Profesional de enseñanza primaria. Docente en contextos de encierro. Representante docente JCyD. Directora jubilada.

Hildegart Rodriguez Carballeira (Madrid, España 1914- 1933) inspiró varios rodajes a pesar que la dictadura franquista había decidido ocultar sus trabajos con profunda tenacidad. En estos tiempos las feministas ibéricas la han recuperado como ícono del movimiento. Creía en el derecho al aborto, a la anticoncepción, la educación sexual, el control de natalidad y el divorcio. Si bien inició su camino de la mano de la política, su papel fue preeminentemente social. Es verdad que exteriorizaba ideas revolucionarias de independencia sexual para todas las mujeres por igual, dejando de ser esas esposas – niñas que vivían cotidianamente bajo la tutoría de un hombre (padre, esposo, hermano, etc.) hasta para cobrar un cheque, abrir una cuenta bancaria, efectuar una operación inmobiliaria y muchos etcétera más.

Todo parece indicar hasta aquí que Hildegart era una precursora para su época, pero una historia dramática la acechaba. Su madre, Aurora Rodriguez Carballeira era ferviente defensora de la eugenesia, quería que su única hija fuera “la mujer del futuro”. Esta creencia (actualmente refutada) busca la reproducción selectiva de ciertos rasgos humanos hereditarios que podían mejorar las aptitudes de las futuras generaciones. Sería algo similar a intentar manipular la herencia genética y la selección artificial. El punto anclaría en mejorar o potenciar los rasgos del ser humano en gestación.

Hildegart fue una niña precoz, prontamente se convirtió en periodista y escritora. A los diecisiete años estudió Derecho en la Universidad Central de Madrid. Aún con este aparente grado de independencia, su madre lo controlaba todo. Cuando ella se arriesgó a emanciparse y acercarse al amor, la mató mientras dormía el 9 de junio de 1993. Alejarse de los planes pasados, presentes y futuros de Aurora no era una opción. Quizás su proyección internacional también fue vista como un factor de la distancia que la apartaban de sus expectativas. En el juicio su madre confesó el crimen, negando “un estado de perturbación mental”. Veintiséis años de cárcel la esperaban, aunque finalmente su destino estaba sellado. Murió en un hospital psiquiátrico. 

Entre los libros más conocidos de Hildegart Rodriguez podemos mencionar “Sexo, amor y revolución” y “Eugenesia y natalidad”. En esta misma línea diremos que escribió una prolífica cantidad de artículos sobre política, educación, divorcio, métodos anticonceptivos y aborto.

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