos tienen algo por lo que celebrar, el MPF que tenía huevos en varias canastas, se quedó sin nada. Su aliado político en la gobernación no obtuvo el resultado que esperaba, su disidente Garramuño perdió la chance de presentarse en noviembre y su candidato para “cuidar” la lista salió sólo por encima de Nuevo MAS, siendo sexto entre siete propuestas. Resulta curioso, a pesar de la no participación de sus principales dirigentes en la campaña, que un partido con estructura e historia no pudiese sacar al menos 3.000 votos.

Ahora bien, hay que hablar de la sorpresa en el Frente de Todos. Si bien Carolina Yutrovic logró la marca autoimpuesta en la predicción electoral, duplicar en sufragios al segundo candidato, a la hora de sumar los frentes la mirada hacia el futuro toma un tono más sombrío. Como decía el General, la única verdad es la realidad y, la realidad en este caso, es que en un distrito con todos los estamentos ejecutivos bajo el control del Frente de Todos y mayoría en la Legislatura y Consejos, salieron segundos. El problema no es específico a nivel provincial, sino que responde a una lógica nacional de una mala elección. Lo dijo Alberto Fernández en su discurso, hay que “corregir los errores” y “comenzar a trabajar desde mañana mismo”. La cuarentena y los escándalos que rodearon a las principales figuras nacionales, las famosas “fotos de Olivos”, sacaron de las manos del Frente de Todos a la gran mayoría de los distritos, más notablemente la Provincia de Buenos Aires, dejando al oficialismo sólo con victorias en San Juan, Catamarca, Tucumán, Formosa y La Rioja. Hoy, Alberto está en una posición similar a la de Mauricio Macri en 2019, que tuvo que salir a recuperar la confianza del electorado en tiempo récord, en un intento de “remontada”.

No todas son noticias negativas para el Frente de Todos: hay casi 2 meses de camino a noviembre y si bien la distancia a nivel nacional es de 40,6% a 29,6%, la batalla se enfocará en los distritos de poca diferencia como Provincia de Buenos Aires, Tierra del Fuego, Salta, Chubut y Santa Cruz, dejando al “mapa” político más equilibrado en caso de recuperarse. Por otro lado, cuenta con el inicio de la reactivación económica, que podría llevarlo a recuperar la confianza de aquellos que vieron sus bolsillos golpeados durante la pandemia y cuarentena.

Volviendo al panorama provincial, intriga mucho cómo cambiará el enfoque de campaña de cara a noviembre. Si bien vimos a Guillermo Fernández realizar recorridas mediáticas, casi toda la campaña de calle consistió en la presencia de Carolina Yutrovic y los dirigentes municipales. ¿Saldrá FORJA a militar la campaña?. De esa misma forma, uno de los puntos focales de la campaña en la ciudad de Ushuaia abre la interrogante: ¿es momento de redoblar la apuesta y salir a buscar el voto de forma más proactiva o la gente prefiere un enfoque más pasivo y menos invasivo?. Ushuaia, que parecía ser dónde Yutrovic podría hacer más pie, pensando en la presencia del intendente Vuoto y el 54% que obtuvo en 2019, terminó siendo el punto de mayor diferencia, quedando casi 9 puntos por debajo de la acumulación de JxC. Río Grande y Tolhuin por su parte, dieron como resultado una victoria que ronda el 1,5% con Yutrovic a la cabeza. La Antártida por su parte, fue el lugar de victoria de Garramuño, que alcanzó el 39,5%, triplicando a Stefani y sacando más de 10 veces los votos de Yutrovic en sus 273 electores.

Otro resultado que sorprendió a algunos fueron los resultados electorales de Somos Fueguinos, espacio comandado por Liliana “Chispita” Fadul, que sacó el 12,5% quedando como tercer fuerza política y Republicanos Unidos, donde Samuel Muñoz Letizia obtuvo el 6,1%. Si hacemos cuentas, estos dos espacios, que hasta podríamos decir que están más cerca de la línea de Juntos por el Cambio que del oficialismo, se congregan algo de 17.000 votos, más de lo que sacó Stefani por ejemplo. En una línea similar a la Ciudad de Buenos Aires, los espacios políticos por fuera del bipartidismo de JxC y FdT, hay una buena parte del electorado que no se siente representado y busca alternativas a la hora de pensar en representantes y plataformas de gestión. Ojo al dato, con ese 12,5% “Chispita” podría meter dos hipotéticas bancas en 2023.

En estos dos meses restantes de campaña, seguramente veremos luego de algunos días de calma, análisis y reformulación de estrategias en base a resultados, un cambio en la posición del Frente de Todos. Juntos por el Cambio seguirá, seguramente, la estrategia de “equipo que gana no se toca”, fomentando las fotos de unidad entre sus candidatos de internas. Noviembre está al caer y parece que la carrera contrarreloj comienza esta semana misma.

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