California: San Francisco

San Francisco, seguramente una de las ciudades más lindas de Estado Unidos, está ubicada en el norte del estado de California, emplazada en una gran península en la  entrada de la bahía del mismo nombre de cara al Océano Pacífico. Se caracteriza por altos rascacielos flanqueados por numerosos de edificios de estilo victoriano, donde destacan la variedad de puentes que atraviesan dicha bahía, incluyendo el famoso Golden Gate, lo hemos visto en muchas películas, construido en 1937. Cuenta con aproximadamente 780000 habitantes, pero el área completa de esta región tiene 7 millones de habitantes. Esta ciudad cuenta con la comunidad más numerosa de Chinos en USA,  muchos de ellos viven en el Barrio Chino (Chinatown).

Fue fundada por los españoles en 1776 con destino militar a la que se le adicionó una misión especial por los franciscanos. En 1821 con la independencia de Mexico de España, la ciudad pasó a ser asociado a México hasta 1846, cuando fue ocupada por tropas estadounidenses y finalmente en 1848 San Francisco se convirtió en territorio de Estados Unidos. Para agregar otro dato, vale destacar que en 1906 sufrió un devastador terremoto donde quedó completamente destruida.

Dada una breve introducción histórica, les paso a contar un poquito de este destino maravilloso, tanto paisajísticamente como humanamente hablando. Es una ciudad muy cosmopolita, muy prolija, llegamos en auto a mediados de abril, fresco y ventoso, veníamos de recorrer varias ciudades de California, parada previa en Fresno, ya que tuvimos un viaje largo desde Las Vegas hacia este destino final. Permanecimos 3 noches aquí, precisamente en el Hotel Courtyard by Marriott San Francisco Downtown, dato a tener en cuenta, los estacionamientos son súper caros, recuerdo que el valor diario era casi como el hotel. La ubicación no era super céntrica pero caminando 15 minutos ya llegabas a un punto de interés turístico. Arribamos e inmediatamente nos fuimos a caminar, pasamos por el barrio Chino, típico con sus locales y su pato laqueado tan carecteristicos colgados en las vidrieras. Pasamos por Union Square, plaza principal, área comercial y de entretenimientos, no les voy a mentir, hicimos un stop para hacer un poco de shopping. Finalmente, terminamos en un cafecito muy pintoresco de origen italiano.  Anduvimos en tranvía y  por supuesto, recorrimos sus calles empinadas, muchas con escaleras, otras con subidas y bajadas es una postal pasito a pasito.

Otro dia ha llegado, y por supuesto decidimos ir a la zona de Pier 39, es el puerto principal de la ciudad, tiene un paseo hermoso, centro comercial, restaurantes, punto obligado a recorrer sin dudas. Alquilamos unas bicis, nos dirijimos hacia el Puente Golden Gate, el paisaje de camino es realmente impresionante,  por un lado tenés la Bahía y de manera opuesta casitas tipo victorianas, a medidas que vas llegando al acceso de entrada se convierte en un parque enorme. La sensación de cruzar ese puente es inexplicable, la inmensidad, la visual, tiene una longitud de 2.737 metros, una vez que llegas al otro extremo hay un mirador divino para sacar las fotos típicas con el puente de fondo. El recorrido no terminó ahí, seguimos por una pequeña ruta hasta que desembarcamos en un pueblito llamado Sausalito, que decirles, me enamoré a primera vista, sus barcitos pequeños en composé con el lugar de cara a la Bahia daban la sensación de estar en una película de época, realmente disfrutamos visitarlo. Almorzamos ahí para luego regresar a San Francisco, ¿cómo? Volvimos en Ferry y disfrutamos aún más la vista de la ciudad, esto debería estar en la lista de cualquier viajero. Cada minuto recorrido es bálsamo para la vista.  Por la noche fuimos a cenar a un restaurant de comidas rápidas típicas de USA.

Este día era muy especial para mí, ya que nos habían invitado a recorrer la bodega de Francis Ford Coppola. Resulta ser que Francis filmó en uno de los cruceros de Celebrity Cruises,  y me  había encargado de la logística para dicha filmación, cuestión que conocí a su productora y pegamos muy buena onda y ella misma, Adriana, nos invitó a este maravilloso lugar. Agarramos nuestro vehículo y nos fuimos a Napa, a solo 78km de distancia, es la región vitivinícola de California en conjunto con Sonoma, el camino era un sin fin de paisajes llenos de viñedos, espectacular por donde se lo mire. Esta bodega se llama Rubicon Estate, allí, llegamos a traves de una entrada sin precedentes, totalmente arbolado, flores, ningún detalle estaba librado al azar. Nos estaba esperando el guía para presentarnos la bodega, recuerdo que nos acompañó también en la guiada el piloto privado del helicóptero de Francis. Que contarles de esta construcción, cubierta de enredaderas, ladrillo a la vista, fuentes, piscinas, la cava enorme, tiene una sala privada con una mesa para 6 personas donde degustamos los vinos con variedades de quesos, un manjar!!! Los viñedos eran un cuadro, todo perfectamente diagramado y organizado. El mobiliario del casco principal no desentonaba en absoluto, colores oscuros y pisos de pinotea, como olvidar semejante lugar. Fuimos atendidos con gran amabilidad y por supuesto compramos vinos y aceite de oliva que trajimos a Argentina. De regreso dimos una vuelta para pasar por Sonoma, la otra región de vinos, lo mismo, el paisaje es tan lindo que vale la pena cada minuto recorrido.

San Francisco tiene mil cosas para hacer, pero nosotros preferimos vivirlo en carne propia recorriéndolo a paso a paso, obviamente nos quedamos con ganas de mucho más, seguramente volvamos para seguir con las aventuras que nos quedaron pendientes para disfrutar un poco más de esta Gran Ciudad.