Luego de once días de finalizada la elección provincial y municipal, la Justicia Electoral comenzó el jueves 27 de junio con el recuento de preferencias del Concejo Deliberante, que finalizó al día siguiente. Juan Carlos Pino (Unidad Fueguina), Juan Manuel Romano (FORJA) y Ricardo Garramuño (Movimiento Popular Fueguino) fueron reelectos; y Laura Ávila (UF), Mariana Oviedo (MPF), Gabriel de la Vega (UF) y Javier Branca (Partido Verde) serán los nuevos ediles de la capital fueguina.
El sistema de preferencias –único en la provincia-, resultó la gran atracción durante el extenso interludio desde el 16 de junio. Porque, no sólo prolongó la definición de los cargos legislativos sino que, además, individualizó una campaña marcada por los nombres propios y no por los espacios políticos.
Unos 28620 boletas tuvieron preferencia de candidatos sobre 41998 votos válidos; por lo cual, al haber más del 50% de votos en esa condición, se aplicó el recuento de preferencias.
Dos casos puntuales dieron cuenta del novedoso sistema ushuaiense: Ricardo Garramuño, actual concejal y número 7 en la lista del MPF, ganó una de las dos bancas logradas por su partido con 1667 preferencias, con amplia diferencia sobre Mariana Oviedo (obtuvo el segundo escaño con 1010) y Fernando Oyarzún (903).
La primera minoría, Unidad Fueguina (9706 votos), también modificó sus bancas a partir de la preferencia debido a que, si bien ingresaron los dos primeros candidatos de la lista, Juan Carlos Pino (3757 preferencias) y Laura Ávila (2370), el tercer y último lugar resultó en favor del número 5 de la boleta, Gabriel de la Vega (1912), quien superó a Hugo Romero (1757) y Noelia Trentino (781), tercero y cuarta en la boleta, respectivamente.
La única fuerza política que logró ingresar por primera vez al Concejo Deliberante ushuaiense fue el Partido Verde, cuya banca quedó para Javier Branca, con 1176 preferencias sobre un total de 3070 votos.
La demora para conocer la conformación del órgano legislativo local puso, de nuevo, la mirada sobre una eventual reforma política que, al menos, establezca criterios unánimes.
Cabe recordar que para la Legislatura y en el Concejo de Tolhuin se utiliza el sistema de tachas (en esta ocasión no se aplicó debido a que, en ningún caso, no llegó al piso del 50 por ciento); y en Río Grande se vota la boleta completa de cada partido.
Será, sin duda, una cuestión a revisar para la gestión entrante de la Legislatura, tras una elección provincial con demoras para votar en la mayoría de los colegios (en casi toda la provincia), una ciudadanía fastidiada y un escrutinio demasiado lento que recién tuvo una tendencia marcada después de las 2 de la madrugada.