Una vez presentado proyecto de emergencia económica por el ejecutivo provincial, cuesta encontrar críticas al mismo. Sobre todo, teniendo en cuenta que era muy esperado por la oposición. Lo que indica – por lo menos a simple vista – que mas allá de las correcciones que se puedan hacer, es casi un hecho que este proyecto va a avanzar: Y si me preguntan por que, es claro que no hay muchas más ideas entre los que toman decisiones para resolver la situación. Es probable que en estos días los ediles hagan las correcciones necesarias pero la urgencia que tienen los privados le mete una presión más a la situación actual.
Ahora bien, seguramente se harán las modificaciones, pero lo que es cierto es que no hay muchas más ideas de como resolver el tema de la economía en la provincia, y la situación que se vive dentro de las cámaras. En el caso de los que están agrupados como los distintos comerciantes, monotributistas y autónomos esperan que la política decida como puede ayudarlos a subsistir, porque claramente si no hay una recuperación económica desde el privado, se corre serio riesgo de que la recaudación se caiga estrepitosamente y eso sin dudas repercute en las arcas del estado provincial y en cadena hacia los municipios.
Alguno podrá decirme que están los hidrocarburos o la pesca y tendría razón. Estas actividades son parte del ecosistema productivo, pero tienen baja cantidad de empleados (se obtiene la materia prima pero no sucede transformación). Además, por la falta de demanda, los hidrocarburos se enfrentan a sus valores históricos más bajos, aún con barril criollo de por medio.
Es verdad que la industria manufacturera volvió a producir, la pregunta es ¿a quiénes les van a vender? El consumo de casi todo lo no esencial está paralizado, prácticamente no hay plata en la calle y los dos centros urbanos más grandes (Ciudad de Buenos Aires y el Área Metropolitana) todavía permanecen con menos actividades en funcionamiento. Ergo, más salarios que se pagan en porcentaje y menos posibilidades de cambiar un electrodoméstico o un celular en el grupo familiar. La industria fueguina es de exportación: aunque hay consumo interno en la isla, la gran mayoría de la producción está pensada para abastecer al resto del país. Dependemos más de cómo estén en otros lugares que de nuestra situación.
Volviendo al tema de la posibilidad de esta nueva ley, hay dudas sobre algunos términos del proyecto, las reuniones que se den en estos días delinearán como ir reglamentándola. Por citar una de las preocupaciones es que para los interesados en los créditos ya sea por medio del Banco de la Provincia o del Ministerio de Industria y Ambiente plantean si va a haber un período de gracia para empezar a pagar las cuotas, y acá nace la pregunta más difícil de contestar ¿cuándo termina la cuarentena y se vuelve a la normalidad?. Si como dicen en Nación los vuelos recién se van a activar en septiembre lo más probable es que la temporada de verano no sea buena y todos sabemos que el turismo es la fuente de ingreso más importante para la reactivación comercial por lo menos en la capital fueguina.
Esta temporada probablemente sea solo de turismo interno. Con la evolución del COVID-19 en Brasil, uno de los principales proveedores de turistas en Ushuaia, habría que casi dar por descartada la posibilidad de turistas extranjeros sin exponerse a un rebrote del virus. De ese turismo local, la gran mayoría (según estadísticas del InFueTur) viene de la Provincia de Buenos Aires. Aquí volvemos a mencionar el mismo punto que con la industria: si las grandes aglomeraciones de población mantienen fases de cuarentena más restrictiva, llevará más tiempo la reactivación de las actividades productivas y los fondos para servicios no esenciales; como el turismo.
En definitiva siempre la política debe dar el primer paso y eso parece que va a ser el jueves en el recinto de sesiones de la legislatura, aún sin saber si será aprobado este proyecto de Ley con con la esperanza que lo que se apruebe le resuelva o ayude a resolver la situación económica de muchos de los fueguinos que quieren mantener sus actividades y seguir generando empleo.