Licenciado en Estudios Orientales. Posgrado en Negocios y Comercio de Asia Pacífico e India. Política Internacional; extremismo religioso.

Con un final tumultuoso y sin participar de la ceremonia de cambio de mandato, Donald Trump dejó la presidencia de los Estados Unidos y ya se encuentra en una de sus propiedades en Florida, donde intentará resistirse al impeachment y el pseudo embargo comercial que sufren sus empresas en el país, siempre con la mirada puesta en volver a la Oficina Oval en 2024.

No obstante, hay un recambio político en Estados Unidos, liderado por Joe Biden, quien supo ser el vicepresidente de Obama en sus dos mandatos y Kamala Harris, la primer mujer que ocupará la segunda posición más importante del país del norte. En la vorágine de ceremonias, juras y un recital que se llevó adelante cercana la medianoche en nuestro país, con las presencias de Jon Bon Jovi, Foo Fighters, John Legend y Justin Timberlake entre otros, Biden marcó cual será la agenda de los Estados Unidos por los próximos cuatro años: volver hacia atrás con las medidas de Trump.

17 acciones fueron firmadas en menos de 24 horas de mandato por el presidente Biden, superando ampliamente cualquier récord que haya visto el país. Para ponernos en contexto, Obama firmó 9 en 14 días, Trump 8 y Clinton 3. Estas órdenes ejecutivas abarcan algunas de las políticas pivotales de la gestión Trump, así como ese cierre al multilateralismo que proponía el magnate inmobiliario durante su campaña.

Cortar con el financiamiento del “Muro”: quizá uno de los anuncios más polémicos de campaña de Trump, donde prometió levantar un “muro” entre México y Estados Unidos, y hacer al país vecino pagar por el mismo. El pago de México nunca llegó y quedó demostrado que el muro respondía más a un gesto vacío que un análisis serio a la inmigración: desde la crisis de 2007 el número ha bajado significativamente y en su gran mayoría, son personas que llegan con visado por avión y no toman el vuelo de regreso.

Levantar la restricción de viaje de países de mayoría islámica: otra medida de campaña de Trump que aplicó al inicio de su gestión y ya inició las manifestaciones en su contra. Allá por el 27 de enero de 2017, Trump restringía el acceso por 90 días de visitantes de 7 países de mayoría islámica, además de prohibir la entrada de refugiados sirios. Si vamos al caso, la firma de Biden es una formalidad: la Justicia norteamericana suspendió la orden ejecutiva luego de una batalla legal intensa entre las organizaciones civiles y la Casa Blanca.

En la línea de inmigración, Biden también apuntó contra el crecimiento de las fuerzas de seguridad contra la inmigración, incluye en los censos del país a los no-ciudadanos y fortalece DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia).

Vuelta el multilateralismo

Otro punto que marcó la gestión Trump fue la fuerte presión en tratados de comercio y acuerdos multilaterales a nivel global. Su salida del Acuerdo de París fue algo muy criticado por la oposición, así como el intento de salida de OMS. Biden ya anunció la vuelta al acuerdo multilateral sobre el Medio Ambiente, y coordinará una misión para reestablecer el vínculo con la OMS, con la lucha contra el COVID-19 como foco. En Medioambiente, el flamante presidente canceló la construcción de Keystone XL, un oleoducto que Obama ya había suspendido por el impacto medioambiental que podía generar y Trump reactivó.

Siguiendo la línea de la lucha contra el COVID-19, Biden volvió obligatorio el uso de barbijo en edificios federales y el seguimiento de protocolos sanitarios, instando a los gobernadores a tomar la misma postura. Además, crea una posición que dependerá directamente de él y controlará la distribución de vacunas y equipamiento médico en todo el país.

Según revelaron desde su equipo, Biden buscará enfocar cada día en una temática diferente y retroceder con las políticas de Trump o realizar cambios, por lo que serán unos primeros días de gestión bastante movidos y con muchos cambios de enfoque. Al parecer la semana que viene la dedicaría a un nuevo programa “Buy American”, que intentará establecer requerimientos de compra de bienes y servicios para el estado. El martes lo dedicaría a terminar con la concesión privada de prisiones, un punto de mucha discusión en los Estados Unidos y su miércoles y jueves estarían dedicados a la lucha contra el cambio climático y la salud respectivamente. En el cierre de la semana laboral, el nuevo presidente creará un grupo apuntado a reunir a los familiares separados por las políticas inmigratorias de su predecesor, así como modificaciones al sistema de inmigración y refugiados. Para febrero, seguramente veamos mayor presencia internacional, ya con los principales asuntos de política interna resuelta y un enfoque a reestablecer los lazos comerciales y diplomáticos que fueron modificados durante los últimos cuatro años.

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