Profesional de enseñanza primaria. Docente en contextos de encierro. Representante docente JCyD. Directora jubilada.

Hoy sabemos que la vejez es un proceso fundamentalmente biológico, pero también estamos en condiciones de afirmar que ella se retrasa y por lo tanto la vida se prolonga.

Desde Simone de Beauvoir hasta Adolfo Bioy Casares (“Diario de la guerra del cerdo”) veremos qué construcción social, biográfica y psicológica proporcionan sobre este contenido.

El ensayo “La vejez” de Simone de Beauvoir muestra como ella plasma su evidente preocupación sobre la ancianidad y cómo piensa que la afectaría directamente.

Si bien esta obra fue publicada cuando ella contaba con sesenta y dos años, este desvelo de la decadencia psicológica y física la acompañó durante todo su trayecto como escritora.

En este texto muestra a la vejez como un proceso individual, pero destaca que las personas vivimos dentro de una sociedad que decide ampliar o acotar las posibilidades de los ancianos.

“El joven teme esa máquina que va a atraparlo, trata a veces de defenderse a pedradas; el viejo, el rechazado por ella, agotado, desnudo, no tiene más que ojos para llorar. Entre los dos la máquina gira, trituradora de hombres que se dejan triturar porque no imaginan siquiera que puedan escapar. Cuando se ha comprendido lo que es la condición de los viejos no es posible conformarse con reclamar una “política de la vejez” más generosa, un aumento de las pensiones, alojamientos sanos, ocios organizados. Todo el sistema es lo que está en juego y la reivindicación no puede sino ser radical: cambiar la vida”.  “La vejez” Simone de Beauvoir, publicado en la primera edición el 23 de enero de 1970.

Y así estamos. Y así seguimos.

“El viejo y el mar” de Ernest Hemingway, narra como Santiago (un viejo pescador cubano) y Manolito (su joven acompañante) se relacionan desde la admiración mutua. La mala suerte en los días de pesca del viejo hacen que su ayudante deba buscar trabajo con otros pescadores con mejor fortuna. Pero en una jornada la historia cambia y la determinación de Santiago juega el papel principal en esta historia.

La batalla será dificultosa porque el honor está en juego.

Ernest Hemingway aporta desde su obra un homenaje a la perseverancia, el espíritu de lucha, el valor del compromiso con el trabajo diario, la importancia del presente, la estimación de la experiencia y la humildad.

“El millar de veces que lo había demostrado no significaba nada. Ahora lo estaba probando de nuevo. Cada vez era una nueva circunstancia y cuando lo hacía no pensaba jamás en el pasado”. “El viejo y el mar” Ernest Hemingway, publicado en la primera edición el 15 de marzo de 1953.

Es verdad que todos envejecemos, debemos aceptar esta parte del proceso del ciclo vital. Este es dinámico, gradual, natural e individual.

En una sociedad que hace un culto y un negocio de la juventud y la infinita cantidad de aspectos positivos que esta etapa tiene, ser “viejo” parece ser sinónimo de enfermedad y tristeza.

Sin embargo los adultos mayores pueden darse la oportunidad para desarrollar o fortalecer actividades que le han despertado placer desde siempre y esta es la ocasión de darles una prioridad única y valiosa.

Decía mi abuelo: “Si a esto no has de llegar, la vida te ha de costar”.

Por eso, mejor llegar.

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here