Profesional de enseñanza primaria. Docente en contextos de encierro. Representante docente JCyD. Directora jubilada.

En otros tiempos, las cartas, eran más que importantes, eran fundamentales. Sin contar que era una herramienta insustituible saber leer y escribir. Las misivas estaban rodeadas de un velo de romanticismo.

Hoy nos acercan al pasado como si nos llevasen de paseo por un viaje en el tiempo.

Entre sus líneas dejaban ver datos, informaciones, nombres, apellidos, fechas, sentimientos, verdades y mentiras. Ellas han sido útiles operando como un verdadero modo de reconstrucción de los procesos históricos y forman parte de los documentos que apoyan los sucesos sociales, políticos y económicos de otros tiempos.

“Drácula” de Bram Stoker es mucho más que una novela con vampiros como protagonistas. Este relato está constituido por un compendio de notas y cartas que se unen por medio de un diario en el que cada uno de los personajes plasma su punto de vista (algunos cercanos a la realidad y otros no tanto).

Cuando damos por finalizada la lectura, en medio de un clima del mas absoluto romanticismo de la época, podríamos pensar: ¿entonces, los vampiros existen, deambulan entre nosotros, conviven en nuestra sociedad o son solo el producto de las miradas paranoicas de un tiempo y un espacio específico?

“Lady Susan” de Jane Austen es una breve novela epistolar que recorre cuarenta y una cartas con los recortes y contradicciones morales de la alta burguesía inglesa. El libro pone en palabras la vida y la personalidad de Lady Susan. Ella, calculadora y egoísta, desea conservar la posición social que ostenta (ya que ha quedado viuda), pero para ello debe procurarse un “buen candidato” y de paso casar a su hija con alguien influyente.

“Cartas del diablo a su sobrino” de C.S. Lewis recopila treinta y una misivas que establecen un ida y vuelta entre Escrutopo, un legendario demonio y su sobrino. Orugario, un demonio principiante.

El objetivo de tal intercambio de correspondencia es aconsejar a Orugario, para que aprenda cómo dejar congelada la fe de las personas, aunque también toca temas como la sexualidad, el miedo, el amor, el paso del tiempo, los vicios, el poder, el dinero, etc.

Escrutopo busca poner o sacar pensamientos de diferentes envases como si fuesen capacidades estáticas. Ellos, los humanos poseen talentos, pero tal vez nunca han sido descubiertos. La pasiva monotonía a la que los empuja el tiempo, solo los convierte en invisibles, idénticos y uniformes.

De parte de tu cariñoso tío, Escrutopo: “Los hábitos activos se refuerzan por repetición, pero los pasivos se debilitan. Cuanto más a menudo se sienta sin actuar, menos capaz será de llegar a actuar alguna vez, y, a la larga, menos capaz será de sentir”. (Cartas del diablo a su sobrino).

Cicerón dio a las cartas la importancia de “una conversación de amigos ausentes”.

Después del año 100 a C. se tuvo en cuenta a las epístolas como un género. Anteriormente la retórica no se había ocupado de ello. Quizás las primeras referencias sobre cartas puedan verse en la Ilíada, donde la literatura griega da cuenta de su uso a cargo de embajadores y mensajeros. Hoy las tecnologías digitales han modificado la forma de comunicarnos, pero los libros de carácter epistolar siguen residiendo entre nosotros. Aunque las cartas componen una liturgia singular que tal vez puedan reubicarlas en un territorio sin límite para los sueños, las emociones y los miedos, apostando al valor de la palabra escrita.

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