La Legisladora Liliana Martinez Allende plantea que frente a un nuevo confinamiento nacional (y la posibilidad cierta que se repitan de manera intermitente), y con una campaña de vacunación que se demora, urge presentar una planificación sanitaria para una temporada de invierno. “Recordemos que hay hoteles que van a cumplir 15 meses cerrados, y la mayoría que trabaja con un aforo del 20%. Hoteleros, gastronómicos, transportistas, deberán ser alcanzados no sólo por subsidios y planes de créditos blandos, o exenciones impositivas. Junto a este paquete de ayudas, se debería evaluar seriamente, la creación de un pasaporte sanitario».
Aprovechando la condición insular, Tierra del Fuego podría recibir turismo nacional e internacional para aquellas personas que ya fueron vacunadas con el cronograma completo de algunas de las fórmulas aprobadas por ANMAT y presentando además un PCR negativo.
Así, habilitando la llegada de vuelos o de embarcaciones de manera directa para que puedan mantenerse las burbujas. Los turistas deberían ser recibidos por personal que también haya completado su proceso de inmunización, personal que además debería ser testeado regularmente. En este último punto sería muy lógico utilizar los tests rápidos que ya se están fabricando en el Laboratorio del Fin del Mundo.
Hace un par de días desde este sitio hicimos un análisis de la situación de los comercios ligados al turismo, llámese hoteles, agencias y gastronómicos con una pregunta muy sencilla ¿ya está perdida la temporada invernal? Con las restricciones impuestas por el gobierno nacional para reducir los contagios, las declaraciones de funcionarios planteando la posibilidad de los “cierres intermitentes” y esperando saber cuales van a ser las nuevas medidas a partir de la semana que viene.
Más de un comerciante local entendió que el fin de semana largo fue una estocada, “vender sin poder dar el servicio lo único que provoca es una deuda del hotelero que tiene que disponer de nuevos días para ofrecer a un cliente que ya pagó. Se bloquearon reservas, hubo menos días disponibles”. Muchas empresas de Ushuaia están complicadas y lo que sostienen es que si Nación no modifica el parámetro para calificar las zonas de riesgo y obliga a las provincias a acatar las restricciones con esta situación, se va hacia un espiral sin salida.
La discusión pasa por el índice de «incidencia» que mide los contagios en 100 mil habitantes. Este cálculo, no favorece a la provincia por la poca cantidad de habitantes. Actualmente tenemos alrededor de 600 contagios semanales y con este sistema es necesario tener 150 para medir bien, algo que parece imposible. Otro referente provincial plantea «el índice razón nos da riesgo moderado, por debajo de 1,2 y los hospitales están al 70% de la ocupación de las UTI pero con el 50% de la ocupación no COVID. Es gastar una bala de oro, restringir en este momento, con tantas empresas al límite”.
