El gusto argentino por la cerveza viene de la época del Virreinato. Las primeras cervecerías artesanales llegaron a estas tierras de la mano de los inmigrantes europeos. Esta tradición no tuvo interrupción y actualmente, el auge de la cerveza artesanal en la Argentina parece trascender a las modas, ya que el consumo actual de cerveza supera los 40 litros per cápita.
Para elaborar cerveza se parte de cereales; generalmente cebada. Se debe romper el grano y mojarlo para que los almidones se conviertan en azúcares, y a partir de ahí poder fermentar esa «malta» a la que se le agrega agua. Su fórmula se encuentra escrita en 1516, ya que en Alemania, Guillermo IV de Baviera decretó la Ley de pureza que establecía que la cerveza solamente se debía elaborar a partir de tres ingredientes: agua, cebada malteada y lúpulo. Y con ese legado su producción se popularizó en todo el mundo, tanto a nivel industrial como artesanal.
Hoy no vamos a transgredir la ley pero vamos a ampliarla. Si me permiten vamos a afirmar que: La cerveza no sólo se bebe. También se come.
COCINAR CON CERVEZA
Desde siempre se utilizaron distintas bebidas alcohólicas para cocinar. En éste caso en particular, la cerveza, con esa conjunción tan particular de dulzor y amargor, aporta un sabor muy peculiar a nuestras comidas e incluso cuando preparamos salsas que le da un toque muy especial a nuestras carnes o pescados. La cerveza, al ser una bebida espumosa, cuando se cocina con ella, otorga a los platos un pequeño toque de acidez que hace que resulte muy agradable al paladar y a nuestro olfato, y además nos dé la sensación de que el plato se vuelve más ligero. El requisito indispensable para cocinar con la cerveza o con cualquier bebida alcohólica, es dejar que el alcohol que contiene se evapore y se reduzca muy bien.
Las principales utilidades de la cerveza en cocina son:
Marinados
Se puede marinar carnes como el cerdo, el cordero, el pollo en cerveza con hierbas aromáticas y tendremos un resultado espectacular en la carne ya que conseguiremos que quede más tierna y jugosa. Es más habitual para los marinados utilizar cervezas negras o tostadas. Además le aportarán un sabor y aromas únicos.
Tempuras y rebozados
También podemos utilizar la cerveza junto al agua mineral para hacer tempuras. El gas carbónico permite que la masa se dore mejor y más rápido y quedará más crujiente.
Para guisar
La cerveza es perfecta para los guisos y realizar cocciones lentas, por lo que podemos hacer estofados de carnes, guisos de pescado o de pollo.
En la actualidad hay miles de platos cocinados elaborados con cerveza, aquí te dejamos un ejemplo:
PAN DE CERVEZA Y ROMERO
Ingredientes
500 gr de harina
125 ml de agua
1 cdita de azúcar
20 gr de levadura fresca
20 gr de manteca
30 ml de aceite de oliva
2 cdas de romero seco
1 cabeza de ajo
125 ml de cerveza rubia
1 cda de sal
Preparación
Unta la cabeza de ajo entera en aceite de oliva y sal, envuélvela sobre papel de aluminio. Mételo en el horno a 180° durante unos 30 minutos, hasta que el ajo esté bien blando. Resérvalos. Mezcla en un bol la levadura junto con la mitad del agua tibia y el azúcar, moviéndolo un poquito para que se disuelva. Deja reposar unos 10 minutos. Es importante que el agua solo este tibia y no caliente. Por otro lado, coloca en un cuenco la harina tamizada, es decir, pasada por un tamiz o colador fino para que quede más fina y aireada junto a la sal. Agrega también la mezcla de la levadura que estaba reposando. Mezcla el aceite, la manteca pomada, el romero y el ajo asado. Incorpora esta mezcla a la harina, alternando con la cerveza (que debe estar a temperatura ambiente) y el resto del agua tibia. Mezcla bien todos los ingredientes, amasando enérgicamente con las manos durante 7 minutos. Una vez que se haya formado una masa lisa y elástica, déjala reposar en el lugar más cálido de la casa, tapado con plástico film, hasta que duplique su volumen. Cuando la masa haya crecido, pasados entre 40 minutos y una hora. Estira la masa con un palo de amasar y dale forma. Llévalo a una placa de horno con papel vegetal y deja que repose de nuevo una hora más la masa para el pan de cerveza y romero. Cocínalo en el horno precalentado a 200° durante 35 minutos. Pasado este tiempo, saca el pan de cerveza y romero del horno y deja reposar.