Locutor Nacional. Periodista. Amante de todo lo que la sociedad considera raro

 

Casi siempre que hablamos de éxitos en la TV, nos referimos a las grandes producciones que llegan desde Estados Unidos o a lo sumo alguna serie inglesa o española, las cuales rompen los esquemas y hacen que todo el mundo hable de ellas. Bueno, todo el mundo menos China. 

Se sabe que sobre el gran monstruo asiático rigen regulaciones proteccionistas para toda su industria y la audiovisual, en cualquiera de sus formatos, no es la excepción a la regla. 

Hace 4 años comenzaron a llegar a aquel lejano país las primeras grandes producciones desde Norteamérica, gracias a una leve apertura de visualización de contenidos, las cuales fueron recibidas con mucho entusiasmo por parte de las personas y también de las productoras locales que vieron acrecentadas sus oportunidades de atrapar a este público con contenidos similares a los que llegaban de afuera.  

Si bien son sólo 34 las películas extranjeras que pueden ser exhibidas por año en las salas de cine, por el éxito que significaron a nivel taquilla, quienes pagaron sus entradas fueron los responsables directos de darle continuidad a distintas franquicias, que de ser por el resultado obtenido a nivel mundial hubiesen resultado un gran fracaso. Tal es el caso de Transformer´s o Pacific Rim. Esto abrió las puertas a otro negocio, que también puede ser visto como la vuelta de tuerca a la ley. Se trata de las co-producciones que incluyen escenas filmadas en China y actores y actrices en papeles importantes dentro de las películas. A raíz de esta nueva forma de vinculación de culturas, el mercado del gigante de Asia promueve nuevas reglas para la industria en general y ya no hablamos de la regional como lo era para este caso, si no a nivel global, ya que la apuesta continuó incrementándose. 

En una era donde las plataformas online marcan el pulso del contenido a compartir en el día a día, las restricciones chinas a empresas como Facebook, Whatsapp, Netflix y más, le dieron la oportunidad de desarrollarse a sus equivalentes locales. Cada uno de ellos en su campo ganó gran popularidad y terreno, tanto es así que incluso el servicio de mensajería gratuita con más usuarios de aquel país, también sirve para realizar pagos cual si fuera una tarjeta de crédito dejando de lado el plástico (material para otra nota). 

Sin embargo quien está creciendo a pasos agigantados es iQiyi, el servidor de videos streaming que posee dentro de su catálogo lo más visto en la historia mundial en cuanto a series/películas. Se trata de «The story of Yanxi Palace». En 70 capítulos este drama histórico ha acaparado un promedio de 130 millones de espectadores por emisión y más de 5600 millones de veces se  dispusieron a conocer a los eunucos y sirvientas que protagonizan la historia. 

Si hacemos un paralelismo de lo que significan esos números para el resto de las producciones fuera de China, podemos poner como ejemplo lo que fue la emisión de el último capítulo de «Friends» que fue todo un suceso por llegar a los 50 millones de espectadores. Si lo queremos hacer con algo más actual, el promedio de la última temporada de «Game of Thrones» fue de algo más de 11 millones de personas en el vivo y casi el doble con las primeras repeticiones. Cuando vemos estos números nos damos cuenta del significado que tiene es país en el nuevo modelo de producción audiovisual que marcará el ritmo de lo que veremos en cualquiera de nuestras pantallas.  La falta de ideas a algo nuevo y original por parte de occidente hace posar los ojos en lo que están realizando en China y parece ser que dentro de los próximos años el «Made in China» se aplicará a nuestros nuevos servicios online con suscripciones ya no en dólares, ni en pesos, sino en yuanes. 

Dato de color, el Yuan hoy cotiza a 4.54 pesos, por si querés empezar a ahorrar para lo que se viene.      

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