Rosario Castellanos Figueroa (México, ciudad de México 1925- Israel, Tel Aviv 1974) fue una escritora y periodista que posee reconocimiento internacional y es considerada una de las más importantes autoras del siglo XX. El origen de su carrera literaria nos lleva a obras tales como “Balún Canán” (publicada en el año 1957) y “Oficio de tinieblas” (publicada en 1962).
“Rito de iniciación” ofrece una historia diferente. Esta novela póstuma fue descubierta por su hijo. El contrato de alquiler de un depósito que a menudo arrumbaba pertenecías de Rosario, expuso un relato singular. Cuatrocientas páginas que ella había preservado cuidadosamente. Gabriel Guerra las había liberado del polvo y el olvido.
Esta obra permite observar desde otro ángulo a la autora, sin dejar de lado la puesta en escena de las transformaciones y necesidades de su pueblo en estrecha relación con la cuestión indigenista o feminista. En ella el personaje principal es Cecilia, una joven del interior que llega a la ciudad de México con el propósito de estudiar en la universidad. El escenario muestra la gran urbe hacia finales de la década del 40. La carrera elegida por ella es Filosofía y Letras. El ambiente intelectual que envuelve a profesores y estudiantes hace que Cecilia aparezca como una marginal. Es incapaz de interactuar con lo demás, lucha con sus fantasmas, vive bajo sus propias reglas, la persigue el desamparo, una relación tormentosa con sus padres, unos compañeros de estudio arrogantes, unas escritoras malhumoradas y fracasadas, una tía solterona que ha logrado saltar el cerco de su pueblo y muchos personajes más.
Cecilia al igual que su tía ha logrado huir. Cuando llega a la ciudad es un ser débil, con un bagaje cultural rústico y pobre. Ella es anónima, aunque claro está que con el paso del tiempo esto cambiará.
Quizás esta obra descubierta después de su muerte también sea un hilo conductor a “Balún Canán” y remita a la clasificación de novela autobiográfica.
Rosario dejó Chiapas a los catorce años para continuar sus estudios secundarios en la ciudad de México, como Cecilia cambió de escenario. Además escribir era un modo de buscarle sentido a la vida y apartarse del deseo de romper con las normas establecidas.