Periodista de Tierra del Fuego.

Septiembre es quizás el mes más importante para el frente opositor de Juntos por el Cambio. A diferencia de los otros partidos que participarán de los comicios, este espacio político tendrá una verdadera disputa interna para ver quién representa al partido que hoy, si bien no tiene un líder definido, es la referencia de la oposición. Tanto en la provincia como a nivel nacional, el famoso “pacto de caballeros” o de no agresión parece haberse roto antes de comenzar y entre cinco listas definirán quién pelearía la hipotética segunda banca al Frente de Todos.

Como mencionamos antes, son cinco las listas y allí nos encontramos con un mix entre dirigentes nuevos, históricos y el hombre de la discordia: el extrapartidario. ¿Quiénes son los cinco opositores que buscan amargarle la fiesta al Frente de Todos?.

El elegido

Parece que el candidato más fuerte de Juntos por el Cambio es, irónicamente, un foráneo al espacio. Ricardo Garramuño, actual concejal de la ciudad de Ushuaia por el Movimiento Popular Fueguino fue el elegido por el senador nacional Pablo Blanco para pelearle la banca a Stefani, pensando en un apoyo radical para cimentar su candidatura. Las cosas no salieron como esperaba Blanco, encontrando bastante rechazo de parte del diputado Stefani, quién calificó la estrategia como “pésima” y de los radicales Da Fonseca e Ybars, que parecen “no conocer” al joven dirigente mopofista. Los que si firmaron el acta para sumar al extrapartidario fueron Alejandro Vernet por la UCR, Tomás Bertotto por la Coalición Cívica ARI y Pedro Gallo por el MID. Dato de color: estos dos últimos son asesores de Blanco en el Senado, lo que aporta un poco más de contexto a la maniobra. Desde el PRO con Stefani primero se habló de un “problema de agenda” en la no participación de la firma, para luego salir a la carga contra el edil capitalino y su padrino político en JxC. Dentro del ala dura de Juntos por el Cambio no habría caído bien que no se haya optado por alguien del riñón del frente, y quizás, que sea el que más chances tenga de alzarse con la victoria en septiembre.

El que siempre quiere estar

Candidatos eternos hay en todos lados y Tierra del Fuego no es la excepción. Javier Da Fonseca, abogado riograndense y ex funcionario de la gestión de Fabiana Ríos, es el claro ejemplo de perseverancia, aunque en política no hay premios por participar. No obstante de ser bastante criticado dentro de las filas de la Juventud Radical, Da Fonseca volverá intentar llegar a un cargo electivo, aunque sus chances parecen bastante reducidas. Con un aluvión de críticas en el propio partido, más de uno recuerda las denuncias que el candidato tiene por falsificar firmas para avales, algo un tanto peculiar si hablamos de un abogado.

El empresario

Hombre del campo de Río Grande, Fernando Gliubich saltó a la fama durante su mandato como presidente de la Asociación Rural de Tierra del Fuego. Allí, probó las mieles de la política, cuando decidió hacer dupla con Juan “Pipo” Rodríguez en la fórmula electoral para la gobernación en 2019. Ahora, con un poco más de recorrido político bajo sus suelas, buscará prenderse en la pelea de las PASO para ser el candidato oficial en noviembre.

El joven dirigente

Contador, profesor universitario y hombre vinculado al deporte, Maximiliano Ybars es el punto de referencia del espacio de Martín Lousteau en Tierra del Fuego. Aunque menos conocido que el resto, Ybars cuenta con vocación de militancia y un cargo como vocal dentro del partido conducido por Alejandro Vernet. Quizás le juegue a favor no ser una figura que se pueda vincular con la gestión de Mauricio Macri en la provincia, mala palabra en lo que es un distrito predominantemente peronista.

El enojado

De los opositores es probablemente el más notorio, sea por lo que los quieren o por los que preferirían no tenerlo cerca. Héctor “Tito” Stefani buscará su reelección como diputado nacional a pesar de ser el nombre que en Tierra del Fuego más se vincula con la anterior gestión nacional. Hoy también, parece ser el que va por la campaña más agresiva, luego de mostrarse iracundo ante la decisión del senador Pablo Blanco de lo que coloquialmente conocemos como “serrucharle el piso”. También tuvo algunas palabras sobre Garramuño, sobre quién sostuvo “fue oficialista dos años y los otros dos oposición” del actual intendente de Ushuaia. Quizás “Tito” más nervioso que enojado, ve en Garramuño el hueso más duro de roer para conseguir ser el candidato de Juntos por el Cambio, en una elección que al polarizar, podría hacerle recuperar algo de favor en los votantes fueguinos disconformes con la gestión de Alberto Fernández. También, puede que se vea reflejado en él: vale recordar que Stefani también fue parte del Movimiento Popular Fueguino y que su lista para la alcanzar el cargo de diputado contó con un nutrido bagaje de extrapartidarios. Puede que Stefani ande falto de memoria, o teme que el pasado se repita.

Entre estos cinco (Garramuño, Da Fosenca, Gliubich, Ybars y Stefani) se definirá quién representará a Juntos por el Cambio a la hora de salir a pelearle la banca al Frente de Todos en noviembre, si las predicciones y encuestas que circulan están bien orientadas. El problema principal, quitando quién gane en las PASO, es si este acuerdo de acompañar al ganador seguirá en pie. Como bien sabemos, Juntos por el Cambio carece de esa verticalidad tan característica del peronismo, donde todos acompañan al que gana y podría jugarle una mala pasada algún ego herido post-PASO. No obstante del resultado de las primarias, quién llegue a las generales necesitará todos los apoyos posibles si es que quieren llegar a la Cámara Baja del Congreso de la Nación. Por ahora, su mejor esperanza es salir del barro en las internas y entender quiénes son sus verdaderos rivales.

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