Sin duda los animales ocupan hoy en día un lugar no solo en nuestro hogar, sino en nuestro corazón. Así siempre debería serlo y en la gran mayoría de los casos las personas adaptan su vida a estos amigables y queridos seres.
Los escritores no quedan exentos del círculo amoroso y animal. Llevan contando historias desde el comienzo de la literatura, en ella ocupan un espacio muy importante los animales.Sus andanzas y desventuras colman miles de páginas,desde los más clásicos y conocidos como “Platero y yo” de Juan Ramón Jiménez, hasta “Rebelión en la franja” de George Orwell han sido protagonistas, héroes y estrellas de relatos muy interesantes.Hay muchos que se hicieron realmente famosos como la ballena blanca “Moby Dick”, el zorro de “El principito”, el fiel Rocinante del Quijote, “Colmillo Blanco” mitad perro, mitad lobo y muchos más.Ellos no solo representan compañía sino que nos enseñan sobre la lealtad, el crecimiento personal, el aprendizaje y el desarrollo.
A continuación van algunas recomendaciones de textos, algunos conocidos y otros no tanto, para aquellos quienes aman a los animales.
- “La llamada de lo salvaje” de Jack London fue publicado en 1903 y traducido con el título “La llamada de la selva” y otras como “La llamada de lo salvaje”.Aquí el personaje principal es Buck, un perro (entre San Bernardo y Pastor inglés) quien vive confortablemente en una granja de clima agradable y tibia temperatura. Pero la vida de Buck comienza a cambiar cuando se presenta al territorio de Alaska como suelo de posibles riquezas. Así se vuelve un ser de puro instinto, con una supervivencia siempre al límite.Esta novela apuesta a la valoración del ambiente, la vida y la naturaleza, un bello mensaje por cierto.
- “Azabache” de Ana Sewell, cuenta la vida de un caballo, su propia historia donde no todo es indiferencia y maltrato. Un mensaje de esperanza atraviesa el relato donde aparecen momentos únicos pleno de amor, bondad, oportunidades y batallas que culminan en grandes aventuras. Cuando los dueños creen que Azabache ya no cumple con ciertas expectativas de los humanos, será subastado, allí nace la verdadera historia relatada mediante los ojos de un caballo. De esta forma la autora logra que el lector se ponga en la piel del animal.
- “La vida de Pi” de Yann Martel. Seguramente recordarán la película, donde se cuenta al igual que en el libro la vida de Pi y su familia que deja la India con la expectativa de radicarse en Cánada. La idea es procurarse un mejor pasar con la venta de los animales del zoológico del que su padre era dueño y encargado. La travesía en barco se ve truncada por una terrible tormenta que hace naufragar la nave. Pi deberá sobrevivir mientras los animales luchan por ocupar su puesto dentro de la cadena alimentaria.Solo él y el tigre subsisten. Esta relación estará signada por el amor, el odio y el terror.
- “Flush” de Virginia Woolf.La historia de Flush, un Cocker spaniel, comienza con su propia descendencia, él se encargará de mostrar todo por medio de sus ojos,“…juro amar y no morder más…” decía.Este es regalado a la poetisa Elizabeth Barrett, quien se encuentra recluida en su casa tras padecer una extraña enfermedad, a ello se suma la presencia de un padre tirano y un esposo desdibujado. Esta obra de ficción es la biografía de Flush, pero reconstruye los poemas y cartas de Elizabeth Barrett transportados en los ojos, narices y oídos de un perro.
- “Tombuctú” de Paul Auster. Relata la vida de Mr. Bones, un perro que siempre vivió con Willy, quien llevó una existencia nada fácil y sufre de una enfermedad incurable. Cuando su dueño muere comienza una larga travesía en las calles y varios intentos de adopción para Mr.Bones. Una historia de superación ante la adversidad.
Desde niños y siendo dichosos tenemos la posiblidad de crecer, amar y relacionarnos con animales. Cuando ellos parten nuestro corazón y el de toda la familia queda triste e indefenso. Simplemente son sentimientos que no se pueden explicar, por ello mimemos y cuidemos a los que hoy nos acompañan con amor incondicional y recordemos con alegría a los que habitan el cielo de los animales.
“No hay religión sin amor, y la gente puede hablar tanto como se le plazca acerca de su religión, pero si no se les enseña a ser igual de amables con los animales,así como lo son con los humanos, es todo un engaño” ( Extraído del libro “Azabache” publicado en 1877.)